Algo extraño

513 42 3
                                    


27Diciembre 3:00- 5:00

Luego de la extraña aparición del guardián, y el tiempo agotado de la heroína (la cual no quiso molestar al gato en su felicidad con sus sentimientos). Chat Noir se dirigió a su hogar momentáneo. En donde le presento y pidió a Marinette un poco de queso, para cuando su gato despertara, ella bajo a la cocina a buscar un poco del lácteo, y quizás un poco de comida para chat, sonrió con ternura, parecía un niño pequeño. En esos momentos, el de negro se encontraba sentado, observando a su amigo, quien dormía sobre una almohada de Marinette. Ansiaba verlo y hablar con el, extrañaba hasta la absurda cantidad de queso que comía, sus comentarios alabando al queso, y sentía la necesidad de comentarle sus últimos conflictos amorosos.

-Hola Chat, ¿Cómo se encuentra plagg?- comento la kwami de Catarina, quien entraba por la ventana acercándose a su opuesto.

-No se... no a despertado- respondió sin quitarle la vista a su amigo, sentía que si por un momento se dormía este despertaría y ya no podría comentarle todo lo que quería.

-Chat, ¿me dejarías ver el anillo?-comento la kwami mientras se acercaba al chico, el asintió con la cabeza y después de las pequeñas bolsas de su chaqueta de cuero saco una caja, la misma caja de donde había salido el kwami , El chico abrió la caja y saco con cuidado el anillo, este parecía estar en su color plateado brillante. Tikki estaba absorta, lo veía desde todos los ángulos ¿cómo es que había pasado todo?, no le encontraba una respuesta lógica, pues los kwamis existían gracias al portador, gracias a la poca energía que podían almacenar de ellos, podían tener una forma física y sólida. Pero aquello no tenía ni pies ni cabeza.

-Usualmente se ve así cuando soy un civil- comento el chico en un casi susurro, en referencia a su anillo. –y la última vez que me lo quite volví a la normalidad... no sé qué pasa, aunque aún así estoy feliz de que el volviera, por un momento pensé que lo había perdido... no quiero perder a nadie más...-

La kwami se sentía igual... había creído que si su anillo era retirado el volvería a la normalidad, pero ahora todo se había complicado. Tikki se acercó al rostro de el, y le sonrió, tenía que intentar mantenerse positiva, ese era el trabajo de ella, buscar una solución ante cualquier problema.

-Ya vamos por menos, animo Chat Noir. Pronto todo volverá a la normalidad-

-Gracias Tikki...- una sombra de tristeza aún se asomaba por sus ojos, pero una sonrisa se escabullo en su respuesta. –Te pareces tanto a my lady ¿o ella se parece a ti?-

-jaja, ella se parece a ti más que a mi- ironizo la moteada. Mientras se sentaba y veía al kwami dormido. –Aunque también te pareces tanto a el-

-¿A plagg? Pero solo una vez eh comido el queso con tanta pasión.- sus ojos verdes le miraron con duda, un poco más cristalinos de lo usual y sonrojado. La kwami sonrió misteriosamente, quizás ya había hablado de mas. Los pasos en las escaleras se hicieron precentes, rápidamente la roja se ocultó en la habitación, bajo la excusa de que ya veria como salir.

-Aquí está el queso, y te traje un poco del desayuno, ya que... bueno, no desayunaste por alya... y eso...- se sentó a su lado mientras le ofrecía las galletas y el queso en un plato.

-Gracias Marinette- sonrió el minino mientras comía una galleta.

-Denada-

Un silencio incomodo se instaló en la habitación... no habían que decir.

-El pan de tu panadería es muy bueno, no por algo es la mejor panadería de parís.- comento el chico con la galleta en la boca un poco más relajado. Ella asintió con una sonrisa y el silencio volvió –por cierto... tu amiga... Emm... Alya, ¿no volverá?-

Por siempre heroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora