Føur

149 25 6
                                    

Después de la tremenda manera que tuvo Jenna de rechazarme, no paré de cuestionarme sus palabras "eres gay" "no te gusto realmente", desde luego, las mujeres eran muy complicadas.

Me dirigí hacia la zona de peligro, donde estaba mi taquilla, estaba extremadamente nervioso por la reacción del pelirrojo por las palabras que dijo Jenna despreocupadamente sobre mi sexualidad. Esta vez solo escuche un leve golpe del metal de las taquillas, era de extrañar, me giré preparado para cualquier comentario ofensivo, insulto o golpe, pero solo me encontré a Josh apoyado en esas taquillas, a mi lado y mirándome. Nos quedamos unos segundos cruzando nuestras miradas. Mi corazón empezaba a acelerarse, pero era el acostumbre de tener a Josh abusando de mí y esta vez tenerlo tranquilo, me ponía nervioso que tardara tanto en hacer algún movimiento.

– Vaya manera de rechazarte más cruel, ¿no?– Ladeó su cabeza, estaba tranquilo, serio. ¿¡Qué demonios le pasaba!? ¿Pasa de golpearme cada día a parar en seco hoy? ... Entre Jenna y Josh, me iba a explotar la cabeza.

– ¿Hoy no me vas a golpear?– Dije de un modo violento, aun a la defensiva. No podía soportar que estuviese tan tranquilo, me ponía de los nervios, ¿quién era Josh realmente?

– ¿Lo echas de menos?– Rió vacilante, parecía que el "Josh estúpido" seguía ahí dentro.– Pensaba que hoy ya habías tenido suficiente, crack.– Definitivamente, seguía siendo él mismo.

Me apoyé en las taquillas, junto a él, cruzándome de brazos, aun a la defensiva, por supuesto.

– ¿Sabes..? Hoy es tu día de suerte – ¿Día de suerte? ¿Hoy? Ya, claro. Parece que estuviese hablando con un completo extraño, y no con mi bully o quien fue mi mejor amigo una vez. – Hoy podrás llegar a tu casa sin ningún rasguño en tu rostro. Pero no te acostumbres, sólo será hoy.– Parecía hablarme realmente él, y no un monstruo que solo le divertía hacer daño a los demás, ¿era todo esto realmente solo por un rechazo?

– Y ... ¿A qué se debe?– Me atreví a preguntar.

– A nada que te incumba, no pienses que te voy a contar mi vida solo porque fuimos amigos una vez. No tienes derecho a preocuparte por mí ni de hablarme como si fueras mi amigo.– Contestó Josh de mala gana y se fue a su respectiva clase.

Me quedé inmóvil, ¿a qué venía todo eso? Solo le había preguntado la razón de porqué había decidido no hacerme nada hoy... Seguía sin entender nada, pero de alguna manera me preocupaba por él, no se le veía como siempre... Se veía... Sincero. ¿Es posible que abusara de mí como venganza de haberme mudado tan lejos?

Acabaron las clases y seguía sin comprender absolutamente nada, traté de hablarlo con Jenna, pero las cosas entre nosotros estaban demasiado incómodas. Caminaba hacia mi casa y le seguía dando vueltas al asunto. Cogí mi maleta y mis cosas, me despedí de mi madre deseándole lo mejor y me dirigí hacia la dirección de mi futuro "hogar". Mientras caminaba, como estaba algo lejos, me dispuse a abrir conversación a mi futuro compañero de piso.

" Spøøky Jim, estoy de camino, por fin nos podremos conocer, llevo mi ukelele y mi piano, además de mi maleta. Quizá algo cargado, pero valdrá la pena >_<!!

Hoy, a las 17:30"

Pasaban los minutos y no obtenía ninguna respuesta. Estaba ya en el portal de ese piso, esperando a que abrieran, recordé las palabras de Jenna. "¿Y Aun así quieres compartir piso?" No le dí importancia y entré cuando sonó el tono común de todos los pisos de la zona que te indicaban que podías entrar.

Estaba delante de la puerta que sería mi único golpe de suerte en el día de hoy, o al menos eso deseaba. Iba a picar a la puerta cuando vi una atractiva chica que salía enfurecida de ese piso, una chica de cabello liso que le llegaba hasta el pecho, un cabello con mechas californianas rubias y que estaba muy bien cuidado; de ojos castaños y con un maquillaje en el que destacaba un labial de color carmín.

– ¡ERES UN IMBÉCIL, JOSH WILLIAM DUN!– Exclamó totalmente enfurecida y se topó conmigo, me resultaba algo familiar... Espera, ¿Josh?

–¿Abby?– Pregunté dudando en si era ella, la hermana pequeña de Josh. Cuando eramos más jóvenes solíamos jugar con ella, era muy adorable.

–... ¿Eres Tyler?– Preguntó extrañada y cuando asentí no dudó en lanzarse a mí para darme un abrazo, con un par de lágrimas que hacían que se corriese su maquillaje tan perfectamente aplicado.

– Hey, ¿qué ha pasado?– Pregunté compasivo, mientras trataba de encajar las piezas de un puzzle que no quería resolver.

– Abby, compréndeme...– Dijo una voz arrepentida acompañando suaves pasos de dentro de la casa donde debería convivir... O eso parecía.

– Josh...– Susurré impactado, esto no podía estar sucediendo, ¿qué demonios estaba pasando?

– Mierda... ¿era hoy?– Se pudo escuchar sus pensamientos a través de sus labios al darse cuenta de que estaba ahí. Parecía que todos aquí teníamos algo por lo que sorprendernos.

– Oh, ahora entiendo...– Dijo asentiendo Abby, parecía que acababa de descubrir la fórmula correcta de un gran problema matemático. – Josh, este era el chico que te gustaba, ¿no?– Sonreía maliciosamente, como si estuviese dando a cabo su peor venganza.

Era entonces cuando dirigí mi mirada a Josh, no iba como siempre iba a la universidad, llevaba una camiseta blanca básica con un cuello triangular que dejaba ver su clavicula y cuello, unos pantalones de chándal negros y unos calcetines blancos que no iban acompañados de ningún calzado. Se veía como una persona normal, como si nunca hubiese roto un plato, sin embargo, era el bully que me hacia sufrir tanto cada día de universidad.

-¿¡Q-Qué estás diciendo Abigail!?– Exclamó mientras un tono rojo empezaba a posarse en su rostro,  ¿tendría calor?

– Si fueras más comprensivo te ahorrarias estas cosas.– Reprochó indignada su hermana.

Josh dió un fuerte golpe al marco de la puerta en el que se estaba apoyando, el ruido hizo que saltase y que el miedo que pasaba en la universidad, volviera a mí.

– No lo entiendes, joder...– Masculló el pelirrojo mientras dirigía su mirada al suelo, hundido en sus pensamientos.

– Tampoco te haces entender, idiota.– La seriedad y el enfado volvió a aquella adolescente, que agarró su bolso dignamente y bajó las escaleras que daban al portal, quedándonos los dos completamente solos.

– ¿Qué?– Josh preguntó de manera muy borde, mirándome de la manera que me miraba en la universidad. Mi corazón volvía a acelerarse y mi cuerpo empezaba a temblar poco a poco.

–N-Nada, debo haberme equivocado de dirección, lo siento.– Traté de escabullirme, sabia perfectamente que había seguido la dirección y no había cometido ningún error, pero todo valía para poder salir de esa situación tan horriblemente violenta.

– Tyler, soy Spøøky Jim, puedes entrar.– Seguía teniendo un tono borde en su voz, y yo me quedaba estático, no podía mover ninguna articulación y ahora comprendía las palabras preocupantes de Jenna. Debería haberla escuchado.

– Joder, como si mordiera...– Tras darse cuenta de que era el menos indicado para decir eso, cogió mi maleta y la llevó dentro del piso, mientras yo me maldecía por no echar a correr. Cogí mis cosas restantes y entré a casa de Josh, mi bully, quien de ahora en adelante tendría que ser mi compañero de piso.

Bully - [Joshler] [BL+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora