13. I don't know how to love.

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Nunca se había sentido tan mal en toda su vida, ni si quiera antes de haber conocido el pelirrojo. Estaba decaído, de todo lo que más le había lastimado fue la mentira de ir al bosque donde espero cual estúpido para ser abandonado sin explicaciones.  Toda una semana no pudo dormir, se encerró en su cuarto como solía ser antes, su malhumor aumento y sus depresiones regresaron con más fuerza.  Su madre había notado su mal estar y había intentado ayudarlo pero fue en vano.
No había signos de mejorar hasta que Rey llegó a su casa y le dijo que sabia donde vivía el pelirrojo.  Ben obviamente señaló que ni había utilidad en esa información pero le ánimo a ir a buscarlo, le acompañarían, no perdía nada buscando explicaciones y está vez sería como una persona civilizada.
Kylo lo pensó temiendo la humillación pero ya no podía perder más, era su última patada antes de ahogarse. 
Pidió el autoa su madre que cedió porqué también los otros tres chicos estaban rogándole. Ella señaló que el padre de Ben llegaría hoy por lo que lo quería temprano.

Viajaron una hora a la ciudad, Kylo fue conduciendo a pesar de las insistencias de Dameron, le dijo que necesitaría más ayuda de regreso.

Los chicos le contaron que era fácil encontrar donde vivía Hux pues su madrastra era muy activa en redes sociales a lo cual Kylo sonrió divertido.
Al llegar a la nueva casa de Hux todos permanecieron en el auto nerviosos.
— Entonces, ¿Qué? — preguntó Ben nervioso.
— Vas a tocar el timbre y pedir hablar con Armitage.
— Eso es algo acosador, pueden llamar a la policía o algo.
— Puede que abra la puerta Hux — comentó Finn.
— De acuerdo, aquí voy.
El moreno salió hacía la puerta decidido y tocó el timbre. Su cabeza iba a explotar en cualquier momento y sus manos estaban frías, para su gran suerte abrió quien estaba buscando, que lo observó pasmado.
— ¿Qué haces aquí? — habló asustado el pelirrojo.
— ¿Todavía lo preguntas? — se le quebró la voz al pelinegro y lo observó fijamente a los ojos — ¿Por qué mentirme?, ¿No merecía ninguna explicación?
— Armitage, ¿Quién es? — interrumpió la voz de Brendol que al observar el muchacho moreno frunció el ceño — deberías irte ya muchacho.
— De verdad no quería hacerlo, pensé que al no verte  resistiría sin problema la partida — explicó serio el joven Hux.
— ¿Todo terminó? — fue directo Kylo al preguntar.
— ¡ARMITAGE CIERRA ESA PUERTA AHORA!— gritó el hombre que jaló del brazo a su hijo.
— ¡Me puedes dejar hablar un mísero segundo! — gritó por primera vez molesto el adolescente quien nunca en su vida había contrariado a su padre. Brendol Hux no podía creer el descaro de su hijo.
— ¡Estás en mi casa!, ¡Se hace lo que yo digo! — argumentó el hombre.
— Dejaré esto por la paz — exclamó Kylo intentando relajar la discusión padre e hijo. Nada lo preparó para lo que escuchó.
— ¡PUES ENTONCES ME VOY! — subió molesto las escaleras Armie que fue seguido por su padre que lo amenazaba con nunca abrirle la puerta de su hogar. Ben estaba sudando en frío cuando vio al pelirrojo menor con una maleta, una mochila y su gata bajo el brazo. Salió campante de la casa y cerró la puerta ante su boquiabierto padre.
— ¿Qué hiciste? — Kylo miró sorprendido a Hux y sonrió.
— Pues mira que lo siento y necesito donde quedarme — Ben tomó una de las maletas y camino hacía él auto donde los chicos estaban horrorizados.
— ¿Te lo has traído de su casa? — se alarmó Poe.
— ¿Qué no me ves idiota? — subió a los asientos traseros con Ben y dejaron de conductor a Dameron.

Todo el regresó al pueblo estuvo más animado y Kylo estaba mimando a la gata que decidió quedarse en sus brazos cuando llegaron a la casa.

— ¿Cómo le vas a decir a tus papás? — cuestiono Rey pero fue pasada de largo por el moreno que traía la maleta y el gato.
Dentro de casa su madre estaba riendo con su padre y su amigo Chewbacca pero de pronto la cara de la mujer se llenó de sorpresa.
— ¿Qué significa esto Benjamin Solo?
— ¿Se pueden quedar aquí Hux y Millie? — abrazó al pelirrojo que rápido se sonrojo y mostró al gato.
— Hijo, me voy una semana y ya estás cansado — soltó desde la cocina su padre riendo y se acercó a la sala.
— ¡Yo no estoy casado!— discutió el pelinegro. Hux quería que se lo comiera la tierra.
— Ya hasta somos abuelos cariño — tocó a la gata y empezó a reirse.
— Ben — advirtió la mujer molesta.
— Hice que lo sacaran de su casa — explico rápidamente.
— Pueden quedarse pero tú también serás echado de aquí pronto — puso ambos brazos en la cintura la mujer adulta.
— ¿Y por qué lo echaron?, ¿No te lo robaste verdad? —preguntó curioso Han.
— Porqué su padre no quería que saliéramos, si, somos pareja y sí me van a sacar haganlo de una vez — habló agresivo el chico.
— Wow, tranquilo muchacho — sonrió presumido su padre — está bien, yo no estoy en contra pero creo que sí te vas a ir de la casa, no ahora, pero pronto, así que vayan buscando sus opciones y ahorren porqué yo no me voy a encargar de tus problemas toda la vida — concluyó el hombre que regresó a la cocina.
— Llévalo a la habitación de huéspedes— gruñó su madre con una mano en la frente.

No duraron mucho tiempo en casa de los padres del moreno, era obvio que no iban a consentir sus tonterías, pero ahora ambos con maletas y en las calles de la ciudad discutían que hacer al llegar al nuevo apartamento, al fin y al cabo ahora los problemas eran de ambos.  No sería fácil pero eran buenos solucionando.
No podían tirar a la borda tanto esfuerzo y lucha.

— Sabia que no debía hablarte desde el primer día — bromeó seriamente el pelirrojo.

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