Capítulo II

668 63 14
                                    



Septiembre 2005, México D. F.

-¡Mami!- Angélica corrió hasta encontrar a su mamá en la habitación de descanso- ¡Por fin me dijeron que sí!

-¿Te dieron el papel?- se interesó a mujer.

-¡Sí! Y no sabes, no quepo de la emoción- contestó con una sonrisa en la boca- Después de haber hecho malabares y de todo, por fin tengo lo que merezco.

-Claro que te lo mereces, mi vida. Te mereces esto y más. Yo siempre supe que ibas a triunfar y mírate, aquí estas a punto de hacer uno de tus sueños realidad. Estoy segura que tu abuela ha de estar muy orgullosa de ti. Y también tu papá. ¿Por cierto, ya te dijo Rosy quién es el protagonista?

-No, todavía no. Cuando me venía dijo que iba a hablar con él, pero se me hace raro que no haya querido hablar con él en frente de mí.

-A lo mejor quiere que sea secreto hasta el día que empiecen las grabaciones.

-O tal vez está paranoica por que la vuelvan a rechazar. Como sea luego le pregunto, ahora tengo que salir.

-¿A dónde?

-Tengo cita con el dentista, voy a ponerme los braces antes de que me digan que no de nuevo.

-Ay Angélica, cómo eres- dijo la dama antes de que se fuera su hija y se despidiera de ella.

Pasaron unas cuantas semanas antes de que la producción de la nueva novela diera a conocer a sus protagonistas ante la prensa. Aunque les tenían prohibido hablar con los reporteros sobre lo que tenía de nuevo ese remake. Angélica Vale se enteró que Jaime Camil iba a ser su co-protagonista la mañana que los dieron a conocer, intentó localizarlo a todos los números que sabía que lo conocían pero nadie sabía nada de él. Y exactamente no lo quería para felicitarlo por ese nuevo proyecto, bueno sí, pero lo que más quería era que le explicara porque las dos veces que habló con él en ese tiempo no le contó nada sobre la novela.

-¡Más te vale que me contestes ésta vez, Jaime Federico!- gruñó Angélica al teléfono.

Dos horas más tarde, ella se encontraba en la oficina de Rosy Ocampo.

-Por favor, Rosy, por lo que más quieras dime donde localizo a Jaime.

-Ya te dije que no puedo decirte nada- contestó su jefa-. Además lo vas a ver dentro de unos días o semanas a lo mucho. Sé que eres su amiga, pero recuerda el contrato de confidencialidad, no podemos decir ni pío.

-Está bien, pero si sabes algo de él en estos días, dímelo- pidió la joven.

Nueva York

-Heidi, sabes que te quiero mucho, pero no puedo hacer nada esta vez. Yo te apoyo y hago lo que quieras, pero no me pidas que renuncie a ésta nueva oportunidad.

-No te lo estoy pidiendo. No se me ha pasado por la cabeza esa idea. Sólo te pido que me des más tiempo para terminar la gira e irme contigo a México. ¡Un mes más!

-Definitivamente no- respondió Jaime-. Eso es mucho tiempo y tal vez y la producción no cuente con eso. Aquí sólo estaré dos semanas más para terminar Latinólogos y ya.

-¿Entonces esto es definitivo, Jaime? ¿Vas a terminar conmigo?- exigió saber la novia, de ya más de varios meses, del actor.

-No, no quiero terminar contigo. ¡No puedes manipularme así! Van a ser dos semanas, en ese tiempo no te voy a dejar de querer.

-¿Qué no? ¡Tú no puedes estar más de una semana sin una mujer a tu lado! Además ahí va a estar ella...

-¡No vuelvas a lo mismo! Esta conversación es absurda- la interrumpió el hombre.

-Claro que lo es- ironizó la novia-. Yo no soy estúpida para pensar que entre esa y tú...

-¡No le digas "esa"! Tiene nombre y apellido para tu información –dijo enfadado.

-Entonces que te aproveche estar con ella. Hasta luego, cariñito- dijo la mujer y salió del apartamento dando un portazo.

Jaime tomó el teléfono y sin pensarlo marcó el número que se sabía de memoria.

-¿Angélica?

Locura en televisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora