A inicios de Otoño ingresé a un nuevo mundo pero en mi caso sería un nuevo infierno, pareciera que apenas ayer terminé la secundaria sin embargo ya habían pasado unos meses desde que me gradué, siempre era molestada con esos típicos y estúpidos apodos como: nerd, cuatro ojos, rarita, niña sin amor y un largo etcétera. Desde hace mucho tiempo que no cuento con el apoyo de mis padres pues trabajan hasta las siete u ocho de la noche así que tuve que aprender a valerme por mi misma, todo lo hacía sola desde levantarme para ir a la escuela hasta que llegaban a casa agotados. Mis padres me comentaron que no causara problemas en la escuela para que no tuvieran que salir tanto de su trabajo a atenderme y bueno, mamá siempre me decía que cuando me molestaran era mejor no contestar, que tendrían su merecido o si estaba harta de ellos debía pedirle ayuda a una maestra sin embargo las profesoras no les tenía tanta confianza, yo no tenía a nadie en ese entonces hasta que a mi padre un día le ofrecieron trabajar en Noruega administrando los planteles, realizando programas, etc. Cuando me dijeron ellos pensaron que me desanimaría porque extrañaría a mis amigos pero no fue así. Mis únicos amigos eran los libros, nadie en la escuela me hacía caso, era invisible para todos o era el blanco perfecto para molestarme.
Seguramente la mayoría de chicas que tienen el mismo caso que el mío, algunas terminaban drogándose, prostituyéndose, etc. Y bueno ese no era mi caso, tenía mejores cosas que hacer, en lugar de ir a hacer esos disparates con esas personas, es por ello que sentí un gran alivio al tener la oportunidad de viajar a otro país, cambiaria todo mi look para poder agradarle a la gente o poder socializar, no me gustaba mucho la idea de siempre estar sola, no tenía quien me diera un abrazo cuando me sintiera mal o algo, no tenía quien me escuchara. Absolutamente nada. Por eso me he refugiado en mis libros, son los que mejor me entienden cuando estoy sola.
Al día siguiente empaqué mis cosas, todos mis libros en una bolsa, varios eran del famoso Stephen King "el rey del suspenso" , pero no solo eran de él, nunca me ha gustado tener libros de solo un autor, empaqué mi ropa, medicamentos -por si alguno de nosotros se sentía mal durante en el trayecto, me alisté velozmente, desayune un vaso de leche acompañado con una rebanada de pan con mermelada, una vez que acabé, subí a cepillarme los dientes, y rápidamente volví a bajar y con destino al auto para por fin irme.Mis padres subieron detrás mío, revisamos que no faltara nada, tuvimos que dejar la mayor parte de muebles, solo nos habíamos llevado dos colchas y unas mantas por lo menos para las primeras noches allá, el tráfico asombrosamente no fue pesado como todo el tiempo, y el aeropuerto no estaba tan saturado, en realidad, todo estaba muy nivelado de tal forma que uno no se ahoga entre gente, llegamos diez minutos antes de nuestro vuelo, entregamos nuestro equipaje y esperamos un rato hasta que nos llamaron; enseguida mostramos los boletos y buscamos la puerta que llevaba hacia nuestro avión, subimos y el viaje fue ¡ETERNO! Tardamos un día y medio para llegar; esperando a que valga la pena tanto condenado viaje.
Estábamos llegando a Noruega, lo supe porque podía contemplar desde mi ventanilla las islas Lofoten, eran preciosas, las montañas parecían alcanzar el sol, el archipiélago estaba lleno de casas coloridas, el mar azul oscuro, era como una pintura en óleo, solo que en esta podías sentir lo que te rodeaba, comía ansias; ya quería conocer nuevos lugares, comida, costumbres, tradiciones, pero más que nada ya quería conocer nueva gente. "Pero... Había un detalle... Yo no sé hablar noruego" Pensé. Ahora que lo recordaba, ya no estaba tan emocionada, no tenía ni idea del como socializar con gente que no hablo su idioma; sentí como el avión aterrizaba, las llantas chillaban haciendo un terrible sonido el cual sacaba de casillas a cualquiera. Traté de no hacer muecas de quejumbre para que mis padres no dijeran nada, fue entonces cuando la aeromoza salió de la cabina a avisarnos que ya podíamos bajar, junto con ello nos dio la bienvenida a Noruega. Entramos por una gran puerta en la cual podía ver como entraban y salían los equipajes, había gente de otras ciudades y países, me parecía casi imposible la idea de encontrar algún chico o chica con el cual pudiese hablar sin tener que utilizar otro idioma, mis padres y yo nos acercamos en donde tenían nuestro equipaje, lo encontramos y nos fuimos a nuestro nuevo hogar y nueva vida.
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Fly Away #Wattys2016
Fantasy¿Alguna vez en tu vida pensaste que lo perdías todo y de la nada aparece una esperanza que te impulsa para luchar de nuevo? ¿Alguna vez has perdido a alguien especial? Jasmine es una joven que recientemente cumplió los dieciséis, vive en Estados Un...