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Sus párpados se sentían sumamente pesados. El lápiz entre sus dedos se rehusaba a seguir escribiendo.

Resopló en un intento por despertarse un poco a sí mismo, pero inevitablemente, bostezó. Suspiró y dejó el lápiz a un lado de su libreta, resignado a no aprender nada de álgebra ese día. JongIn giró a su derecha para verlo y susurró.

-¿Te sientes bien, Hun?-. El castaño negó con la cabeza y lo miró de reojo.

-Estoy durmiéndome-. Admitió y Kai sonrió un poco.

-Ve a dormir un rato a la biblioteca, te puedes llevar mis notas hoy, si quieres-. Sehun lo miró agradecido, asintió y salió sigiloso del salón, pero antes de cerrar la puerta articuló un "gracias" al moreno.

Avanzó tambaleante por los pasillos vacíos, atravesó las canchas y finalmente entró al pequeño edificio que era la biblioteca. Caminó un poco entre los estantes y llegó a la pequeña salita, se sentó y enseguida empezó a ser víctima del sueño, hasta que una conocida voz lo llamó.

-Sehun, ¿qué haces aquí?-. El castaño elevó la mirada y sonrió a medias al recién llegado.

-Tao, hola. Estoy tratando de dormir un poco. Se me hizo extraño no verte hoy en álgebra.

-Oh, iba a llegar, pero me encontré a Yifan y me quedé con él-. Dijo con una sonrisa casi boba y Sehun negó con la cabeza.

-Ese nuevo novio tuyo me caerá mal si empieza a hacerte dejar tus clases...

-Vaya, sonaste como mi madre-.Rió y Sehun puso mala cara. -Pero no te preocupes, no lo ha hecho, le mentí diciéndole que entraba más tarde.

-De acuerdo, entonces me caerás mal tú...-. Dijo el castaño y bostezó. Tao rió.

-¿No estás durmiendo bien, Hun?-. El contrario negó con la cabeza. -¿Por qué?

-No lo sé, Tao. Pero desde hace tres semanas, cuando dejamos de ir al bar, no logro dormir como se debe... Me la paso pensando en Luhan. En dónde podrá estar...

-Oye, le he contado a Yifan tu historia y me dijo que tal vez podría estar en otro bar menos... Suburbano-. Dijo y Sehun le miró con los ojos brillantes.

-¿Tú crees?

-Bueno, es una opción... Puedo acompañarte, si quieres.

-¿Yifan no se enojará?

-Para nada. Estará contento de que te ayude.

-Gracias, Tao...

-No es nada, Hun. Ahora me voy a reponer mi clase de álgebra por allá-. Dijo señalando las mesas de estudio. -Duerme y nos pondremos de acuerdo después.

Se despidieron y Sehun se quedó solo. En poco tiempo, se quedó dormido también.

****

Al día siguiente, luego de que terminara el horario de Sehun en la cafetería, él y Tao caminaban en las calles, buscando algún bar que les llamara la atención. Finalmente, encontraron uno con un gran cartel que decía "música en vivo". Se miraron entre sí, encogieron los hombros y entraron a "El Dorado".

Era un bar totalmente diferente a Galaxy; este hacía honor al nombre del piso a los techos: las mesas simulaban ser de piedra, las paredes estaban llenas de pinturas alusivas a las culturas de sudamerica y a ese lugar mítico, las luces eran amarillas y blancas y la barra era totalmente dorada. Había en esta un barman haciendo acrobacias con las botellas y había algunos meseros.
Tao y Sehun tomaron una mesa y en seguida se acercó un mesero a ofrecerles algo. Ellos eligieron cerveza oscura y en poco tiempo un tipo ajeno a todo el personal subió al escenario.

LuFanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora