Nota del autor: Este capítulo esta lleno de recuerdos para entrar en contexto con la vida de Tyler y su relación familiar (en la foto vemos a sus hermanos Zack y Maddie, a su madre Kelly, su hermano Jay, papá Chris que cuenta malísimos chistes en twitter, y Tyler💖ahre) Gracias a las personas que han estado leyendo el fic, ily saludos al grupo Joshler 100% real no fake y a mis amigxs de TØP Monterrey ❤️
--------------------------------------------------------Había pasado ya una semana desde la presentación de Twenty One Pilots a la que Josh asistió y en la que conoció a Tyler. Desde aquella noche en la que intercambiaron números Tyler y Joshua habían estado texteando mucho, cosa que notaron sus compañeros.
-¿Tierra llamando a Tyler Joseph? ¿Hola?-hablaba Nick mientras movía sus manos para captar la atención del muchacho, quien estaba en su celular escribiendo y riendo. -¡COÑO, JOSEPH!
-¡¿QUÉ?!-soltó asustado-Oh, lo siento viejo, estaba...
-Platicando con tu groupie, ya sé.
-No seas estúpido, Nick.
-No, Ty, tú no seas estúpido. Pareces una chica de 15 años.
-Ridículo. Josh es un buen chico, deberías tratar de conocerlo mejor. ¿Sabías que toca la batería?
-¿De verdad? Oye, qué increíble, podemos pedirle que se una a la banda y tener no uno sino DOS bateristas y que el puto ruido de los tambores opaque tu voz de quinceañera enamorada.
-Ridículo y nada chistoso-contestó Tyler abrumado-invité a Josh a lo de mañana.
-¡¿Qué HICISTE QUÉ?!-Nick se tocó el pecho en un gesto de indignación.-Viejo es noche de hombres, que invites a Zack de vez en cuando es una cosa, pero a Josh ni siquiera lo conocemos.
-Tú ni siquiera lo conoces-corrigió el chico-te recuerdo que Josh y Chris son buenos amigos desde que consiguió ese empleo en Guitar Center, y a mí me cae muy bien, así que somos dos contra uno.
-Como sea. ¿Quieres jugar?-contestó mientras le lanzaba una pelota de baloncesto.
A Tyler le gustaba jugar porque era bueno. Y era bueno porque se propuso enorgullecer a sus padres, quienes estaban muy metidos en el deporte e impartían clases y entrenaban en la escuela de sus hijos. El baloncesto le hacía sentir que valía por ser bueno en ello y esa satisfacción lo hacía sentir bien consigo mismo. Por un momento, los pensamientos oscuros del muchacho cesaban, las voces que lo humillaban callaban, y él era lo suficientemente bueno.
Estuvieron jugando un rato cuando de pronto Tyler tropezó, cayendo de lleno sobre el asfalto.
-¿Estás bien Ty?
-Sí, Nick, no fue nada, un simple rasguño en el brazo-fingió no sentir dolor- pero sabes, creo que ya me voy, está anocheciendo y eso.
-Claro. Hasta mañana, viejo.
-Nos vemos, zopenco.
En todo el transcurso a casa Tyler no podía dejar de pensar en esa caída, había sido algo tonto quizás, pero el hecho de caer y perder le dolía más que el golpe en sí.
Al llegar a casa pudo notar estacionado el auto de su madre. Eso sólo podía significar dos cosas:
1-Llegó antes a casa.
2-Si no corría a su habitación, habría drama.Tyler abrió la puerta con sigilo y se dispuso a subir rápido a su cuarto cuando su madre lo interrumpió.
-¿Tyler? Cariño, ya llegaste. ¿Cómo estuvo tú día?
El chico rodó sus ojos. Estaba a punto de contestar pero su madre le interrumpió nuevamente.
-¡Dios mío! ¿Qué te pasó en el brazo? ¿Te pegaron? ¿Quién fue? ¿No habrás sido tú verdad? ¿Duele mucho?