Mi cuerpo es tuyo.

Despertando

POV. KAGOME

Mi cabeza y garganta me duelen mucho. Estoy algo confundida. ¿Habré muerto ya? Lo único que recuerdo es la mirada de furia de Sesshomaru y luego la nada.

¿Qué? Escucho a alguien quejarse, ¿quién será? Intento abrir mis ojos pero mis párpados me pesan, me siento exhausta, agobiada. Quiero mover mi cuerpo, pero éste no me responde. Necesito agua, estoy muy sedienta (AAAAAAAHH!!-se escuchó a lo lejos) ¿Qué fue eso?

POV. NARRADOR

Kagome intenta por todos los medios volver al mundo real. Logra abrir sus ojos y se sorprende al encontrarse en una cueva con una fogata encendida a la mitad de ésta. ¿Cómo llegué hasta ahí? Se pregunta la mujer. Se vuelve a escuchar un grito muy fuerte y desgarrador que provenía de las afueras de la cueva. La miko sale corriendo hacia aquella dirección, en esos instante se percata que no se encontraba muerta, que estaba ahí en el bosque, viva

-KAGOME: Pero cómo ¿Por qué Sesshomaru no acabó conmigo? –se pregunta extrañada, pues nadie que se encontrara entre las garras del Lord salía con vida

AAAAHHHH SEÑOR SESHOMARUUUU – se oye un gritó mucho más que hace que Kagome salte del susto, sin embargo logra descubrir de quien se trataba.

-KAGOME: ¡¡¡Rin!!! – dice para sí misma mientras sigue corriendo.

La muchacha logra llegar donde Rin. Para en seco para observar la escena a su alrededor.

Rin se encontraba en los brazos del Lord del Oeste. La niña no paraba de gritar y de quejarse mientras se movía desesperadamente, pues el dolor era ya insoportable.

Sesshomaru en tanto, aún no se percataba de la presencia de Kagome, ya que miraba fijamente a su protegida con una expresión de frustración al no poder hacer nada por ella.

-KAGOME: Podría jurar que está a punto de llorar –dice en un susurro al observar al yokai mientras se acerca lentamente a donde se encontraban ambos – ¿Se...ssho...maru?

El yokai se vuelve hacia Kagome, dejando a Rin apoyada en un árbol. Se acerca lentamente a la miko mientras esta retrocede con miedo en sus ojos. La toma del brazo apretándola con demasiada fuerza, pues logra hacer que ésta emita un gemido de dolor y la acerca a su rostro.

-SESSHOMARU: ¡¡Mujer!! –la mira con enojo pero a la vez con un soslayo de desesperación, que claramente no iba a reconocer – Te ordeno que ayudes a Rin. No dejes que muera.

Kagome no escuchó las palabras del yokai pues se estaba perdiendo en los ojos color ámbar de éste. Le sorprendía y le atraía esa luz que emitía de desesperación por la pequeña niña. Kagome pensó que el Gran Lord estaba lentamente perdiendo esa frialdad que tenía en el corazón.

-SESSHOMARU: ¡MUJER! ¡ACASO NO ESTÁS OYENDO! –grita furioso haciendo que Kagome despierte de su encanto.

-KAGOME: ¿Qué es lo que tiene Rin? ¿Por qué grita de esa manera? –pregunta acercándose rápidamente a la niña y tomándola en sus brazos – ¡Dios! Está hirviendo en fiebre. Por favor Sesshomaru necesito hierbas medicinales, no traigo nada conmigo

Sesshomaru le dice que éste irá por ellas. Desaparece en un haz de luz dejando a Kagome y la pequeña Rin a solas.

La miko no sabe qué puede ser lo que la tiene así. Intenta revisarla, pero en el instante que le va quitando la ropa, Rin comienza a convulsionar de una manera muy fuerte, botando espuma por la boca. Kagome llora de desesperación y logra percibir la presencia de Sesshomaru acercándose. Cuando éste vuelve con las hierbas ve la terrible escena. Corre hacia donde Rin e intenta tomarla entre sus brazos