Hace miles de años en las lejanías de las pueblos helados del norte en las tierras desconocidas por el hombre, cuando estos aún no existían, ni tenían el don de la razón, la fuerza y la magia, los dragones dominaban el mundo con su sabiduría milenaria, todo gracias a un artefacto del cual se desconoce su origen, pero se sospecha que estaba mucho antes de la creación del universo, hablamos de La Esfera de los Destinos.
Esta esfera mágica era cuidada en el Templo de los Destinos, por los 5 grandes sabios dragones. El poder de este artefacto era algo que aún ni los mismos reptiles podían controlar, se cree que puede modificar el tiempo y el espacio, que es la puerta entre las diferentes dimensiones, pero eso es lo mínimo que puede hacer, su real poder recabe en poder controlar lo que sucederá en el futuro. Aquel que posee La Esfera de los Destinos puede hacer hasta lo inimaginable, desde destruir el mundo y cada persona en él, hasta crear universos y planetas. Destruir, crear, transformar, desechar, cambiar, el poder de la esfera es infinito.
Los dragones tenían la habilidad de controlar algunos de los poderes mencionados anteriormente, pero no los utilizaban, porque una pequeña modificación en el universo podría afectar toda la existencia de este. Los sabios juraron nunca utilizar semejante poder y que protegerían con su vida le artefacto para que nadie jamás pudiera quedarse con el.
Un día los dragones discutían ya que uno de estos, moriría pronto, al superar la edad de diez mil eones. Todos tristes por la noticia, decidieron averiguar cuanto le quedaba de vida a su compañero, mirando dentro de la esfera. Pero como una maldición de conocimiento, verdad y atrocidades, vieron mucho más.
Vieron las guerras que se avecinaban, la voluntad del mago, la lucha eterna entre la magia y la razón, pero también vieron algo que les preocupó aún más, vieron como un mago los derrotaba y robaba la esfera.
Los sabios tras debates, conclusiones y discusiones, llegaron a una consumación de que no debían intervenir en el futuro y que cuando ese momento llegara, estarían preparados, pero uno de los sabios no pensaba igual, él quería matar al mago mientras fuera aún un infante, débil, frágil y así conservar el destino amable, en la esfera. Al ver rechazadas sus propuestas, el sabio dejo el templo y se embarcó en la búsqueda de los magos.
Viajó por los eones de las eras y jamás encontró a aquellos que decían llamarse magos. Ya cerca de la muerte, para inmortalizar esta búsqueda, decidió crear al humano augurando que esta raza consiente sería la descendiente de la acometida en busca del mago que destruiría el universo.
El humano como un infortunio maldito, al ser consciente de que debía proteger una energía tan grande, extendió su raza gracias al poder del dragón, creando la magia, a los magos y los guerreros. Suscitando el primer imperio del hombre.
Los cuatro sabios restantes, desde el Templo del Destino, se enteraron de esta catástrofe, de que los humanos habían extendido sus reinos a un nivel colosal, aniquilando a toda criatura dentro de sus tierras y enalteciendo su poder. Nuevamente discutieron sobre si ellos debían intervenir en el futuro, esta vez decidirían que sí.
Una guerra entre los dragones y los humanos dio el paso a la naciente gran guerra de la primera era, en la cual finalmente la raza que el sabio dragón había creado, supero su propio origen. Los dragones habían muerto y la esfera se quedaba sin protectores. Los magos reclamaron su poder y juraron protegerlo, sin importar las consecuencias.
Para que nadie pudiera intervenir en esta misión las generaciones venideras no debían tener conocimiento de este poder, quedando todo en el olvido.
-¿Elly como conseguiste la esfera? – le pregunte mientras interrumpía su historia.
-Soy la descendiente directa de los guardianes de la esfera, aquellos primeros hombres en poblar estas tierras, lamentablemente soy la última de mi estirpe, ya no queda nadie más que tenga la sangre de los dragones, lo único que me mantiene con vida es la esfera, sin ella estoy condenada a morir – dijo mientras tocia sangre y se retorcía del dolor.
-¿Qué haremos ahora? – pregunte acongojada al ver semejante problema.
-Debes recuperar la esfera y traérmela, tú conoces mejor que nadie a David – me dijo ya casi con los ojos cerrados - ¿Cual crees que es la razón por la que Davidrobó la esfera?
-El roba hechizos y objetos mágicos para vendérselos a poderosos magos corruptos o hombros de poder político y económico – le respondí.
-Debes atraparlo, explicarle todo lo que te he dicho y traer de vuelta la esfera.
Eso fue lo último que pudo pronunciar Elly antes de quedar sin habla, Marie y Dorothy se quedaron en la cabaña cuidándola, mientras yo fui tras David.
Así comenzó la búsqueda del ladrón.
Mirar el techo nublado con los gases que rodeaban la habitación de las tres brujas, solo lograron traerme recuerdos, sobre la misión que me ha encargado el destino, pero tengo cosas de que preocuparme en estos momentos, David esta inconsciente babeando en mi hombro y las tres brujas preparan algo que no huele nada bien ¿Qué más podría pasar?
-¿Ya está todo listo Clotona? – le decía Ahisa a la más rechoncha.
-Está todo preparado, es momento de ir a conjurar el hechizo al bosque.
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Sarah, Ladrona de Hechizos: La esfera de los destinos.
FantastikSarah es una bruja que persigue incansablemente a David, un ladrón que hurto un objeto que hace peligrar el destino de todas las tierras conocidas por el hombre. ¿Pero que tanto se conocen estos dos personajes? Mucho más allá de los robos, eso esta...