08. Flowers

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Los días iban pasando, cada vez Hux y Kylo eran inseparables asi como temibles en la escuela por ser tan hostiles. Ahora se sentaban en la parte media del salón, se les veía discutir y secretarse. Todos sus compañeros ya empezaban a acostumbrarse a la pareja de raros, bueno, para Rey era lindo ver que al fin Ben se hacía de un amigo, recuerda que había prometido vigilar al chico por petición de su madre con quien la castaña se llevaba muy bien. Poe sin discutir acepto ser amigable a pesar del temperamento del pelinegro, y Finn, era el mejor amigo de la chica y la apoyaba pero no podía evitar ver receloso a los tipos que parecían planear asesinar al salón en cualquier momento. Para el chico afroamericano  Kylo nunca era de confiarse pues resultaba fastidioso, grosero, rebelde, malagradecido y llorón. Y ahora sumándole al chico pelirrojo ese dúo sólo gritaba destrucción. Hux era desde su perspectiva un completo manipulador, arrogante, egocéntrico, grosero y demasiado hostil.  Hasta John que era un completo descerebrado busca pleitos había terminado por evitar al delgaducho tirano y su guardaespaldas emo.

Bueno, dejando de lado todo los problemas hoy era un día especial para los chicos de la escuela. Se había organizado justo a la salida el festival de recolección de recursos para el orfanato. Poe estaba tan entusiasmado que contagiaba de su alegría a todos los alumnos, invitándolos a quedarse y estos gustosos aceptaban.
Globos coloridos, mesas de venta, cajas de donaciones, personas recibiendo víveres y música sumado a la dinámica juventud unida por una causa buena.
— Repiteme porqué decidimos venir— gruñó el pelinegro observando molestó a Armitage. Ambos llevaban cargado las cajas de víveres al transporte escolar que los haría llegar al orfanato.
— Yo quería comprar e irme pero tú amiguita Rey decidió usarte de mula de carga y tu me has metido en esto lo cuál  me humilla de sobremanera — respondió cabreado el pelirrojo.
— ¡No es mi amiga! —gritó Kylo.
— Por supuesto que lo es — siguió provocandolo Hux.
— ¡Qué no! — dejó las cajas y suspiró agotado — ¡Pero que carajos!, ¿Trajeron a los niños? — se alertó el pelinegro volteando al patio donde había muchos infantes brincoteando y jugando.

Hux quien había ignorado a Ben regresó al patio para comprar uno de los pastelitos que vendía Jessica, una chica con una voz tan dulce y chillona que le desesperaba pero que admitía la repostería se le daba. Iba con paso seguro hasta que fue asaltado y frenado por un grupo de niñas que lo observaban con sus enormes ojos.
— ¡Miren su pelo!— gritó una de las pequeñas que se abrazo a su pie — ¡Es naranja como una calabaza!— Ben que venia detrás del pelirrojo escupió el agua que estaba bebiendo al escuchar a la chiquillas y empezó a reírse, los niños estaban atacando a Hux que era el señor adoro mi espacio personal. La cara de Armitage se llenó de pánico al sentir como más melosos niños se le abrazaban. Estaba a medio patio y todas las miradas se posaron en él, todos los alumnos estaban enternecidos y no ayudaba para nada que Kylo estuviera riéndose hasta el cansancio de su mala suerte. Nadie jugaba así con él.
— Niñas — sonrió suavemente el pelirrojo y comentó — vieron que el pelo de ese chico es muy largo, seguro le encantaría que se lo trenzen.
Las chiquillas gritaron gustosas y se apartaron de Hux para lanzarse todas al pelinegro que no reaccionó hasta que estaba en el piso con las niñas toqueteando su cabello.
— ¡Traigan flores! — aconsejó una de las pequeñas monstruillas.

La venganza era tan dulce como los pastelillos que llevaba en su mochila  el pelirrojo observando burlón como Kylo intentaba deshacer la trenza repleta de flores, y como si no fuera suficiente le habían puesto una corona al pelinegro jugando a que era su príncipe. Armie divertido había esperado a que soltaran al morenos para irse y terminaron retirarse hasta las cinco. Aunque el pelirrojo tampoco había salido intacto, decidieron obsequiarle una corona de flores que aún traía puesta pero que se quitaría al estar fuera del campo de visión de la escuela.
— ¡Te ves divino pelo calabaza!— le tomó una foto el pelinegro al descuidarse y ahora todo había finalizado en una persecución para hacer que borrara la foto, desgraciadamente ganó el moreno quien la conservó para "futuras extorsiones"

|I Don't Know How To Love|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora