Bully - [Joshler] [BL+18]

Eight

Corrí todo lo que pude, las piernas me comenzaban a doler e incluso a fallar, pero no podía quitarme de la cabeza la voz de Josh de esa manera, por alguna razón, nada importaba ya. Imaginaba el Josh de 16 años, mirándome de esa forma en la que me hacia sentir tan seguro, a salvo. Tropecé varias veces, pero por algún motivo, no podía parar de correr hasta que llegué al portal del edificio. Nervioso, abrí la puerta y subí lo más rápido posible las escaleras, colocado en frente de la puerta donde vivía actualmente, con una bolsa llena de ropa en mis espaldas, alcé mi brazo para picar a la puerta, que en cuestión  de segundos se abrió, pero no había nadie abriéndola.

Entré algo inseguro en aquel piso, jadeando y sudando de haber corrido tanto.

– ¿J-Josh?– Pregunté tímidamente y nervioso de lo que ocurriera.

Me giré para cerrar la puerta, en cuanto me di cuenta la puerta estaba cerrada a causa de Josh, que se apoyaba cabizbajo en ella.

– Para estar en Taco Bell, parece que has corrido mucho.– Dijo levantando la cabeza y dirigiendome una mirada sin vida alguna, algo iba definitivamente mal.

–J-Josh... ¿Que ha pasado?– Pregunté evitando el comentario anterior, preocupado por sus ojos hinchados y el estado en el que estaba. Parecía que estaba preocupado por mi bully, qué irónico era, aunque en este caso, estaba preocupado por mi mejor amigo de la infancia.

– Yo...– Suspiró y se llevó una mano a su cara, deslizandola hacia abajo, tratando de aclararse. Caminó por el largo pasillo con alguna que otra estantería con libros, negando con su cabeza. – Tyler... Mi madre ha fallecido.– Dijo con la voz entrecortada una vez acabó de caminar el pasillo, dirigiendo su cabeza hacia el suelo, apoyándose en la pared más próxima a su espalda.

– Josh, lo siento mucho...– Pude contestar después de una breve pausa, empatizando con él y sintiendo la terrible pérdida. Después de todo, no era tan mal chico y tenia sentimientos, como todos los demás seres humanos.

Apoyé mi mano en su hombro, mostrando compasión, en cuanto él levantó la cabeza para mirarme, podía fijarme en la lágrima que caía de su rostro. Inexplicablemente me sentía roto, tenia al imbécil que había abusado de mí durante un largo periodo llorando, débil, y lo único que sentía era compasión y dolor por verlo de esa forma. ¿Qué me estaba sucediendo? Tiempo atrás habría deseado tenerlo así y ahora que lo tenia en frente de mí... Simplemente, no podía con esa situación.

– Murió por mi culpa... Si no hubiese sido por esas estúpidas baquetas... Yo la maté. – Josh continuaba llorando y culpándose, y no sabia exactamente qué hacer en estas situaciones, y menos con él.

– No ha sido tu culpa, Josh.– Me limité a acercarme a él y a rodear mis brazos en su torso, abrazándole con fuerzas, algo inseguro. Podía notar como su cuerpo temblaba, como latía su corazón y como se alzaba su pecho al respirar.

– ¿Que habré hecho para merecer tu compasión?– Dijo tras un largo suspiro, apoyando su cabeza en mi hombro, correspondiendo a mi abrazo.

– Ser tu mismo, ser aquel Josh que echaba tanto de menos, nada más. – Contesté sinceramente, ahora había dejado de temblar, era una buena señal.

– Tyler... ¿Puedo hacerte una pregunta?– Nos separamos del abrazo, me sostenía por los hombros, mirándome fijamente. Asentí. – Quiero que me respondas sinceramente... – Volví a asentir, intrigado por su pregunta.– Tyler... ¿Te quedarías en esta casa y aguantarías al imbécil e insoportable compañero de piso aunque de vez en cuanto cometa estupideces?– Sonrió a pesar de verse triste.

– Claro... Nunca he dicho lo contrario.– Contesté algo extrañado de su pregunta. – ¿Qué tipo de estupideces?–

Me apoyó en la pared y acercó su rostro lentamente hacia el mío. Cuando ya daba por hecho que me iba a besar, cerré los ojos con fuerza y asustado, esperé a que ocurriera, pero solo pude notar una pequeña risa por parte de Josh, la que habría agradecido si no fuera en la situación en la que estábamos.

– Ya verás a qué tipo de estupideces de refiero. – Este tipo definitivamente estaba jugando conmigo de alguna forma que no podía describir, y lo peor, le estaba entregando en bandeja su victoria.– Aunque por muchos insultos que reciba de mi hermana, no asistiré al funeral de mi madre.– Cambió de tema tan repentinamente que por unos momentos me descolocó bastante.

– Josh, tienes que ir, es tu madre...

– Por eso mismo no puedo, Tyler. Es la única que me ha apoyado con ciertos temas y quien me ha escuchado... Mi padre se limitaba a reírse de mí y a utilizar los trucos de la vieja escuela...– Siempre supe que el padre de Josh solía golpearlo, con o sin razones. Cada día en que Josh hacia lo mismo conmigo, no podía parar de pensar en que estaba reproduciendo lo mismo que veía en su casa, tratando de desahogarse, suponía.

–Josh... – Me sentía terriblemente mal por haberle deseado tantas desgracias, ahora me arrepentía de eso, tanto como él se arrepentía del bullying que me hacia cada mañana en frente del edificio de nuestra universidad.

– Verás Tyler... Cuando tu te fuiste, no podía hablar con nadie más que mi madre sobre mis sentimientos, y un día me aconsejó que se los contara a mi padre, para poderte visitar algún día, ya que como recordarás, era el único con carnet de conducir en ese momento... Pero no le hizo demasiada gracia y comenzó a golpearme.– Decía Josh, sincerándose conmigo.

–¿Qué clase de sentimientos le contaste a tu padre para que se pusiera tan furioso?– Pregunté.

– Bueno...– Esbozó una pequeña y ladeada sonrisa– mi padre es homófobo y yo le estaba contando que siempre me habías gustado, Tyler... Y aunque sea una mala situación para decírtelo después de tanto tiempo, me gustas, y por mi desgracia, parece que eso no va a cambiar.–

Increíblemente, Josh, mi anterior bully, se había confesado de manera romántica hacia mí, y yo seguía sin tener del todo claro mis sentimientos.

– J-Josh...– Tartamudeé nervioso.– L-Lo siento, ahora mismo no puedo darte ninguna respuesta clara...– Empezaba a notar como mis mejillas ardían y mi pulso se aceleraba, ¿ realmente me gustaba Josh, tal y como había dicho Jenna?

–No pasa nada, Ty.–  sonrió decepcionado y sacó su móvil para llamar a su hermana, comunicándole sobre su asistencia al funeral de su madre.

Ahora se le escuchaba más tranquilo, lo que me reconfortaba. Me dirigí a mi habitación y dejé mi mochila encima de la cama, empezando a quitar la ropa que había metido dentro de ella. Esta era una nueva etapa para ambos, una etapa donde nuestra amistad volvería como en tiempos anteriores, por fin, tenia completamente al Josh que creía perdido.