¿No fue como esperabas?, lastima...
Capítulo 11
— ¡Maldita sea! —grite golpeando la pared. Mis ataques de ira iban en aumento cada que un nuevo problema se presentaba, ya eran 3 en la semana y no sabía la causa de ninguno de ellos. Estaba harto de la situación, alguien jugaba con la maquinaria y hacia averías por aquí y por allá al grado de perder un lote completo de carrocería. Los jefes vendrían y cortarías cabezas... y cortarían la mía si no encontraba al culpable.
No tenía más alegría en mi vida, todo era aburrido. Hasta llegar a la casa con Melisa era algo que no me provocaba a nada; sabia de sobra que ella quería que la atendiera de muchas formas pero simplemente no podía, no sentía mi cuerpo reaccionar a sus besos y caricias. El sexo era aburrido, a lo mucho una posición y un orgasmo suyo y se acabó. Mi vida estaba cayendo en una monotonía que me comenzaba a matar...
— ¿Qué paso?, ¡Escuche un golpe muy fuerte y...!
— ¡LARGO! —corrí a Melisa de mi estudio, se había mudado a vivir conmigo. Me estaba volviendo loco de ver su rostro por todos lados.
— ¿Pero qué pasa? —dijo tratando de calmarme, obviamente no podría.
— ¡TE DIJE QUE TE LARGARAS DE AQUÍ!
— ¡No me grites! —trato de defenderse y en ese momento volví a golpear mis nudillos contra el concreto de la pared.
— Dime... ¿Dónde estabas cuando fue el fallo de la maquina 5? —dije mirándola con furia.
— ¡Ya te dije que era mi hora de descanso, salí con Fanny a comer algo! —se defendió sabiendo que necesitaba saber dónde estaba cada quien.
— ¿Y qué carajo paso con el mantenimiento de las maquinas?, ¿Por qué descubrí que esa máquina no tenía mantenimiento desde hace poco más de 6 meses?, la última vez fui yo mismo quien le dio mantenimiento y justamente el tiempo que lleva sin este es el tiempo que tu llevas trabajando en la maldita empresa.
— No sé qué paso y no me eches la culpa a mí.
— ¡¿Como que no?!, ¡¿Quién era la maldita encargada en ese tiempo?!
— ¡Tú!
— ¡Tú eras la encargada de revisar el mantenimiento!, ¡Si no trabajas dime y te despido de una maldita vez!
— ¿Sabes qué?, ¡Jodete!
Y salió disparada de mi estudio. Aquellos problemas que había encontrado estaban siempre en su área y había de dos, o ella no hacia su trabajo o ella los provocaba. No había más preguntas, más conclusiones, estaba seguro de que algo raro pasaba.
Vivir con Melisa era un completo fastidio. Siempre estábamos peleando y, creo, la única vez que no peleamos fue en la boda y en la noche de bodas. Me estaba fastidiando todo, el carro, el trabajo, la casa, Ricardo, Adler y Melisa...
Y todo eso sumado a no saber dónde carajo estaba Juliette. No sabía dónde había ido, con quien, por qué... me quebraba la cabeza en las noches tratando de dar con una pista de ella y solo lograba ponerme a llorar en el baño para que Melisa y sus preguntas no interfirieran. Mi vida se estaba viniendo hacia abajo y yo no sabía cómo encontrar una razón para seguir cada día, solo mi voluntad por no fracasar... odiaba fracasar...
ESTÁS LEYENDO
Tres Centavos De Felicidad
RomanceJuliette es una preciosa chica pelirroja de 25 años, inteligente, bella, madura y de voluntad férrea que obtiene todo lo que quiere. Su profesionalismo en su trabajo es lo que la a llevado tan lejos como ahora lo esta, siendo una de las mejores paga...