Eran las ocho en punto de la mañana, el pequeño Toddy ya había cepillado sus dientes, lavado su cara, se había peinado, puesto el uniforme y desayunado, todo sin ayuda de su padre, quién aún roncaba en su cama. Toddy tan solo lo esperaba sentado sobre la mesa mientras terminaba de lustrar sus zapatos negros, tal como el tío* (abuelo, pero no le gustaba que le llamaran así*) Bruce le había enseñado.
—¡PAPÁÁÁÁÁ! —gritó el niño insistentemente —¡ya es tardeeee!
Pero Todd aún seguía en lo más profundo de su pesado sueño.
—¡PAPÁAAAAAAAAAA! —siguió insistiendo hasta cansarse. El pequeño cruzó los brazos y se dirigió furioso hasta la habitación de su padre con dos sartenes en las manos.
—Con ésto despertará —susurró enarcando las cejas.
Y con todas sus fuerzas hizo sonar ambos satenes con tal intensidad que Jason se levantó de la cama de un solo salto, asustado, sorprendido y sin saber aún lo que pasaba.
—¡PAPÁ DESPIERTA! —exclamó Toddy sin dejar de resonar las ollas.
Jason abrió los ojos como platos tras ver al pequeño con el uniforme puesto.
—¡COÑO! ¡EL COLEGIO! —exclamó levantándose de golpe de la cama. De inmediato se colocó la primera playera que encontró y el pantalón que había usado la noche anterior, tomó al niño de la mano y corrió hasta su motocicleta para irse a toda prisa hacia el preescolar "Abejita"
—¡Papá, el casco! —reclamó el menor a medio trayecto.
—Pronto te conseguiré uno —se conformó en decir.
Al llegar estaba la directora, una estricta y recta mujer de casi cuarenta años, vestida con un elegante traje de hombreras e impecable. Los esperaba a ambos en la puerta con los brazos cruzados.
—¡Señor Todd! —exclamó recorriendolo con la mirada de pies a cabeza.
—Disculpe la tardanza —lamentó Jason con una sonrisa fingida en el rostro —tuvimos un inconveniente en el tráfico.
—Papá se quedó dormido —contestó el inocente y angelical Toddy. Jason tan solo volteó hacia el menor para fulminarlo con la mirada.
—El abuelo Bruce dice que no debemos mentir —agregó encogiéndose de hombros. Jason fingió una gran sonrisa de oreja a oreja.
—Tengo entendido que usted, Señor Todd, estuvo un tiempo en prisión —aseveró la mujer.
—Haré todo lo posible por que Toddy tampoco caiga ahí —contestó el hombre rascando su cabeza. La directora soltó una ligera risa por compromiso y sin dejar de ver la sucia y manchada ropa de Jason junto con su cabello despeinado, las recientes heridas en su rostro y brazos, tan solo logró ver la gran diferencia con el pequeño que venía perfectamente peinado y vestido.
—Tenga en cuenta, señor Todd —-agregó la directora en forma de amenaza —que la única razón por la que Theodore es aceptado en esta institución fué porque el señor Bruce Wayne vino personalmente a sacar la ficha de inscripción y por sus importantes donativos anuales en este colegio, pero en el menor problema que nos ocasiones, Todd, Theodore será expulsado.
Jason arrugó el entrecejo sin responder palabra alguna a la desagradable mujer y se volteó hacia Toddy para besar su frente y despedirse.
—Adios, papá, te quiero —dijo el menor agitando su mano mientras tomaba camino alegremente a su salón. Jason no lo dejó de observar hasta que se perdió de su vista. Temía dejar a su hijo en ese espantoso lugar.
...Al llegarse la hora de la salida de clases, Jason fué el primero en estar ahí para recoger a su pequeño dolor de cabeza. Todos los padres esperaban fuera del salón a que sus hijos salieran conforme la maestra los iba nombrando, esta vez Jason había escogido las ropas más decentes que tenía, la intrépida y despectiva mirada de la directora lo había intimidado de una manera tal que de tan solo recordarla un escalofrío recorría su espalda.
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Lo Mejor de mi, Jason Todd
FanfictionUn rudo mercenario de graves antecedentes penales y con más armas que muebles en su casa, se entera que es padre de un niño de cinco años, tras salir de prisión la noticia lo toma por sorpresa. Red Hood, ahora no solamente es experto en usar armas d...