Sueños tumbados.

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No era certero lo que se avecinaba, pero lo que causo era más de lo que soportaba, una mirada común de aquellas que no dicen nada, un semblante ordinario y poco armonioso, sospeche lo que la realidad me murmuraba, leer no le era contagioso, para ella tocar un libro era como tocar a un leproso, pero sin embrago una peculiaridad extraña y etérea, un dilema que el fondo del naufragio agita lo tranquilo, riega las grietas de las polvosas capaz de mi emoción, no es comprensible mucho menos explicativo, solo absorbía el reflejo de su existencia, aumentaba cada día y sin darme cuenta las letras ya brotaban extasiadas con su presencia.

¡Que incongruencia! exclame exaltado; Mas no me opuse aquel síntoma desgastado, me sumergí en las heladas y dolorosas aguas del sentimiento, nade y nade con la esperanza que aún no estaba viendo, de pronto apretó mi cordura simulando una soga en mi cuello y de esa manera buscar siempre la esotérica forma de tumbar mis sueños.

Mercenario De IlusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora