Mercenario de ilusiones

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En un trance eufórico de corpulenta confusión, en un mundo empírico de limitada sensación, en la abundancia de debilidad, en la carencia del conocimiento, ahí nos encontramos atados, aferrados, adheridos a lo que muchos llamamos ¨vida¨, el ser hiperbóreo que nos llena desde las entrañas hasta el subconsciente, la agonía que crece en un simple rechinar de dientes, la hipocresía de lo que creíamos inocente, la traición de un manso que se transformó en rebelde, el suspirar que recae en un alma emboscada, la alegría del engaño intangible, prefiero ser mercenario de ilusiones, que profeta de lo obvio, de lo parcial, sublime y toxico, aquello que el mundo anhela discutir, darle tal importancia a aquello que no lo merece.

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