—¡Sorpresa! -destapó sus manos de los delicados ojos de su novia, logrando una gran sonrisa por parte de los dos.
A Laura se le iluminaron los ojos al ver aquel paisaje que tanto le gustaba. Era su aniversario número cinco, y se encontraban ubicados en un restaurante con una vista panorámica de la playa acompañado con una hermosa caída del sol adornado de varias tonalidades de colores.
—Esto... es ¡Asombroso! ¡Gracias Ross, te amo! —sus brazos rodearon su cuello poniéndose de puntitas para darle su merecido beso, mientras que el rubio no dudó en cargarla y darle una lenta vuelta.
Ross cedió el asiento a su dama para luego sentarse él en unas cómodas sillas junto a la mesa reservada acompañada de velitas y una rosa al centro.
Laura llevaba un lindo vestido largo rojo y Ross un elegante terno con una pequeña rosa en su bolsillo del pecho. La ocasión era formal ya que el restaurante "Dupont" es uno de los restaurantes más finos de la ciudad.
La castaña suspiró admirando el paisaje mientras el rubio no dejaba de contemplarla a ella. Él sabía lo mucho que le encantaba estos tipos de lugares.
¿Como pasó todo? Tras la recuperación de la memoria de Laura hace cinco años atrás, Laura tuvo que volver al hospital para darle su última observación para así, darle de alta, siempre teniendo apoyo de su novio Ross. Por otro lado, él cambió, ya no era egocéntrico ni mucho menos fastidioso con ella, al contrario, se la pasaba de maravilla con Laura, apoyándose siempre mutuamente y así, terminando el curso de la universidad para así, hacer su vida juntos.
El mesero llegó para brindarles el menú que Ross ya había organizado antes. Mientras Laura seguía contemplado el área, Ross se percató de que todo saliera bien tal y como lo había planeado.
Al haber degustado y de una buena conversación entre ellos dos, Ross sujetó las manos de Laura nervioso.
—Me alegra mucho de que estés conmigo -agradeció él cabizbajo por su timidez.
Laura sonrió sonrojada.
—Siento lo mismo... Que a pesar de todo lo que pasamos, seguimos juntos.
—Y eso no cambiará -agregó mirándola a los ojos.
—No sé como pasó todo esto... Sólo -suspiró-. Sucedió. Nunca me imaginé que el chico más fastidioso del mundo -exageró riendo-. esté conmigo celebrando nuestro aniversario.
—Y la chica más fastidiosa del mundo -la imitó-. sea mi esposa.
Laura abrió los ojos como platos y se paró del asiento, llevando sus manos hacia su boca tapándolas del asombro al ver a Ross sacando algo que parecía ser de su bolsillo, arrodillándose al frente de ella.
—Laura Marie Marano, desde que te vi, nunca pensé que serías el amor de mi vida. Y después de pasar momentos malos, supimos resolverlos juntos. Somos un gran equipo, eres mi otra mitad. Sin ti, yo no sería nada. Te amo y nunca me cansaré de decirlo, eres la persona que me ha ayudado mucho y que ayudará por siempre al igual que yo a ti. Y en este momento tan especial, te quiero decir... ¿Quieres ser la futura de Lynch? Y la madre de mis próximos hijos.
Laura seguía en shock, Ross se paró para tocar sus manos pero ella directamente lo había abrazado.
—Sí, ¡claro que sí! —exclamó abrazándolo más mientras que él la había cargado dándole una vuelta.
Al momento de bajarla, Laura lo miró y se acercó para darle un beso largo y apasionado. Ross la agarró de la cintura apegándola más hacia él mientras que ella no dejaba de tocar su cabello.
—Te amo -dijeron al unísono, y lo cellaron con otro beso más frente al mar que no dejaba de dar oleajes.
Al fin al cabo, desearon lo que siempre habían deseado, su felicidad. Después de tanto esfuerzo, lo lograron. Y es así como la vida te puede dar sorpresas ya sean buenas o malas, al final, después de todo lo malo, lo bueno siempre triunfará.