01. I hope time doesn't change him

1.3K 99 24
                                    

Lunes 23 de enero, 7:00 am.

El dilema de continuar con su no planeada y desastrosa vida consume a Ben, quien es atormentado todas las mañanas por el ruido de su alarma que le recuerda con amargura que sigue ligado al infierno terrenal de la vida, a veces se pregunta que hizo para que le tocase una existencia tan gris.
La fresca mañana le incomoda al salir de las mantas, siempre odió tener que cambiarse la tibia pijama por la helada ropa que tendría que llevar a la escuela, aunque agradece que su institución permita libertad en el sentido de ir como quieras, o bueno, al menos que no rompas ninguna regla moral de las miles que hay. Sorprende el hecho de que los pobladores y sus compañeros no lo hayan linchado por ir tan poco formal y ser un "joven rebelde", así le llamaron sus vecinos al ofrecerle ayuda y aconsejarle ir a la iglesia local. Un punto favorable de su aspecto es que las personas no se metían directamente con él, aseguraba que sí fuera más enclenque lo harían sin dudar, pero no lo era, a pesar de aborrecerle conservaban cierto respeto y temor por su físico.

- ¡Ben!, el desayuno está en la mesa y se enfriará, me tengo que ir ya- gritó una voz femenina desde la planta baja.

Ahí iba su madre, ocupada como siempre, su posición en la política no le permitía mucho tiempo con su "familia", que se limitan a él y a su ausente padre que trabajaba transportando todo tipo de cosas, a veces lo visitaba junto con su amigo Chewbacca, un enorme y barbudo hombre que no hablaba mucho pero que era amable. Y mencionando personas aceptables, siempre le animaban un poco las llamadas de su tío Luke, al menos él parecía preocuparse por su bienestar.
- ¡Ya voy!- contestó con voz rasposa el chico.
- ¡Adiós cariño!
- Sí, ¡Adiós mamá!
A penas se estaba atando los cordones de sus viejos converse cuando escuchó la puerta de la casa cerrarse, bajó a paso lento, observó de reojo la sala y entró a la cocina para ver su desayuno, hot cakes con una taza media fría de café, no le tomó mucho acabar la comida, volvió a retornar a la sala para tomar su mochila que hacía juego con su atuendo oscuro, jeans y una desgastada sudadera negra. Soltó un gran suspiró y observó el reloj en la pared listo para ir hacía la cochera donde estaba su bicicleta de tonos cromados, llamándole a que la usara en los caminos silenciosos y boscosos del condado, siempre misteriosos.
Pedaleo tras pedaleo escuchaba el mecanismo de la bicicleta, su cabello rizado de un tamaño considerable se mecía con el viento haciéndole desear haberse puesto la capucha, las casas húmedas de madera lo acosaban como si tuvieran ojos, y al llegar al viejo edificio lleno de ruido fue inundado por el cansancio de tener que resistir tan hipócrita y superficial lugar. Chicos de mentes vacías anhelantes de atención que no recibían en sus hogares, frustrados y a la busca de impresionar alguna chica igual de tonta, inocente ante las intenciones de ellos o también hambrienta de atención, siempre lo mismo. Era incómodo pensar que sus padres los veían como hijos ejemplo cuando todos eran una bola de irrespetuosos e "inmorales" sin excepción que ocultaban sus malas acciones de formas absurdas, ¿Qué acaso todos eran ciegos y sordos hedonistas?, exacto.
- ¡Kylo!- Como olvidar a la señorita soy perfecta. Rey y sus amigos eran de las pocas personas que intentaban entablar una conversación con él sin temor alguno, aún así no dejaban de parecerle molestos.
- ¿Qué?
- ¿No quieres venir a jugar soccer con Finn y Poe como a eso de las tres?, van a invitar a otros chicos para formar los equipos.
- No.
- ¡Vamos será divertido!, tú nunca sales ni te distraes, es tú oportunidad.
- ¿Oportunidad de qué?, de estar rodeado de idiotas que no me agradan y que ni yo les agrado, no gracias.
- Siempre eres tan cerrado.
- Efectivamente- contestó Ben con cara de pocos amigo subiendo las escaleras de la enorme puerta para ingresar a la escuela con Rey siguiéndole los pasos.
- Por cierto, hoy he visto a nuestros compañeros con un gran revuelo porqué ha entrado un chico nuevo al salón y todos quieren hablarle, ¡No te parece fabuloso!
- No me importa.
- Ya que evidentemente no iras a jugar lo invitaré a él - dijo decidida la castaña chica entrando al salón con seguridad.
- Suerte con eso- El pelinegro se movió hasta la parte trasera del salón sin voltear a ver a nadie y se sentó. Primera hora y matemáticas lo consumía. Ejercicios y más ejercicios hicieron que la clase fuera llevadera, seguía biología pero su humor lo hundía cada vez más. Antes de que llegará la profesora Anne a hablarles de un poco de genética decidió girar su cabeza por las bancas, y ahí vio a Poe con Rey hablándole al chico nuevo que se mostraba "amablemente incómodo" por sus atenciones, alcanzo a verlo negar y como le insistían, parece que a Rey se le estropeó el plan. Ahora que analizaba con atención el tipo parecía un completo egocéntrico superficial, tenía esa mirada encima del hombro y recta postura. Idiota.
-¡Buenos días jóvenes!- La profesora entró al salón y Ben no pudo más que poner atención de nuevo, es decir, no es que fuera un buen alumno pero sobrevivía a base de dignos sietes y ochos.

¡Seis malditas horas en ese lugar eran una tortura!, y para rematar el estúpido chico nuevo respondía siempre correctamente a lo que le preguntaban los profesores, al parecer Rey y Finn tendrían un oponente en calificación. A pesar de ello, el tipo "soy superior" no se daba cuenta de los enemigos que se estaba ganando tan pronto, no le sorprendería que al día siguiente apareciera con golpes o no viniera y eso le pasaría por presumido, sabelotodo e idiota.
Al fin se había terminado su última clase, parece que el profesor de física amaba quedarse tiempo extra y hacerlos sufrir un poco más, tomó su mochila velozmente para largarse inmediatamente pero el inútil de Dameron lo detuvo:
-Kylo, ¿A dónde vas tan apresurado amigo?
- No te interesa y no soy tú amigo.
- Está bien, no es necesaria tanta agresividad.
- ¿Qué quieres?, me tengo que ir.
- Que vengas a convivir con nosotros, tienes que dejar de ser tan evasivo, intentamos ayudarte- El Bajito intento tomarlo de una esquina de la chaqueta para jalarlo.
- ¿Ayudarme a qué?, ¡Yo no necesito nada de ustedes!- Renegó Ben y se soltó, saliendo disparado del aula empujando al nuevo que estaba guardando sus cosas en el asiento de adelante. Lo único que alcanzo a ver antes de abandonar el salón fue la mirada de enojo de Rey, Poe que negaba con la cabeza decepcionado y el chico nuevo con una cara de profunda molestia. No le importaba, tenía que salir rápido.
Esquivó a todas las personas del pasillo hasta que logró pasar la puerta enorme de la entrada, fue al área de bicicletas y montó la suya rumbo a "casa".

Cuando al fin arribó al patio de su hogar entró con paciencia a la cochera y guardó su transporte, camino hacía su habitación con la mirada gacha, y cuando llegó a ella se lanzó boca abajo hacía la cama ocultando su rostro en la almohada.
Dormir siempre apaciguaba su frustración y tristeza, cerró los ojos pero esta vez no podía sacar de su cabeza el comentario de Poe sobre querer "ayudarlo", eso sólo demostraba que estaba enfermo. No fisiológicamente, era algo más grave y tenía que ver con su psique. Siempre lo supo.
Si tener amigos era que te tuvieran lastima, él no deseaba ninguno. Podría decirse que estaba aprendiendo a apreciar su soledad.
Sus padres no estaban en casa hasta tarde así que su monótono día continuaría con hacer los deberes, después escucharía música y miraría a la nada imaginando.
Como amaba disfrutar las melodías y pensar durante un largo rato.

|I Don't Know How To Love|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora