Tentación Prohibida (Lauren Jauregui y Tu)

CAPÍTULO 10

👉¿amistad?👈

Quizá no era tan malo compartir una habitación con Lauren, a decir verdad no había convivido mucho con ella y después de aquel beso pues no habíamos vuelto a hablar aunque si nos veíamos.

Ninguna dijo nada durante un largo tiempo, al entrar en la cabaña todo seguía silencioso a excepción de la corriente del Mar, no iba a decir nada así que solo me fui buscando una habitación y al darme cuenta que solo había una bufé.

–Tiene que ser una broma– Lauren susurro a mis espaldas dejando caer su maleta.

–No la Es– solté un pequeño gruñido mirando de reojo a la chica de ojos verdes que miraba la habitación cruzada de Brazos.

Analizando bien la cabaña estaba pequeña aunque si tenia una cocina bien equipada pero poco espaciosa, una pequeña sala que constaba de un sofá grande y una pequeña pantalla, además de la habitación que únicamente contenía una cama.

–Puedes quedarte en la cama, yo me quedare en él sofá de la sala. Pero eso si, mis cosas se quedan aquí – No escuche que dijera nada así que supuse estaba de acuerdo o no quería hablar conmigo.

Simplemente deje mi mochila sobre la cama, me senté en el sofá y mire la televisión por un par de horas mas hasta que se hizo tarde, cuando fue así salí de la cabaña sentándome en la entrada.

Escuche pasos cerca pero ignore eso yo solo miraba él maravilloso océano. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro y cerré mis ojos.

–¿Segura que no me pasara nada? – la niña pregunto temerosa a su madre mientras él agua fría tocaban los pies de ambas.

–No, estoy segura que estarás bien. Confía en mi –Sin soltar la mano de la pequeña la madre guió a su hija adentrándose en él agua.

Al principio sintió muy fría en agua y luego se adaptó a ello. Él padre de aquella pequeña veía a su esposa e hija con una sonrisa.

–¿____? ¿estas bien?– Cuestionó una voz y abrí mis ojos rápidamente viendo a Yareli frente a mi sentándose a mi lado.

Asentí sin decir nada.

Hubo mucho tiempo donde nos quedamos calladas él sol seguía distinguiéndose y suspire. Mire mis manos y mordí mi labio mientras lo hacia, aun no olvidaba aquella luz verde que surgió de ellas. Yareli casi parecía estar durmiendo últimamente ella tampoco dormía muy bien al parecer.

Cuando trate de mover a Yareli se me hizo imposible ya estaba durmiendo. Trate se recordar con quien le tocó y en cual cabaña.  La levante como pude y me dirigí rumbo a donde ella debía de dormir.

No había nadie cuando entre, quizá como todos debía estar de compras por la ciudad a escondidas, por lo que sabia era que Anderson no quería que salieramos de las cabañas más que para nadar. Deje a Yareli en la cama que había y enseguida salí de ahí, él sol estaba a nada de meterse y todo oscurecería. Mire en dirección donde él sol entraba y pude ver que más lejos de ahí había una pequeña muralla de rocas, después pensé en lo que sucedió ayer. Quizá si iba y trataba de hacerlo de nuevo pueda ver como funciona aquello.

Entre en mi cabaña y cambie mi ropa por un traje de baño, corriendo en dirección al mar me adentre en él estando bastante lejos de la orilla así que me dirigí a las rocas que anteriormente había visto.

Casi antes de que llegara las olas comenzaron a golpear fuertemente, un aire intenso inundo él lugar y la corriente me arrastro a la orilla, mi cabeza impacto con una de las rocas y me queje en voz alta. Un grito me hizo levantarme rápido, mire en todas direcciones y a lo lejos pude ver a una chica, no alcance a distinguir quien era pero la corriente no la dejaba nadar bien.