"Amor", le llaman al juego morboso de perder la cabeza, sensación temporal de infinita inconformidad, placeres forzados que fingen tranquilidad y mansedumbre, ilusión forjada en lo más profundo del ser, imposible de ver a quien se encuentra empapado en él, "felicidad" momentánea vestida de confusión, no es más que la reacción del instinto erróneo e irrefutable, limitación intencional de la razón humana, inapropiado sentimiento temeroso de la soledad, convaleciente efecto que no le importa sacrificar, estrangular y arrancar todo sentimiento de acrecentamiento del poder mismo, forzar vínculos con otro ser, obligándonos a ser dependientes del mismo, aunque lo nieguen pues es parte de este efecto mórbido nunca aceptarlo, supongo que les apasiona el exilio de la tranquilidad, ese ruido mísero adoptado y adornado por milenios sofocando así la verdadera importancia del pensar, maquillando el instinto sexual con poesía y literatura contemporánea.
En un vasto campo donde solo se intenta incrementar la "pureza" de las intenciones solo se limita un desarrollo natural al ser dependiente de uno mismo, al no necesitar ser u objeto para completar nuestro sentido, para darle tal importancia a este escenario caótico hace falta ser hipérbole, así como son los escritores cuyo más alto tópico es este sentimiento del que hablo, de lo contrario nadie le prestaría la importancia que ahora creemos que merece.
Darle tanta importancia al amor ajeno y humillarse, olvidarse y hasta cambiarse uno mismo por pretender engrandecer al ser "amado".
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Mercenario De Ilusiones
PoesíaSomos locura, claridad o enajenación, afirmamos, refutamos o cuestionamos, ignoramos, admiramos o nos apiadamos, somos todo y a la vez nada, eso es parte de nuestra raza, tan "superior" pero a la vez "inferior", pero yo no soy nadie para sublimar es...