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Quieren saber de que trata todo esto, pues no es más que la vida de un niño gato que es arrebatado de su familia a temprana edad, es sometido a un rito del que ni él mismo es conocedor, para llevar una carga llamada "profecía", ¿Triste historia? Quizás, pero con una sonrisa en la cara les puedo decir que no me arrepiento, pero si me lo hubiesen preguntado cuarenta años atrás, diría que es el peor acontecimiento de mi vida, porque sí, es mi historia de la que estamos hablando.
Tan sólo recordar...
-¿Jungkook? hola bebé- saludó mi madre acariciando mis en ese entonces pequeñas orejas.
-Hola mami, Jungkook se porto bien, Jungkook quiere dormir ¿Puedo?- repondí como la tierna criatura que fui.
-Cla...- sus palabras quedaron atrapadas en su garganta cuando tres hombres del monasterio felino, derrubarón nuestra puerta.
-¿mami? Jungkook tiene miedo- en ese momento mi corazón palpita más de 220 palpitaciones por minutos y creanme me asusto más y pude haber muerto.
-Señora Jeon- llamaron a mi madre, cosa que la hizo reaccionar y llevarme corriendo al piso de arriba estrellándonos con unas cuantas puertas en el intento.
-Bebé- su voz resultó agitada -tienes que irte, ya bebé, muy rápido, ya ya ¡ya! Con tu padre, debemos huir- ella entró en pánico, y ese dia papá nunca llegó del trabajo.
-Señora Jeon, no haga esto más difícil- el eco de la sala hacía la voz más tenebrosa.
-¡NO!- el gritó desgarrador de mi madre me hizo taparme las orejas con ambas manos.
-¿Ma...- una mano se había posado en mi boca, arrastrandomé lejos, no podía gritar, la impotencia se apoderó a cada segundo que pasó, entonces ví el cuerpo de la mujer que amé desplomarse con una mirada perdida. - ¡MAMI! ¡MAMI! ayuden a mami Porfavor, Jungkook se portará bien, ayuden a mami ¡Mami!- como si con eso fuesen a ayudarla, me autocompadezco.
-llévenlo con el líder, ésta inutil nos ha dado más problemas- un señor con una gran quemadura en forma de estrella en la mejilla, sonreía satánicamente mientras tomaba las negras hebras de la que fue mi amada madre, el cual quedó siendo sólo un cuerpo vacío
-Ma... ma... ma...- fue tan traumático que quedé mudo por un largo trayecto.
Me quité la chaqueta y recargé mi peso sobre la silla, recordar eso me hace sentir algo depresivo, pero saben que, basta de cosas tristes. Ahora, quieren saber ¿Cuál es la razón para que no me arrepienta de nada? Jimin.
Jimin, Jimin, Jimin, deben pensar que estoy loco, enamorarme de alguien en tan poco tiempo, llenar mis pensamientos con su nombre, su voz, el sonido de su ronroneo, hasta acosador sonará, pero de verdad le quiero.
