The Fate 🍃

Sueño

Estaba caminando por el pasillo del colegio, totalmente sólo. Bajé las escaleras y llegué a la cafetería. No había nadie, mire para todos lados buscando la existencia de alguien, pero no la encontré. Nuevamente subí las escaleras. Iba a entrar al aula, pero me encontré con todas las mesas y sillas tiradas en el piso, totalmente desastroso. Corría sin sentido alguno. Quería ver a Jin o a Tae. ¿Tenía miedo? Por supuesto que si, me temblaban las piernas y mi corazón latía sin cesar. El gran pasillo comenzaba a tener fin. No tenía aire, a lo que apoyé mis manos en las rodillas, recuperándolo. Por algún motivo, giré mi cabeza para un costado. Un nudo en la garganta incapacitaba usar mis cinco sentidos. Me encontré nada más ni nada menos que con un aula, con las paredes rotas y la puerta oxidada. No podía observarse el interior,estaba totalmente oscuro. Mis piernas respondieron solas. En un acto de valentía, me acerqué hacia la puerta. El mal estar aumentaba cada vez más, y el dolor en mi faringe se hacía inaguantable. Al momento de irme, dos manos salieron de la oscuridad y tomaron mi cintura.
Quería gritar, pero mi voz no salía. Me estaba desesperando, intentaba zafarme de su agarre, pero era totalmente en vano. Mi vista se nubló, deje caer mi cuerpo desvanecido, pero esas manos siguieron sujetándome.
-Jungkook... Jungkook.
-¿Jin?.- Estaba escuchando a Jin llamándome, pero... ¿A donde está? ¿Porque está todo oscuro? Y nuevamente aquel dolor volvió.
-Estúpido, despierta que ya tocó el timbre.
Comencé a abrir mis ojos. Veía todo nublado, pero poco a poco mi vista se acostumbraba a la luz que invadía por la ventana.
Ahí estaban, Jin y Tae alrededor de mi banco.
-Menso! ¿Como se te ocurre dormir en clase?.-Se quejó Jin.
-perdón, tenía sueño.- Dije dedicándole una sonrisa.
-Vamos a la cafetería, tengo hambre.- habló Tae, dándose la vuelta para irse.
Me levanté de el banco y bajamos a comer.
-Jungkook, ¿Me prestas 5 won?.- me preguntó Jin sonriendome nerviosamente, el no solía pedir dinero.
-Claro.- dije introduciendo mi mano en el bolsillo, en busca de mi billetera, pero no estaba.
-Me la olvidé en el curso, ya vengo.- dicho eso subí las escaleras rápidamente. Estaba llegando a mi destino, pero unas manos rodearon mi cintura y me llevaron hasta un aula que jamás había visto. Y ahí vamos de nuevo, el dolor apareció.
-Hola Kookie.- habló esa extraña pero agradable voz.
-¿como sabes mi nombre?.- indagué confundido.
-No sé... O quizás si lo sepa.- me respondió con una voz ronca, y comenzó a acercar su rostro.
-¿Jung?.- esa voz pertenecía a Tae. Aquel extraño ser me soltó y se fue por la ventana... Pero... ¿QUE MIERDA? ¡ESTAMOS EN UN SEGUNDO PISO!. Me preocupó, pero le resté importancia. Salí de allí, y me dirigí a Tae.
-No la encontré.- mentí. Ni siquiera la había podido buscar.
-Ya se los presté yo, no te preocupes.
Ambos volvimos a bajar.