Me has aguantado por un mes

397 22 0
                                    

Mi hermano preparó el desayuno, y la verdad estaba delicioso y no lo digo porque eran waffles sino porque esta vez no se le quemaron a mi hermano, eso es un récord o por lo menos para mí que eso es un récord.

Cuando ya casi terminaba Oliver bajo ya cambiado y obviamente duchado se me acerco.

—Emily tenemos que hablar –me susurró sobre mi hombro, cosa que me hizo dar un extraño escalofrío que pasó por mi espalda para luego ir hacia el patio trasero de mi casa.

—Oigan chicos ya vengo no tardo.

—¿A dónde vas?- dijo mi hermano

—Al patio.

Me paré de mi silla y me dirigí hacia el patio, una vez allí Oliver comenzó a hablar

—Emily, tenemos que vengarnos –dijo Oliver

—No me digas –le dije con tono obvio.

—¿Bueno, pero como nos vengaremos?

—Eso lo planeamos luego –le dije y luego regresé a la cocina para terminar mi desayuno.

Cuando terminé subí las escaleras hacia mi habitación y me senté en la cama mientras pensaba un rato que hacer hoy, hasta que me decidí llamar a mis amigas, tomé mi celular y le empecé a marcar a Chloe.

¿Hola? contesto una voz medio dormida

—Hola, Chloe ¿te acabas de despertar?

Ah hola Emily, si me acabo de despertar ¿por?

—No, sólo preguntaba, Chloe ¿puedes venir a la 1 de la tarde a mi casa?

Claro, estoy allá dentro de 1 hora sí, ella despierta a las 12 pero es porque Chloe trasnocha mucho, por lo que despierta muy tarde.

—Bien, llamaré a Stepha.

Bueno, bye.

—Bye.

Luego de eso llame a Stephany, ella dijo que vendría a las 1:30 porque estaba en la peluquería y por eso llegaría más tarde.

Tal y como acordamos, Chloe ya estaba en mi casa a la 1, subimos a mi cuarto.

—Chloe, ¿recuerdas al chico nuevo y todo eso, que es muy amigo de nosotras? –dije en un susurro por si alguien nos escuchaba

—¿Hablas de Oliver?, por supuesto que lo recuerdo, si hasta es tu vecino.

—Bueno lo que importa es que mañana lunes cumple un mes de estadía por acá y bueno, como es lunes solo lo felicitamos, pero para el viernes quiero planear una fiesta en su honor, claro que tengo que convencer a mi hermano, pero si me deja hacemos la fiesta ¿qué te parece? –dije a lo que Chloe sonrió.

—Me gusta la idea, oye ¿desde cuándo cambiaste a la "tú" de antes?

—A ver, no he cambiado mucho, digo, solo un poco, ¿por qué se sorprenden? Ni que fuese la gran cosa, además, yo no he cambiado a la yo de antes, sólo se quedaron una que otra costumbre

—Bueno pero... Ay, ¿sabes qué? Más bien me callo

—Mejor así

Yo ya sabía que me iba a decir "bueno, pero hacer fiestas no iba incluido en esas costumbres" sin embargo se habría formado un debate muy grande, así que más bien se quedó callada o eso supongo, y si lo hubiera dicho me habría quedado callada yo.

Los amigos de mi hermano aún estaban en la casa y cuando dije lo de la fiesta oí susurros tras la puerta así que fui a ver si eran ellos, obviamente no hice ningún ruido. Cuando abrí la puerta allí estaban Michael, Andrés, Camilo, Esteban, Will, Carlos, Marco y mi queridisimo hermano Erick, todo ellos tras la puerta, bueno todos menos Oliver y pues se me hizo imposible no preguntar.

—¿Y Oliver?

—¿No te vas a enojar porque estábamos escuchándolas? –dijo mi hermano

—No se me hace raro en ustedes- dije mirando a cada uno– ¿dónde está Oliver?

—En el patio- dijo Esteban

—Ah, ok –dije y volví a entrar a mi cuarto para continuar hablando con Chloe.

Luego de un rato, el timbré sonó indicando que Stephany seguro ya estaba aquí, por lo que tuve que salir de mi cuarto a abrir la puerta que sabía los amigos de Erick no abrirían, pues de mi curto se oían los gritos de cuando alguien moría jugando vídeo juegos.

Stephany entró y saludó a los presentes en la sala para luego acompañarme en mi viaje subiendo las escaleras.

Subimos a mi cuarto, una vez adentro le contamos todo a Stephany.

Mucho más tarde con mis amigas salimos al cine porque queríamos ver una película y cuando ésta terminó llevé a mis amigas cada una a sus respectivas casas.

Cerca de casa hay un supermercado donde compré una caja de chocolates para dárselos a Oliver, porque a él le encanta el chocolate, también le compré fresas y un tarro de nutella, sin dejar por fuera unas "gomitas" como le dice en mi país, y de esos dulces que a él le gustan, compré una bolsa de regalo y metí todos los dulces ahí, luego de eso me fui hacia mi casa y guarde la bolsa en mi bolso que llevo siempre.

Llegué a mi casa a las 9 p.m. donde me tumbé al entrar en mi cuarto. En verdad estaba cansada.

°°°°°°°°°°°°°

Al día siguiente me cogió la tarde así que me puse unas medias veladas un vestido y un buso porque hacia un poco de frío.

Me subí en mi auto luego de comer unas tostadas, al llegar al insti abrí mi casillero y en frente a mí se hizo Oliver, le entregué lo que le había comprado el día anterior, él revisó lo que había dentro y se dibujó una sonrisa en su rostro.

—Felicidades, me has aguantado por un mes.

Él se rió —No es tan difícil –me dijo aun con la sonrisa hermosa decorando su rostro y haciendo que sus ojos color esmeralda brillen levemente.

—Como sea, lo que importa es que hoy hace un mes llegaste y desde entonces me has caído bien, no muchos logran eso –hablé sonriendo.

— ven aquí –me dijo para luego tomarme del brazo y atraerme hacia él, me dio un abrazo a lo que se lo devolví– gracias –me dijo aun estando abrazados.

—No hay de qué –dije

—Eres muy linda –dijo aún con una sonrisa a lo que lo mire sorprendida, siento que mis mejillas arden a lo que escondí mi cara en su pecho– Y muy tierna sonrojada –dijo y soltó una pequeña risa. Este tipo quiere verme morada, de eso estoy segura.

—Tú cállate. No quieres verme de cada color del arcoíris.

Soltó una carcajada que sonó por todo el pasillo del instituto que por suerte en éste momento no estaba muy lleno.

A Oliver y a mí nos toca el lunes en la misma clase a la primera hora, por lo que fuimos juntos cuando sonó el timbre, no hablamos ninguno de los dos en el camino y yo tenía mi cara de modo que él no me viera, odio estar roja.

Te gusta.

¡No!, solo es un amigo más.

Sigue engañándote de esa manera.

Agh, ¿no te quieres callar?

No te preocupes, enamorarse es muy normal, niña, no lo niegues.

¡No soy una niña!

Sí, claro y yo conozco a Zac Efron.

Ignorando a mi conciencia y regresando a la realidad ya estoy en matemáticas, no sé cuando llegué, pero llegué, y eso es lo que importa ¿no? Digo, el tema que daban lo hemos visto un millón de veces.

Cupido... ¡En persona!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora