Capítulo VIII

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Jaime POV

Por fin Angélica y yo grabamos nuestra primera y segunda escena juntos. En la primera todavía no se conocen nuestros personajes y la segunda escena es cuando va a aplicar para secretaria de presidencia. La verdad es que trabajar con ella es magnífico, nos complementamos muy bien actoralmente y hay mucha química laboral, además nos llevamos muy bien y eso es muy importante en cualquier trabajo.

- Jaime, ¿qué crees? – me pregunta Heidi mientras prepara la cena en mi departamento.

- No sé.

- Pues Rosy me dio una oportunidad para salir en la novela ¿no es genial? - dice con una sonrisa tan grande que no soy capaz de decirle que para mí no es genial.

- Sí, claro – miento.

- Voy a salir en los primeros capítulos así que pronto te voy a acompañar al foro a grabar.

- Eso parece – le sonrío y me devuelve la sonrisa.

Me levanto de mi cama con cuidado para no despertar a Heidi y voy directo a ponerme mi ropa deportiva para salir a correr. Me gusta mantenerme en forma y correr me despeja la mente, es como ir a terapia y soltar todo lo que traes dentro; lo que te molesta, lo que te deprime, lo que te tiene con pendiente, etcétera. Justo cuando voy saliendo del edificio me encuentro con Jorge, mi hermano.

- ¿Qué pasó? – lo saludo y le doy un abrazo porque tenía mucho de no verlo.

- Aquí, visitando a las estrellas – se ríe el muy carbón -. ¿O no puedo?

- Claro que puedes. ¿Quieres que vayamos a tomar un café?

- Mejor subimos a tu depa ¿no? – dice señalando el elevador.

- No creo que sea buena idea.

- Ah ya. Estás ocupado como siempre – vuelve a reír -. Ándale, vamos a la cafetería, pero tú pagas.

Vamos a una cafetería de Polanco, donde él es conocidísimo porque parece que vive ahí, además de que cada noche lleva a una mujer diferente por esos lares. Entramos al local y de inmediato nos dan una mesa y nos toman la orden.

- Así que estas protagonizando con Angie...

- ¿Apenas te enteras? – le digo jugando.

- Pues no, pero quería preguntártelo personalmente para ver esa cara de idiota que pones cada vez que alguien la menciona.

- ¡Yo no pongo cara de idiota!

- Lo que tú digas. ¿Cuánto pagaste para que fuera tu protagonista? – éste parece no sé qué, se la pasa molestando.

- ¡No pagué nada! La productora nos escogió como protagonistas.

- ¿Qué se siente que por fin la vas a besar? Y no te hagas wey –dice y le toma a su café para ocultar su sonrisa.

- Na. Da. Absolutamente nada, además ella es como mi hermana... - no termino de hablar porque se empieza a reír.

- Claro, lo que tú digas.

- Es la verdad, es como si besaras a Alexa, Erika o...

- Basta, basta. Te dije que estaba bien, no es necesario que digas esas cosas.

- Pues entonces deja de hablar.

- ¿Eso quiere decir que no sientes nada por la Vale? – pregunta y sonríe porque sé que está tramando algo.

- Amor de hermanos solamente.

- ¿Qué te parece que la invite a salir? - ¿qué? No. No me parece.

- Adelante, si quieres invítala a salir, es su vida.

- Que bien, porque mira – señala hacia la puerta – ahí viene.

Volteo y veo que Angélica viene sola, Jorge le habla y ella llega a sentarse con nosotros después de saludarnos.

- Dichosos los ojos. ¿Cómo están chicos?

- Pues chicos ya no tanto – le responde Jorge y hace que se ría.

- Me refiero a como la han estado pasando.

- Muy, muy bien – dice Jorge socarronamente y al parecer Angie se da cuenta - ¿verdad, Jaime?

- Sí, claro. Pasábamos tiempo de calidad como hermanos.

- Ay, perdón. Entonces mejor me voy y los veo otro día – dice ella con tristeza.

- No, no, para nada. Tú quédate aquí con nosotros, es que hoy Jaime invita.

- Pues entones me quedo – dice y sonríe -. ¿Y cómo te ha ido Jorge?

- Bien, he estado muy ocupado haciendo negocios y todo eso, pero al parecer mi empresa va muy bien, no tengo quejas.

- Que bueno. El otro día vi que saliste en una revista de empresarios, no he podido leerla, pero cuando te vuelva a ver, te la doy para que me la autografíes.

- Me parece muy bien. Cuando quieras, hermosa.

- Más bien cuando puedas tú, es muy difícil verte ya, guapo.

Ellos dos están hablando como si no estuviera yo y eso me molesta, digo aquí estoy presente, que no hagan como si no. Y así siguen más de media hora. Y si no conociera tan bien a Jorge diría que está tratando de coquetear con Angélica.

- Ya me tengo que ir -dice Angie -. Fue un gusto volver a vete Jorge. No te pierdas tanto.

- Te lo prometo – se levanta y se despide de ella con un beso en la mejilla y la toma de la mano -. Por cierto, ¿qué planes tienes para el viernes en la noche?

- Creo que ninguno, parece que no tengo llamado. ¿Por qué?

- Te invito a cenar ¿sí?

Que maldito, pensé que no lo iba a hacer y lo decía de dientes para afuera, definitivamente lo subestimé.

- Mmm – Angélica duda un poco, pero luego le sonríe -. Está bien.

- Entonces te recojo en tu casa a las ocho.

- Ok – responde y se vuelve a despedir de él -. Nos vemos mañana, Jaime – me dice y se va.

- No qué no.

- Eres un desgraciado Jorge Camil. 

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NA: Siento mucho no haber publicado, pero tuve unos problemas la semana pasada.

Locura en televisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora