1.- Azulesca

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- David, David, David, David, David, David – es lo único que retumba en mi cabeza con cada paso que doy por esta nauseabunda cuidad, llena de comerciantes, cerveza y fiesta, aun en pleno día la emoción del jolgorio me apestaba cada instante incesante en mis tímpanos.

- Vamos Sara, por Merlín concéntrate – me dije. Debo actuar con la cabeza fría y pensar donde pudo haberse escondido David Laxer ¿En una taberna? Como el borracho que es ¿En un establo? Con la sucia rata que le gusta ser ¿O en un hotel de lujo? Como el despilfarrador que siempre ha sido, desde mucho antes de conocernos. Realmente es difícil pensar como un idiota, pero debo hacerlo si quiero encontrar a otro idiota.

- Tazhar wujuh – conjuré y un mapa de la cuidad de Azulesca apareció en mis manos, mientras me encabuyaba en un callejón lleno de basura de feria para que nadie se fijara en la brujería, en la cuidad de Azulesca era difícil ver a una bruja y la discriminación era el último obstáculo que quería en mi camino en busca del maldito de David. El mapa me mostró 124 tabernas activas a esta hora, 25 hoteles y algunos establos en las afueras de la cuidad, la tarea no sería nada de fácil.

Al entrar a la taberna más cercana esa puta música seguía irritando mis oídos, es un constante bucle infinito de instrumentos de bronce y percusión que no acaba y sigue y sigue y sigue, hasta que la bebida se acabe y no haya un solo hombre en pie. Me acerco a la barra y el tabernero tenia peor cara que cualquiera de los muchas "personas" en el suelo. Justo arriba de él, un cuadro enorme de lienzo tierno adorna el lugar de una extraña forma, muy diferente a los demás, es un cuadro refinado y muy limpio, pintado de una forma magistral, bella y lo único que lo manchaba era este lugar lleno de pútrida gente. La pintura retrataba Azulesca, pero 100 años atrás, cuando las cosas eran muy diferentes por este lugar.

Azulesca era la provincia con mayor tráfico de turistas del reino de Vendaval, se fundó como símbolo de dinero para el rey, que veía en esta ciudad una manera de amasar dinero en grandes cantidades. Muchos empresarios de diferentes lugares apoyaron monetariamente el proyecto del Rey Uldric de Vendaval y se asociaron para comenzar con la construcción, primero se fundaron varios bares y tiendas familiares, luego fue el casino, luego la playa nudista, mas bares, mas negocios, más dinero, la avaricia del Rey Uldric de Vendaval pobló la cuidad no solo de entretenimiento si no de delincuencia, robos, asesinatos pasionales, trifulcas de juerga, crímenes y más crímenes. La gente que era residente en Azulesca, finalmente se mudó del lugar, quedando solo un pueblo de fiesta y sexo.

El Rey Uldric intento solucionar el problema y tratar de limpiar el lugar al menos de la delincuencia, pero fue francamente imposible, las redes de narcotráfico de drogas mágicas y no mágicas era de alto calibre, los ladrones eran los principales consumidores y las empresas asociadas negaron toda intervención para detener el progreso sucio de la cuidad. Aunque la imagen estaba totalmente destrozada de una manera brutal, cumplía con su objetivo de fundación, el dinero. Finalmente el Rey, no intervino y Azulesca se quedó como un agujero negro donde todos pasaban alguna vez en sus vidas.

Por mi parte, muchos años de mi vida los pasé entre estas calles llenas de sangre alcoholizada. Mis padres a su vez nacieron en Azulesca y por tratar de cambiar el destino que nos imponía cruelmente los adoquines, nos fuimos a vivir a Prikialtorn.

Ahí logre estudiar, educarme, hacer buenos amigos y también temibles enemigos, pero nada me había preparado para los sucesos posteriores, la Diosa Frexxa había augurado de mala forma mi camino, que infortunado al terminar como una ladrona de todas formas, pido perdón cada día en la memoria de mis padres por haberles fallado en ese sentido, no siempre podemos remar contra la corriente y para mí fue muy difícil no seguir la herencia que me dejaron mis progenitores. Pero eso acabará cuando encuentre a David.

- Busco a este hombre – le dije al tabernero, mientras sacaba de mi bolsillo exterior de mi abrigo de cuero y pieles, una foto del susodicho ladrón, mostrándosela al vendedor de menjunjes embriagantes – me serviría cualquier tipo de información o suposición sobre él.

Por alguna extraña razón dejó de limpiar el jarrón de cerveza que tenía en sus manos y su mirada se nubló al infinito. Lo miro esperando alguna respuesta cuerda, algún movimiento, más quisiera alguna pisca de educación a una pregunta importante, hasta que su boca babeante logró moverse para balbucear unas palabras.

- ¿Conoce algo sobre la Guerra de la cacería de brujas de 1745? – me pregunto saltando cualquier tipo de respuesta a mis preguntas. Manoseando entre mis recuerdos vagos, logro encontrar algunos documentos sobre ese hecho, pero la realidad es que no tenía ni puta idea, pero prefería mostrar cultura y mentir al hecho.

- He leído mucho sobre las guerras de nuestros ancestros – le respondí educadamente, algo que él paso por alto.

Acerco su cara a mí – Pues perdí la vista a causa de un hechizo de una de esas perras – dijo, mientras intentaba controlar mis manos que estaban a punto de golpear su feo rostro de puerco.

Las brujas, magas y hechiceras eran gente que se protegía mutuamente y un insulto a cualquiera de nuestras ramas, era insultar nuestro honor e historia. Las cacerías de brujas se volvieron muy populares luego de que cierto sector de los magos y guerreros del imperio, vieran en esta gente un peligro total en el equilibrio del poder mágico. Los humanos envidiosos de los brujos que lograron adquirir magia sin haber recibido un lazo sanguíneo o descendencia directa, convencieron a los humanos del peligro inminente para su gremio, el solo hecho de que este pelafustán fuera uno de esos humanos que intervinieron en el pensamiento mágico para que miles de brujos y brujas murieran en las cacerías, es un hecho que me hierbe la sangre a tal grado que mis puños ya quieren ser rociados con la sangre de este viejo inútil. Pero David es el objetivo y debo guardar la calma.

-Siento mucho su perdida, pero vea el lado positivo – le refute con tono irónico y mire a mi alrededor – tienes una taberna, llena de buena gente – mire a mis pies y el vómito corría entre las grietas de la madera – y gracias a una bruja no sufres la tortura de tener que mirarte a un espejo, deberías de estar agradecido.

El viejo lanzó una risa – Tienes más huevos que mucho de los hombre y guerreros que han pasado por estos lares, es admirable que una bruja tenga tal carácter frente a un humano – lo miré con recelo al ver que había desnudado mi identidad – puedo oler la magia a metros y la tuya es muy fuerte, si realmente estas buscando a alguien debes hablar con los tuyos.

El tabernero cara de puerco, me habló de una casa en el centro de la cuidad, donde viven varias brujas que escapan de los constantes juicios indiscriminados, según él ahí podría encontrar toda la información necesaria.

En ciudades como Azulesca era muy común ver robos a montones, bolsas de oro rotas, aprovechamiento de los estados etílicos, busca y rebusca de sacar algún beneficio de las confusiones, de las multitudes gigantes. Pero no era tan común lograr ver a magos recatados y únicos de las selecciones de Rey Uldric, era gente de alta alcurnia, ligados a las estirpes supuestamente más nobles de la Era de la Magia, parte de aquellas familias que fundaron las ciudades hace más de cinco mil años. Si, era extraño ver a magos así en una ciudad como esta y un deleite para los ladrones que quiere sacar un beneficio, ladrones como David, ladrones hábiles, certeros y expertos en los conocimientos de los pergaminos de hechizos. En la plaza central los guardias reales de Vendaval rodeaban el perímetro buscando a los culpables del robo que aquejaba a los magos de la corte, ellos en una equina se cuestionaban sus acciones al venir en busca de bebida y diversión, encontraron el más rufián de los destinos, por mi parte quería ir directo a la casa de alojo de las brujas, pero encontrar una pista como esta en el camino, me condujo a tomar un camino más largo a mi destino.

Estoy muy seguro de que David está detrás de todo esto y el hechizo robado en cuestión no era moco de trol, hablamos de uno de los pergaminos más poderosos en la historia de la magia y si realmente está en las manos del imbécil de mi ex novio, nada bueno podría pasar.

Sarah, Ladrona de Hechizos: La esfera de los destinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora