En cuanto Jason salió del departamento, Damian volvió a tenderse sobre la cama y en tan solo segundos se quedó dormido como una roca...
Pero despertó de golpe al oír el frágil deslizar del picaporte de la puerta. Damian se colocó los zapatos tan rápido como pudo y corrió hasta la entrada, encontrándose así con la casa en perfecto orden, pero no conforme, el chico salió del departamento a perseguir al supuesto que pudo haber entrado, quien no era otra más que una chica quien bajaba las escaleras ágilmente y con la cabeza cubierta con una capucha.
El castaño corrió y con fuerza la tomó del brazo para detenerla, ella volteó, dándose cuenta al instante que se trataba de Barbara Gordon.
—¿Qué haces aquí? —reclamó Wayne en ese instante.
La mujer de inmediato se apartó de su agarre y continuó su camino pero Damian no dejó de seguirla.
—Te hice una pregunta, Gordon.
—La pregunta debería ser para ti, ¿qué haces aquí?
—Eso no te interesa. Respóndeme.
—¿Qué se supone que eres ahora? ¿El perro guardián de Jason.
El chico rodó los ojos con fastidio.
—Ambos estamos preguntándonos, y ninguno está respondiendo.
—¡Bien! —contestó a regañadientes —Jason no sabe que vengo por las noches a ver qué todo esté bien con Toddy, ¿estás feliz con eso? —agregó cruzándose de brazos.
—¿No te detuviste a pensar que de haberle dicho a tu novio de esto yo no estaría aquí?
Barbara giró hacia él furiosa pero sin embargo se abstuvo de contradecirlo.
—¿Y a tí te expulsaron del internado por bocón?
En ese instante Damian soltó una ligera risita a la vez que elevaba la mirada al cielo, aún con el recuerdo vivo en su memoria.
—A decir verdad, fue algo muy gracioso...
—No tengo tiempo ahora de tus historias —interrumpió Gordon al tiempo que encaminó sus pasos — después me cuentas el resto.
—¿A dónde crees que vas? —Damian la detuvo una vez más sujetándola de la muñeca —Tienes aún mucho que explicar.
—¡Suéltame! —exclamó ella.
—No lo haré.
—Damian, suéltame —susurró —los vecinos pensarán mal y llamarán a la policía.
—¡Me vale un carajo que llamen a quien les de la gana! ¿Por qué ustedes se creen con el derecho de decidir sobre Toddy? Sé lo que piensan hacerle a Jason, y yo no estoy de acuerdo en eso.
—¡Suéltame antes de que de una sola patada te deje estéril!
—No me amenaces, Gordon, por que esto no va a quedarse así.
—¿A no? No sé que es lo que Jason te dijo para que estés de su lado, ni me interesa. A mí lo único que me importa es que Toddy esté a salvo, y si es necesario arrebatarle la custodia, lo vamos a hacer.
Damian finalmente la soltó, Barbara no perdió instante para ponerse en marcha e irse. El chico regresó al departamento, Toddy lo esperaba sentado en el antecomedor, con un vaso de leche frente a él.—¿Qué haces despierto? —preguntó Damian apenas cerró la puerta detrás suyo.
—Deberías aprender a ser más sigiloso, ¿a quién seguías?
—No sabes a quién le estás diciendo —risoteó el hijo de Bruce —¿deberías ser mas sigiloso? Buen chiste, Toddy.
—No, es en serio... el azote de la puerta tampoco ayudó.
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Lo Mejor de mi, Jason Todd
FanficUn rudo mercenario de graves antecedentes penales y con más armas que muebles en su casa, se entera que es padre de un niño de cinco años, tras salir de prisión la noticia lo toma por sorpresa. Red Hood, ahora no solamente es experto en usar armas d...