Capítulo 2: Acerca de...

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CAPITULO 2 Acerca de...

Tiene dos semanas que comencé el curso, mi amistad con Raymond se ha hecho estrecha, Charlotte y su rebaño siguen fastidiando, aquel muchacho de cabellera oscura finalmente reveló su nombre -Dean- no es exactamente el tipo de chico que me agrada, he intentado hablar con él pero siempre hay una respuesta tajante, burlona o sarcástica, es igual de fastidioso que aquella Charlotte, dejándolos a un lado, he tenido nuevos conocimientos y claro, conozco ahora a todos mis compañeros pero no me atrevo a hablarles, siempre observo lo que hacen durante clases, con quienes se juntan, su tema de conversación y que hacen después de clases, mi madre siempre me hacía dudar cuando trataba a alguien, no sabía cómo diferenciar "Amigos" de "compañeros", pero ahora, he madurado lo suficiente para darme cuenta que nadie es tu amigo.

Era Viernes, ya podía sentir entre mis dedos el fin de semana, estábamos en clase de literatura, la profesora había repartido copias de un texto  "El puente Milvio" era una patética leyenda ancestral del amor, que asco...

***

La leyenda se comenzó en este siglo, en Roma, donde los amantes colocan un candado en las farolas, los rumores dicen que si tú ves aquel puente a lo lejos, puedes distinguir un gran rectángulo dorado, una vez sellado el candado, los amantes o enamorados arrojan la llave –suelen grabar sus nombres o marcarlos ya sea con pinturas o etiquetas- al rio Sena, para que este guarde para siempre en el fondo de sus aguas las promesas de amor, y así no haya manera de romperla

***

Como siempre las niñas tontas estaban ilusionadas y murmullaban algo mientras veían a Dean, deduje que varias estaban enamoradas de él, acróbata, violinista, cuerpo "perfecto", tenía un aura ciertamente misteriosa... pero eso no le quitaba lo maleducado e irrespetuoso que siempre es, tanto con maestros como alumnos. Raymond y yo acostumbramos trabajar en clase mientras los demás o quizá solo algunos,  llegaban a calentar el asiento o sea que, no hacían absolutamente algo útil; entregamos el trabajo Raymond y yo para así salir de la escuela e ir a tomar algo, suele hacer mucho frio por aquí, nunca creí que siempre tendría que llevar mi gorro de lana, en fin. Nos dirigimos a la plaza más cercana, como había mencionado anteriormente, hace mucho frío  así que nos dirigimos a una cafetería, tomamos asiento cerca de los grandes vidrios que utilizaban como pared, tomamos los menú situados en el centro, y observamos detenidamente que había.

-Hay mucho que comer y poca disposición económica- mencionó Raymond

Sin apartarle la vista al menú, asentí con la cabeza, levanté mi dedo índice repentinamente y en el menú, señalé un pay de queso con zarzamora, Raymond no me preguntó y pidió asistencia a una mesera, la cual acudió rápidamente. Contemplé como Raymond ordenaba una taza de café con leche mientras que a mí me pedía una taza de chocolate francés junto con una rebanada de aquel pay, sin más, la muchacha se retiró junto con los menú, quedábamos Raymond y yo, sus cabellos rubios revoloteaban con el aire, hasta que retomó la palabra.

-Y... ¿Qué te pareció aquella lectura? Ya sabes... el candado de los enamorados...

Antes de prosiguiera respondí tajantemente  —Es estúpido— hubo un silencio incómodo por unos momentos, pero no quería que se mantuviera así, titubeando pregunté

—Bueno... ¿y tú que piensas de aquello? me refiero a la leyenda, no, quiero decir... a esa cosa del... Amor.

Por lo visto, Raymond se sorprendió un poco con mi pregunta, antes de que dijera algo cambie el rumbo de la conversación

-¡Ah! ¿Viste el nuevo tinte de Charlotte? Es horrible su cabello verde y rosado, pobre estúpida, el tinte hará que tenga menos neuronas.

Raymond se echó a reír e hice lo mismo, fue entonces cuando la muchacha regresó con un plato en manos y las dos tazas, junto con un vaso de leche para el café de Raymond, acercó una azucarera, servilletas, crema e incluso pequeños malvaviscos, sin dudarlo más tome el dulcero que contenía los malvaviscos y los coloqué en mi chocolate y para finalizar: mi platillo favorito, pay de queso con zarzamora, sentí una gran emoción en mí y comencé  beber a tragos mi chocolate mientras devoraba mi rebanada, Raymond seguía observándome, cuando acabó de preparar lo que tomaría yo ya había arrasado con mi pedido.

Mis mejillas eran dos enormes globos a punto de estallar, Raymond se resistió a reírse, pero al final lo hizo, comencé a ruborizarme de vergüenza.

Mientras me limpiaba mi boca y trataba de no ruborizarme más de aquella escena, me dijo -No te disculpes, de hecho te ves linda- al pronunciar "linda" sentí como toda la sangre se me subía al rostro propiciando que me pusiera tan pero tan roja... me oculté con una mano mi rostro de forma que solo se viesen mis ojos y mi frente. Fue entonces cuando sentí una mano en mi hombro y me jalaba en dirección contraria a Raymond. No me fije en la persona que me arrastraba, sino que Raymond no hacía nada al respecto, pensé que era mi amigo y me cuidaría, si incluso me dice piropos... me volteé y azoté contra alguien en el suelo, me gire a ver mi "atacante" era ...¿Dean?

¿Qué rayos hace él aquí? ¿Hace un momento no estaba en la escuela? ¿Cuánto tiempo me distraje?

Fly Away #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora