Suponiendo Claridad

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Hoy le cuento al café, lo amargo que me atormenta del juego sin fin, la cercanía de un alma desnuda que un día soñé, la mísera y corriente forma en la que te extrañe, las ataduras barrocas de la frustración me acompañan a la farmacia a preguntar una vez más, por aquellas pastilla que cesan lo agobiante de la fría razón, y los tristes argumentos arbitrarios provocados por la enajenación.
Surgió lo escaso del camino, lo certero de la claridad que hoy no me abandono, tan hipérbole me vuelvo cuando visto la herida de tatuaje para curar el dolor con dolor, de alegría homicida que comprime mi sentir, que estruja mi respirar, que alimenta mi obscena parte, pretendiendo no ser etéreo en mi existir.

Mercenario De IlusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora