Golpeamos la puerta de madera robusta, una y otra vez, la noche ya asomaba y la vida del niño corría peligro cada segundo. Mientras tanto, intentaba socorrer a la madre y despertarla de alguna forma de su sueño profundo. Hasta que al fin alguien responde a nuestra desesperada llamada.
Los sacerdotes tomaron al niño y lo llevaron directamente a la enfermería del monasterio, generalmente los mejores médicos magos se alojaban en los monasterios de las diferentes facciones, ya que las gigantes y ancestrales bibliotecas de estos edificios, hacían del estudio de las artes médicas antiguas una tarea mucho más fácil. En la actualidad el Doctor Adrue River, se nutre de los conocimientos Frexxianos, una suerte para el pequeño moribundo, ya que el Dr. River, era un laureado médico, cirujano y mago de la cuidad capital, Vendaval.
-¿Cómo está el niño? – le pregunte al doctor, su madre lamentablemente aún seguía inconsciente, descansando.
- El niño está bien, aunque perdió mucha sangre, momentáneamente está estable, logre cerrar su herida – los cirujanos magos, usaban casi el cien por ciento de las veces, la magia para operar, en este caso el hechizo Vetileo cauterizó la herida, deteniendo la hemorragia – es necesario hacer una transfusión de sangre lo antes posible y para eso necesitamos a la madre – David y yo como los únicos cercanos a los accidentados, dimos la venia para que el doctor pudiera extraer sangre lo antes posible de la madre y así poder salvar al niño.
Uno de los jóvenes adeptos nos lleva a nuestras habitaciones, en la caminata por las escaleras infinitas entre las grandes torres traseras del monasterio, lugar de las habitaciones de los huéspedes, intentábamos tener el menor contacto posible con el novato monje del lugar, pero su infinita amabilidad y curiosidad por el mundo exterior, hacía que habláramos más y más, en especial un pequeño espectro que me acompañaba.
-En ese entonces, era solo un jovenzuelo, que con catorce años ya había conseguido salir vivo de la temible espesura del Bosque Naranjo – alude el egocéntrico compañero de viaje.
-Eso es impresionante señor David – le responde impresionado por la valentía que recorría su cuerpo, el Bosque Naranjo era uno de los lugares más peligrosos dentro del reino – pero me surge una curiosa inquietud.
-Pregunta, pequeño camarada – sonreía David, le encantaba ser alagado por los niños que creen todas sus historias.
-Esa espada... es igual a la que vi en un libro, aquí en el monasterio... el Filo que nunca acaba, el que es infinito, el acero que nunca muere – el joven observaba sin cesar el diseño de la espada que le colgaba de la cintura a David.
-Es la herencia de mi padre, de mi familia – el niño lo mira, mientras David con añoranza observa su espada.
-¿Dónde están nuestras habitaciones? – interrumpí la conversación, antes de que David revelara información de su origen, información que podría ponernos en peligro.
-Sí, ya casi llegamos – responde el pequeño sacerdote.
Abrimos una gran puerta de madera, el extenso cuarto tiene cuatro camas de suaves sábanas blancas en su interior, en una de ellas la madre del niño herido, que despertaba de su inconciencia con el fuerte chirrido que provocaba el metal de recubierto de la puerta deslizándose por el piso.
-¿Quién es? – pregunta la madre, aún asustada después del traumático episodio en su vida.
-Tranquila, somos nosotros – le respondí, el monje nos despidió con una reverencia y se retiró a su respetivo aposento.
-Díganme por favor que mi hijo está bien – preguntaba temerosa.
-Lo está, un doctor acaba de cerrar su herida, no morirá – la madre por fin calma su corazón y su alma, comienza a respirar aire puro, en silencio y paz - ¿Cómo te llamas? ¿Y qué sucedió? ¿Qué le paso a tu hijo? – las ansias de saber que ocurría, me pueden, un sentimiento compartido que incesante llegaba a mi mente, me conmueve. David se acercó a mí y puso su mano en mi hombro.
-Me llamo Mary Loppter y fuimos atacados salvajemente por bandidos, lacayos de la familia Steimberg – David y yo cruzamos una mirada cómplice instantáneamente, el destino nos unía a una pista sobre Damian Steimberg – mi marido le debía a Damian Steimberg más de 20.000 disprutas, obviamente nunca pudimos pagar el dinero.
-Sigue con la historia Mary, por favor – le pido a la acongojada mujer.
Hace quince años mi esposo Alexander Loppter, había hecho tratos con Damian Steimberg, por eso años, aún no era el gobernador de Gloria y nadie pensaría que luego obtenida tanto poder dentro de las Tierras de Torn, controlando la economía y comercio de Fiskertor, acompañado de la agriculturas y productos de Prikialtorn, convirtiéndose en la persona más poderosa dentro del Reino de Vendaval, aún mucho más rico e influyente que el mismo Rey Uldric. Fue en esos tiempos donde amasó su fortuna, que mi familia pasó por horrendos tiempos, llenos de deudas y asaltos frecuentes en nuestra pequeña granja cerca de Desembarco de los Errados. Mi marido desesperado le pidió dinero a Steimberg para salvar la granja y seguir nuestra vida como siempre, pero más que una solución fue un problema. Los matones que comandaba golpearon infinidades de veces al padre de mi hijo, no nos dejaban vivir tranquilos, la deuda cada vez era más grande gracias a los intereses y finalmente tuvimos que vender la granja e irnos a vivir al Mercado Negro a las afueras del Bosque Mediano, donde logramos subsistir por algún tiempo, hasta que los bandidos de Steimberg nos lograron localizar, escapamos a Azulesca, nadie nos dio refugio, luego a Frexxa, Vendaval, corriendo en círculos infinitos mientras nos pisaban los pies, en las ciudades éramos enemigos públicos y en los pueblos todos nos reconocían como asesinos, bandidos y ladrones, éramos la plaga de escoria, una peste, una enfermedad, nadie nos quería cerca, nadie quería tener problemas con el imperio oculto, el verdadero dueño de Vendaval, el magnate y poderoso Damian. Finalmente cerca del puente del río oculto, capturaron a mi esposo, que gano tiempo para que pudiéramos escapar, muy cerca de las ruinas de nuestra querida granja los bandidos nos alcanzaron el paso y mi hijo en un intento desesperado pretendió atacar a los bandidos, donde un puñal le atravesó el estómago.
-Steimberg es un hombre temible – dijo David – alguien debería acabar con la vida de esa alimaña.
Miro a David, pidiendo con mis pupilas que calmara sus ansias de venganza – pronto David – voltie la cabeza hacia la débil mujer, que apenas podía mantener la cabeza arriba – Mary, también tenemos asuntos que resolver con Steimberg, necesitamos localizar su paradero y cualquier indicio que nos proporciones nos servirá.
-No sé mucho, hemos estado escapando por años, pero todos por esta zona saben que los bandidos de Steimberg tienen su guarida en Desembarco de los Errados, en medio del cementerio de barcos, lograron entablar un campamento el cual sirve como punto de control para poder tener el poder en esta zona. Los grandes barcos encallados en las orillas de esos acantilados, finalmente se convirtieron en una ciudadela, un castillo de madera robusta construido entre los cuerpos de los grandes acorazados de las antiguas guerras... hay cientos de soldados ahí dentro – nos miró – no vayan, busquen información de otra forma, ahí lo único que encontraran es la muerte.
-Somos expertos de las sombras – le afirmo
-Como serpientes en la arena – añadió David.
"Como serpientes en la arena" el lema de los ladrones de Vendaval, me recordó los viejos tiempos como ladrones, mi vieja vida en las sombras.
Siente capitulo: Como serpientes en la arena.
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Sarah, Ladrona de Hechizos: La esfera de los destinos.
FantasySarah es una bruja que persigue incansablemente a David, un ladrón que hurto un objeto que hace peligrar el destino de todas las tierras conocidas por el hombre. ¿Pero que tanto se conocen estos dos personajes? Mucho más allá de los robos, eso esta...