Capitulo 16

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Desperté la mañana siguiente, pude ver a mi mamá por la ventana del cuarto mientras firmaba la carta de mi salida. Había una maleta sobre mi cama supuse que era mi ropa, quise levantarme pero casi no podía apoyar mi cuello y mover mi cabeza. Justo al sentarme sonaron los aparatos que informaban que algo estaba mal, entro el doctor con mi madre detrás y la enfermera quiso volver a acostarme.
- No no no me toques- Dije rápidamente y me pase la mano pr detrás del cuello sentí el collarín que me rodeaba.
-tiene que recostarse - dijo amablemente. -Puede lastimarse más.
-estoy bien.
-Mira alondra si no té recuestas, puedes lastimarte y quedarte más tiempo.-repitió el doctor.
-Solo déjeme cambiarme e irme.
-Solo con cuidado la enfermera la va a vigilar.
Mi madre solo me miraba, enojada y fría. Me acerqué a la mochila y empece a vestirme, era un conjunto de un pans gris con su chamarra y una camisa de tirantes estilo licra color negra, tome por último mis converse negros y me los puse.
Cuando salí mi madre ya había firmado todo, Miguel y Juan estaban en la recepción esperando.
-Alo te ves mejor, ¿como te sientes? -Dijo Juan.
-Mejor! No siento mi cuello, pero bien.
-Vámonos, alondra.- Gritó mi mamá desde la entrada. Voltee los ojos.
-Creo que me debo de ir, La doña esta de malas - Murmuré lo ultimo en modo que mi mamá no me oyera.
Me dirigí al carro con mi madre, nos subimos.
-¿Que más? ¿Que más te tendré que aguantar alondra?- dijo mi mamá molesta.
-¿Ahora que?- conteste
-Sabes cuanto costaron los gastos del hospital lo que pague por tu culpa y tu muy agusto con tus amigotes aya quien sabe dónde- dijo con tono de reclamo
-Si te molesta haber pagado té lo repondré pero ya basta de reclamos, como si me mantuvieras, ni me vez en todo el día y te molesta venir a firmar mi salida.
Me miró y ya no dijo nada solo arrancó el coche y todo el camino siguió callada.
Al girar la esquina para llegar a la casa, me di cuenta que había una moto estacionada afuera de mi casa y se veía a un chavo parado al lado con el casco puesto. De principio pensé que era Juan, pero esa no era su moto y además nos acabábamos de ver en el hospital. Una vez que mi madre se estacionara, el chavo se quitó el casto, era Chava que de seguro estaba preocupado, baje del carro y camine hacia el con las manos en los bolsillos del suéter y sin mirar a otros lados gracias al collarín.
-Hola Chavita - dije al estar más cerca.
- Hola Alo, te vez muy bien al menos mejor. ¿Que tal el cuello?
-Bien me repondré en unas semanasmás, estoy segura. -Sonreí falsamente.
-Estoy seguro también, no quise ir al hospital me imaginé que estaría Juan y Miguel ahí. -Explicó
-no te preocupes estás aquí, estás aquí es lo que importa.
Platicamos un rato ahí afuera, pero de repente no me sentía bien así que tube que despedirme y entrar a casa.
Llegue a mi cuarto me recosté cuidadosamente mirando al techo pensando en lo que Juan había dicho mientras creía que yo dormía quizá tenía razón, quizá primero tenía que vivir un poco antes de intentarlo al lado de él, Pero que iba a pasar si se enamora de otra más que de mi o al revés. Que me está pasando. Esto pensaba hasta quedarme dormida.

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