Por Favor, Recuerdame |Raura| |Completado|

Capítulo XXXVIII

FINAL 

Se me agrandaron los ojos con unos tonos brillantes diría yo. Después de tanta espera Laura ya había despertado. 

Muchas emociones sentía adentro de mi, hasta tenías las ganas de saltar desde un quinto piso o correr feliz por todo el hospital. Fuegos artificiales sentía en mi corazón.

Puros sentimientos tenía mezclados. Era el día en que Laura me podrá ver de nuevo. No aguanto las ganas de correr y abrazarla y decirle "Por fin estás conmigo" y esta vez para siempre por que de ahora en adelanta no permitiré que alguien le haga daño.

—¿Ross? 

Sacudí mi cabeza saliendo de mis pensamientos con una gran sonrisa. Tomé valor y me paré de mi asiento a buscarla.

—¡Espera! —me interrumpió Rydel.

Me devolví. Estaba tan feliz que podía soportar cualquier cosa en este instante.

—Todavía está en recuperación. El doctor pronto nos dirá para poder visitarla —agregó Rydel feliz al igual que yo.

Resoplé. Puse mis manos en mi bolsillo y me senté a esperar. 

Estaba muy nervioso y emocionado a la vez. Mis manos temblaban y por eso las ocultaba. 

Al fin hay un momento de paz.

—Te agradezco mucho —me interrumpió el padre de Laura.

Subí la mirada con esperanzas de que estuviéramos al menos, siendo buenos amigos, y un buen suegro para mi.

—Tu valentía me demostró que para ti, nadie te detiene —tomó asiento a mi costado, le dí espacio.

Estaba orgulloso de mi por las grandes hazañas que hice. Me he esforzado mucho por algo que quiero. Mejor dicho, amo, y ese esfuerzo es por mi Laura. Mi castaña, mi pequeña chica renegona y adorable.

Dios, la deseo conmigo ahora.

—Hemos visto las noticias. Digamos que empezamos a preocuparnos, y mucho. Y más que supiéramos después que tú estabas ahí dentro —me palmeó la espalda.

Sonreí recordando aquel momento trágico que logré superar y al menos entender que mi familia sí se preocupa por mi.

Esperen un momento. ¿Y donde está Mr. B?

—Mr.B, Andrew y yo empezamos con la investigación. 

—¿Me llamaban? —nos asustó por completo Andrew atrás de nosotros.

El padre de Laura soltó un suspiro al igual que yo.

—Andrew casi me matas —agregué a lo cual rió el señor Damiano.

—Sí —rió y nos saludamos con un saludo de manos especial, lo hacíamos desde que iniciamos la investigación con Mr. B que hasta ahora me está preocupando.

Tengo que admitir que ahora Andrew y yo somos amigos.

—Les tengo que agradecer a los dos por ayudar al caso de mi hija —volvió a agradecer Damiano mirándonos satisfecho.

—Gracias, pero todo el crédito se lo lleva Ross —me señaló—. Él hizo de todo para salvarla ¿Sabe? Con solo mirar la herida que tiene en su cabeza basta —empezó a halagarme.

No aguantaba muchos halagos. Soy una excelente persona.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

—¿Y que hay de Mr. B? —interrumpí preocupado.

—Bueno —empezó a entrelazar sus manos el señor Damiano—. Fui a su funeral —agregó cabizbajo.