Capítulo: 8 Caos
¡Jasmine!
Unas voces al unísono gritaron. Había vuelto a casa, mi madre estaba cubierta de lágrimas, con ojos hinchados y cabellera alborotada, mientras que papá me miraba con seriedad, con brazos cruzados, sus dedos sobresalían entre sus brazos, estaban mal cortadas las uñas, o mejor dicho se había comido las uñas, tenía ojeras tan negras, que pareciera que no había dormido durante un mes. Realmente no sé qué estaba pensando sobre irme, pero no podían empeorar las cosas cuando mi madre comenzó a bombardearme con sermones, de paso con varias bofetadas, eran tan constantes que sentía que si balbuceaba me darían otra. Fue tan grande mi enojo que me dirigí a mi cuarto sin decir alguna palabra, me eché a mi cama a llorar, creía que me recibirían con brazos abiertos y que me abrazarían como si nunca lo hubieran hecho, sin embargo no fue así... Definitivamente escaparme de casa porque me sentía completamente sola, había sido una muy mala idea, por si eso no era suficiente, estaba embarazada....
Nunca en mi vida creí que a mi edad ya lo estaría... quiero decir ¿Quién en su sano juicio no se cuida? O mejor dicho ¿Por qué sucumbí a...hacerlo? ¿No se supone odio a Dean?... tuve que esperar hasta el Lunes para hablar con él pero no asistió a clases, Raymond hizo lo mismo que mis padres, regañarme y casi me da una bofetada hasta que rezongué y le detuve la mano con gran agresividad, estaba tan llena de cólera que no le hablé en todo el día por su comportamiento imbécil. Mientras tanto Charlotte ahora decidió dejarse el pelo azul y rojizo, pero resulto más morado, eso no le quitaba lo estúpida y engreída que era. En fin. Terminaron las clases y yo me dirigí a casa, no podía dejar de pensar en Dean... en... en mi embarazo precoz... lo peor de todo es que no tengo absolutamente nada de dinero, me castigaron sin mesada, y no puedo comprarme una pastilla "del día siguiente"... ¡Dios! Estaba tan angustiada... necesitaba verle y hablar de esto. Si mis padres o Raymond se enteran...No podría sobrevivir para contarlo.
Habían acabado las clases, tenía la loca idea de ir al circo donde se encontraba... sí, quizás podría estar ahí o eso espero... Me desvié de mi rumbo cotidiano y me dirigí al callejón, no podía abrir la puerta con facilidad, así que la empuje y entre dando vueltas... pero nadie se inmutó, los payasos presentaban su comedia, todos reían a carcajadas, uno rocio con agua al otro, se hacían bromas ridículas entre sí pero eran cómicas, su espectáculo no lo pude presenciar por mucho tiempo ya que de pronto todas las luces se apagaron, y se enfocaron en la parte superior del escenario, era Dean en sus telas, inicio con una emocionante caída en ellas, las telas azules hacían que resaltara su traje de licra negro, le quedaba muy ajustado a mi parecer, era como ver a un ave desplegar sus alas para volar, su espectáculo fue preciso y celestial, todo mundo lo aclamaba, las violinistas que le acompañaban también tenían una hermosa sonrisa dibujada, a Dean lo amaban todos sin excepción.
Terminó el espectáculo, habían cerrado con broche de oro que en este caso había sido Dean, he de admitir que fue hermoso. Espere un rato en las bancas, todo el mundo se iba, los niños con algodón de azúcar o palomitas en manos, diciéndoles a sus padres que quieren intentar algo como lo que hizo Dean o que querían ser como Crow Soul el nombre artístico de Dean.
-¿Y bien preciosa, que te pareció el espectáculo?- dijo un hombre alto, calvo, lleno de tatuajes y piercings
-E-Eh... pues yo...
Una voz me interrumpió -¡Ah Jasmine! No te esperaba por aquí, supongo que viniste a ver mi espectáculo con las telas ¿Te gusto o no?- dijo Dean mientras se secaba el sudor con una toalla.
Quedé atónita de verle, estaba nerviosa, y no sabía cómo decirle que... iba a ser padre. Él reconoció mi expresión y le dijo a su compañero con tatuajes que nos dejara a solas. Momentos después tomó mi rostro con ambas manos y me acercó a él, sentía que en cualquier momento rompería a llorar pero no podía, tenía que decirle la gravedad de la situación.
Titubeé al hablar –Y-Yo... Tu...ah...-
Me interrumpió poniendo su índice en mis labios mientras me decía -Shhh- Una vez más Dean me sorprendió y sin hacer pausas agregó -Jasmine, ya sé que tienes, lo puedo ver en tu rostro– Tomó mis manos y en ellas colocó la cantidad suficiente de dinero para comprar una pastilla "del día siguiente"
Sin decir más, me besó con dulzura, seguía atónita, me dirigí a la puerta sin decir algo. En cuanto salí, corrí hacia la farmacia sabía que aunque me muriera de vergüenza por pedirla, tenía que hacerlo y la tragué en instantes, ya podía estar más tranquila... pero... había algo en mi ser que me hizo sentir angustiada, que había cometido un error muy grande, que he asesinado una vida...
Llegué a casa y mi madre me preguntó si estaba bien, yo asentí y fingí una sonrisa durante un buen rato, hasta que era tiempo de dormir, me coloqué mi camisón negro el cual era algo transparente, pero no tenía otra opción me sentía acalorada, además de que mis otras pijamas las había lavado. Al cabo de unas horas después de acurrucarme para dormir, escuché unos golpecitos en la ventana, me puse nerviosa, ya que soy muy crédula con los cuentos de terror, me levanté y me asomé por la ventana, no veía nada, me acerqué un poco más y vi a Dean, había algo raro en él... tenía la mirada perdida y escurriendo baba, hasta que recordé que el camisón hacia que se transparentara mi ropa interior, entré a mi cuarto rápidamente y me coloqué la sabana como capa, nuevamente me asomé a la ventana y no estaba. Había desaparecido, cerré la ventana y sentí que unas manos recorrían las mías hasta llegar a mis hombros, no grité puesto que sabía que era Dean pero estaba sorprendida, de un momento a otro juraría haberle visto en el patio... no le di importancia y me giré para verlo mejor, tenía el torso desnudo... nuevamente, dudé de lo que vi, quizás en el momento que me asomé nunca tuvo el torso cubierto... no lo sé, es confuso..
Seguía dudando hasta que me besó mientras recorría mis costados, posó sus manos en mis muslos y me cargó hasta mi cama. Mis dudas se veían disipadas por la excitación del momento. En mi cama quedé yo abajo y él arriba, no paraba de besarme... Sentía que me volvería loca en cualquier momento además de sentir una apasionada adrenalina al saber que mis padres pueden en cualquier momento descubrirnos, sabía que no estaba bien esto, que....no, no me lo hará de nuevo... Lo alejé entre jadeos, Dean estaba desconcertado, en cuanto retomé el aire, le expliqué la situación, si quedaba embarazada sería un caos el que pasaría con todos mis conocidos, paso un rato y lo tomó bien a mi parecer, me dijo que lo entendía y que me cuidaría, de hecho, no pude evitar sonrojarme cuando me dijo eso.
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Fly Away #Wattys2016
Fantasy¿Alguna vez en tu vida pensaste que lo perdías todo y de la nada aparece una esperanza que te impulsa para luchar de nuevo? ¿Alguna vez has perdido a alguien especial? Jasmine es una joven que recientemente cumplió los dieciséis, vive en Estados Un...