Alonso eres un tonto, te preguntarás ¿por qué opinas aquello Danielle? Y es que la razón se debe a que aquella tarde que apareciste frente a mi puerta te encontrabas justo allí para entregarme cartas que tú mismo escribías para mí, dejándome completamente confundida ya que después de aquello saliste de tu casa, dejándome como única opción el ir hasta casa de tus padres y esperar que decidieras salir a recibirme.
Así que aquí me encuentro, siendo la chica más masoquista al aferrarme al chico que dice amarme y ha preferido irse con otra que luchar por mi, el chico que se olvidó de mi cuando había prometido no hacerlo en cuanto decidió salir de mi vida. Y, no te culpo puesto que sé que al ser niño no puedes hacer nada más que obedecer a tus padres. Lo que quiero decir es que si me hubieses recordado antes, quizá y sólo quizá no me hubieses lastimado tanto. Y, aun con aquello yo no podía dejar de amarte.
Encontrando tonto el esperar por una hora en tu casa a espera de ti, mientras tu madre me reconoció de inmediato y me contaba las cosas tan interesantes que sucedieron cuando saliste de mi vida. Terminando con un: "Él esta locamente enamorado de ti." antes de huir a la cocina, evitando así que tú le escucharas.
Al observarme lo único que lograste hacer fue intentar colocar las llaves en la percha, fracasando en esto puesto que no le diste al blanco, haciendo que estas cayeran al suelo y allí se quedaran hasta que tú o alguien las levantara.
-Danielle, yo...
-Nos conocimos cuando eramos pequeños- intervine, evitando que dijeras algo que me hiciera cambiar de opinión respecto a lo que haría esta tarde.- Sé que es imposible que me recuerdes, pero a pesar de aquello no te olvidé y sé que nunca lo haré, eres un idiota al darme aquellas cartas en vez de decirme las cosas de frente, te odio por ser tan tonto, te odio por lastimarme de esta manera, pero lo que más odio es que no pueda odiarte como debiera porque te amo- finalicé; secando mis lágrimas con fuerza.
-Danie...
-¡No puedo creer que me enamore de ti!- exclame molesta- hubiese preferido hacerlo de...
Mis palabras fueron interrumpidas con los labios de aquel chico teñido; haciéndome sentir en el paraíso y logrando que olvidara todo lo que había ocurrido y lo molesta que me encontraba.
-Soy un tonto y lo sé- confesó el chico separando sus labios de mis labios; sin despegarse por completo de mi rostro, pues este mantenía su frente junto a la mía- pero quiero ser tu tonto, permiteme amarte y ayudame a recordarte por completo, sé que es estúpido que te pida aquello, pero sé que a pesar de no recordar los momentos de los que hablas lo que llegué a sentir por ti jamás se fue- finalizó, dedicándome una sonrisa abierta; logrando que mi mundo colapsara por completo de felicidad- quiero estar junto a ti Danie, desde que te vi lo deseé, incluso cuando menos lo quería siempre eras tu la que estaba aferrada a mi pecho, sólo no te alejes de este tonto- añadió, jugando con nuestras narices.
-No porque me hayas besado significa que te he perdonado- sentencie, alejándome por completo de él.
-Tengo muchos más que pueden convencerte- respondió, tomandonado mi mano, atrayendome de nuevo hacia él.
-¿Quién dice que quiero tus besos?- pregunte fingiendo molestia.
-Me lo dijeron tus labios, la primera vez que te bese- acusó el teñido- aunque quieras escapar, no te lo permitiré Canela- sentenció, antes de volver a unir sus labios a los míos.
¿Este es el final? Podría serlo, pero qué de sus recuerdos perdidos y mis ganas de golpearle por tonto. Sin duda alguna este no es nuestro final ¿o sí?
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Mɪ ᴠᴇᴄɪɴᴀ [A.V]
Fanfiction"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" ― Julio Cortázar, Rayuela Podría ser llamada la chica más masoquista del mundo y es que no era para menos cuando aún me mantenía esperando por aquel amor que simplemente jamás...