Capítulo 9

33 6 13
                                    

Ya prácticamente en lo alto de la cima, una ráfaga de viento acarició con furia el pelo castaño con gruesas pinceladas blancas de ella. Él la vio sobre una triste roca caliza sentada por la exhausta y agotadora caminata.

El viento volvió a soplar con más fuerza, parecía estar ansioso por jugar aquella tarde con la descolorida melena que en otros tiempos llegaba a la cintura con gran orgullo y brillo. Dulces ondas caían por la espalda de Iris como siempre pero con distinta textura.

― Recuerdas cuando te pintaste el pelo por primera vez ―dijo él entre sonrisas buscando tema de conversación.
― Mas bien me acuerdo de cuando me dijiste "no pintes la juventud en tu cabello, disfruta de ser tú misma en cada momento" ―dijo ella con los ojos cerrados mientras recordaba palabra a palabra la frase.
― ¡Oh, si! Esa frase fue muy buena, no puedes negarlo.
― Bellísimaㅡcarraspeó la gargantaㅡ. De hecho al ver que tú también tenías canas me inspiró un poema que creo nunca compartí contigo por tu impertinencia, jajaja.
― ¡En serio!, no lo creo, prueba a recitármelo y te diré si estás en lo cierto.
―Está bien, si insistes:

Va pasando el tiempo,
y el pelo se torna plata.
Se transforma en un lienzo
de sabiduría que resalta.

¿Lo ocultas con un tinte?
El tiempo no hay quien lo pinte.

Las canas deberían ser orgullo,
y muestra de supervivencia en este mundo.
Como una medalla conseguida
el poder contar la historia vivida.

Pero gracias a ellas
el tiempo corre distinto
y su velocidad disminuye,
como cuando éramos niños
sólo que ahora no construye.

― Tenías razón, no recuerdo me lo recitaras.
― Ya te lo dije, y hablando de color plata, ¿te acuerdas de nuestro veinticinco aniversario?
― ¿En serio me lo preguntas? ㅡrespondió él con otra preguntaㅡ. Acabamos de hablar de ello.
ㅡ Creo que me lo dijiste dos o tres días antes.
ㅡ ¡Ups!, perdón si te sentó mal.
ㅡ Bueno, un simple comentario con forma de consejo no me sentó mal pero me hizo pensar.
ㅡ Si te sirve de consuelo te lo dije así porque acostumbrado a tu pelo castaño me chocó verlo tan clarito pero estabas bellísima.
ㅡ Aquel día quería parecer más joven y estar bien guapa.
ㅡ Pues lo conseguiste ㅡdijo Eloy sonrienteㅡ. Anda y levanta que se está haciendo muy tarde ㅡdijo él para cortar la conversación.

Y ambos prosiguieron el viaje.

La creadora de versos: Etéreo recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora