Capítulo 3

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Tan bellos recuerdos llevó al pícaro amante a decirle algo a Iris escondiendo la sonrisa justo un minuto después de levantarse para seguir caminando:

ㅡ Lo mejor de todo fue la primera vez que hicimos el amor y las caras que ponías ㅡen ese momento dejó de agarrar la mano rápidamente y salió corriendo para mantener cierta distancia.
ㅡ ¿A dónde vas pillín?, ¿a caso crees que a estas alturas de la vida voy a reprenderte por decir eso? Jajaja. Eso lo dices porque no te veías a ti mismo.
ㅡ Suerte la mía, jajaja. Seguro que de eso escribiste algo y nunca me lo has  contado. Te conozco, eres tímida e introvertida, no serías capaz de contarme lo que escribiste sobre aquel día. Estoy segurísimo.
ㅡ ¿Eso crees? Deberás mejorar tu argumento si lo que quieres es información.
ㅡ ¿Entonces estoy en lo cierto? ㅡpreguntó mientras caminaba de espaldas para intimidarla.
ㅡ ¿Tú que crees? ㅡdijo insinuosa.
ㅡ Que sí.
ㅡ Y de verdad crees que voy a compartir ese poema contigo. Debes estar loco si crees que te quiero tanto como para contártelo ahora.
ㅡ Siempre estuve loco por ti. ¿Qué más da estarlo un poquito más? ㅡapunto estuvo de caer de espaldas por ir andando hacia atrás para no apartar la insinuante mirada de Iris.
ㅡ Jajaja, ¡casi te caes!. Anda ven aquí y dame un buen beso, quizás eso me haga cambiar de idea ㅡdijo Iris para acercarlo de nuevo a su ladoㅡ puede que así consiga recordar algo.
ㅡ Eso está hecho mi señora ㅡy  galantemente hizo una reverencia.
ㅡ ¿Qué haces? jajaja.
ㅡLo que usted mande ㅡla agarró fuerte de la cintura y la estrechó contra él observando el enrojecimiento de las mejillas ya de por si sonrojadas de Iris. Luego alzó la mano derecha colocándola tras el cuello y tal fue el sonoro beso que hasta el cantar de las aves paró en ese instante.
ㅡ Yo... ㅡella se mordió el labio inferior.
ㅡ ¿Su majestad no tuvo bastante?, ¿no fue lo suficientemente intenso? ㅡsonrió cual gorrión perverso ㅡ. Mucho me temo que dar con la intensidad adecuada es ardua tarea pero eso tiene arreglo fácil, como buen caballero y por mi honor que cumpliré su deseo intentando realizarlo a la perfección con los intentos que haga falta.

Ella sentía su corazón trotar de nuevo pero no le dio tiempo a pensar cuando enseguida se topó con otro beso que superaba con creces el de antes. Y a aquel beso le siguió otro y otro y otro...

ㅡ Para...Umm... Para...jejeje ㅡdijo Iris casi sin poder.
ㅡ Aun... no di... con el beso perfecto... mi dulcinea ㅡdijo él, como si de un teatro se tratase, justo antes de acabar los dos tendidos sobre la nieve.
ㅡ Ohhh... Jajaja... Por favor para... ㅡpero él no paraba.
ㅡ Mi señora... Ya casi... estoy a punto de encontrar el mejor beso...
ㅡ Te lo diré... Jajaja.
ㅡ ¿Qué le pareció este último beso? ㅡpreguntó él.
ㅡ Perfecto... Pero si sigues... No podré contártelo.

El paró para mirarle a los ojos como todo vencedor triunfante. Y ella comenzó a recitar como buenamente pudo bajo aquella circunstancia encantadora:

Nunca olvidaré el día en la playa,
cómo la arena y la mar me hipnotizaba.
Primera vez que escuchaba las olas chocar
mientras la fina tierra veía mojar.
Mas de aquel paisaje anonadante
nuestro amor salió bien triunfante.

La soledad del lugar serenaba
y tu dulce contacto me extasiaba.
Tu atrayente aroma me embriagaba
y me sentía más o menos preparada.

El agua salaba sutil el momento
y el amor endulzaba el cuerpo.
En ese amado agridulce estado
te sentí como nunca mi amado.

Mas el primer primer beso
condujo al segundo
y nuestro momento
hizo desaparecer el mundo.

La creadora de versos: Etéreo recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora