Tentación Prohibida (Lauren Jauregui y Tu)

CAPITILO 4

➡Cosas Inesperadas⬅

Una semana después.

La semana se había pasado muy rápido y en ese transcurso llegaron una que otra chica, yo la mayoría del tiempo me la pasaba en mi habitación con Yareli escuchando música o simplemente platicando.

La directora no se volvió a aparecer por los dormitorios y debido a eso no sabíamos quien seria nuestra compañera de habitación.

–Oye me estoy muriendo de hambre vamos a comer–dijo Yare tocando su estomago.

–Claro, sirve de que busco a la directora para preguntarle quienes serán nuestras compañeras de cuarto y a que hora empezaran las clases mañana.

–Pues vamos

Salimos de mi habitación y nos dirigimos a la cafetería. Eran las 8:30 p.m y decidí que mejor buscaría a la directora para saber las clases que tendríamos.

–En unos momentos regreso –le dije a Yareli. Camine hacia el primer edificio y entre.  Aun no sabia donde quedaba la dirección así que camine sin rumbo fijo.

Estuve bastante tiempo caminando. En el edificio no había nadie todas las chicas estaban en sus respectivas habitaciones. La mayoría de ellas platicaban de como habían estado durante el tiempo que no se vieron.

Los pasillos estaban vacíos, solo habían algunas luces que alumbraban el lugar,  desde las ventanas se podía ver la oscuridad de la noche.  Ni siquiera había luna.
Mientras seguía caminando escuchaba voces pero no sabia de donde provenían.

Yo se quien eres,  yo te diré la verdad–decía la voz era un poco tenebrosa ya que sonaba muy fría.–ven a mi y lo sabrás todo

Por mucho que intentaba buscar de quien era la voz, no conseguía saber de donde provenía. Todos los pasillos estaban muy solos y empezaba a pensar que podría haber fantasmas.

Decidí olvidar lo que escuche y encontré a alguien parada de espaldas. Traía el gorro de su sudadera puesto y sus pantalones eran negros. Me acerqué con el fin de preguntar en donde quedaba la dirección.

Antes de que me pudiera acercar más,  la persona se dio la vuelta.  Era una chica.  Sus ojos eran morados, el contorno de los mismos era negro,  sus labios eran oscuros y traía varios tatuajes. Se veía demasiado mal,  como si estuviera enferma.

–¿Estas... Estas bien? –pregunte nerviosa, esto me estaba preocupando.

–Ya estas a poco tiempo de ser como nosotros–Decía misteriosamente– Solo nosotros te podremos ayudar

Esto era extraño, no conozco a aquella chica y se esta comportando como si eso fuera cierto. Se estaba acercando a mi, en sus ojos se veía maldad y frialdad.

–Trataras de buscar explicaciones y yo se donde encontrarlas tienes que saber que lo que te conviene es estar con nosotros– Cada vez se acercaba más a mi. Tenía el presentimiento que esto no era nada bueno así que me alejaba.

–¿Que es lo que quieres?– pregunte desafiante.

–Lo que yo quiero pronto lo conseguiré – sonrió fríamente– Aun no estas preparada y menos tienes idea de quien eres por ahora solo necesito que sepas que tu pronto estarás de mi lado.