LuFan

Cartas

Sehun se subió la gorra de la sudadera, bajó la mirada y se palpó el bolsillo para asegurarse de que aún estaba ahí su sobre.

Las chicas que estaban, al igual que él, esperando afuera de la agencia, lo miraban con curiosidad, algunas otras con precaución y algunas más lo ignoraban por completo. El estudiante sacó su reproductor y se colocó uno de los auriculares para escuchar por enésima vez el único sencillo de Xiao Luhan... Cerró los ojos dejándose llevar por la música por varios segundos, hasta que el griterío lo sacó de sus pensamientos y lo hizo abrir de golpe los ojos para ver como todas las nuevas fans de Luhan corrían a la entrada, donde un sujeto con una caja recibía todos los obsequios que le dejaban al nuevo rookie de Corea.

El castaño se bajó la gorra por un momento, trató de abrirse paso entre el mar de hormonas y echó su carta en la caja, luego se dio la vuelta, se subió de nuevo la gorra, se colocó los auriculares y tomó camino de vuelta a su casa para disfrutar de lo que quedaba de su sábado.

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-Vaya, algunas de tus fanáticas son muy intensas-. Observó el pianista de ojos dormilones mientras volvía a echar en la caja un simpático muñeco muy similar a su amigo, quien sólo rió.

-A mi me parece que son muy tiernas, además les estoy muy agradecido...- comentó Luhan mientras doblaba una carta en papel rosado y con aroma a perfume de mujer. -Me alegra ser de su agrado.

Yixing rió y asomó su curiosa cabeza dentro de la caja de nuevo, movió algunos de los regalos y sus cejas se juntaron un poco cuando sus manos encontraron un sobre blanco de lo más simple, sin ningún dibujo en el exterior y con sólo dos letras en tinta negra en él. Lo repasó varias veces hasta que Luhan, sorprendido por su repentino silencio, levantó la mirada de la carta que estaba leyendo.

-¿Qué es eso?-. Preguntó y el menor se encogió de hombros.

-Una carta, supongo. Pero me dio curiosidad ver que no es nada llamativa-. Luhan extendió la mano pidiendo el sobre y el pelinegro se lo entregó.

-S... H...- murmuró y sus cejas se elevaron un poco. -Que inusual...- observó y el pianista asintió. -Vamos a ver-. Dijo mientras ya abría el sobre y sacaba de este una hoja blanca doblada simplemente en cuatro, luego comenzó a leer en silencio bajo la mirada curiosa de Yixing.

Xiao Luhan.

Me ha tomado algo de tiempo el decidirme a escribir esto, pero justo en este momento aprovecho la inspiración que ha venido a mi.

Quiero decirte que estoy muy feliz de verte realizar tu sueño, me llené de emoción la noche en la que encendí el televisor y te vi a ti cantando en un escenario que era, por fin, el apropiado para el cantante que eres... ¿Sabes que soy tu más grande fan?, quizá pienses que me estoy adueñando del título con mucho descaro y confianza, pero es la verdad.

En fin, no quiero aburrirte más con mi palabrería, así que supongo que te dejaré hacer lo que tengas que hacer... Espero que sea mucho y que lo estés haciendo muy contento; sin embargo no te olvides de descansar un poco. Una vez más, muchas felicidades por el logro de tu sueño que apenas comienza... ¡Ánimo!

Yo seguiré en el mismo lugar en el que me encuentro, enviándote toda la energía que me es posible. Si has leído esto, muchísimas gracias... Hasta luego, Xiao Luhan.

Atte. SH

-SH...-. Volvió a susurrar Luhan mientras admiraba por última vez la pulcra caligrafía de la carta, antes de doblarla y volver a guardarla en el sobre que no volvió a echar en la caja, sino que lo guardó en el bolsillo de su pantalón.