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Matteo POV:

Siendo sincero no se si fue buena idea ir todo fue un desastre,su mama no me acepta y aunque se que a Luna lo único que le importa es nuestro amor,no me gusta ver el semblante que muestra cuando su mama le habla de esa manera,yo comprendo que no quiera a su hija con un traficante,pero ya no soy así,yo cambie y solo y exclusivamente por ella y eso es algo que su mama no entiende, salimos de hospital en silencio la escena tan desastrosa que habíamos pasado nos dejo asi, nos dirigimos hacia nuestra casa se había hecho un poco tarde y pues teníamos hambre.

-Perdoname.-dijo totalmente apenada mientras ingresabamos en la casa por la puerta,yo la mire al instante.-Se que no es agradable que te insulten,de verdad,lamento mucho todo lo sucedido con mi mama.-dijo bajando su cabeza.

-No,preciosa tu no tienes porque pedir perdón,si ella no entiende que te amo,es su problema no el tuyo ni el mio.-
dije subiendo su cabeza mientras colocaba mis dedos en su barbilla y le dedicaba una simple pero dulce sonrisa.

-Es solo que me frusta mucho saber que no intenta entenderme que no escucha.-dijo mostrando una triste sonrisa,la abrace al instante,se que este tema le ponía muy triste y la comprendo.-Y quiero que entienda que yo te amo¿Tan dificil es entender a tu hija y intentar apoyarla?-dijo mostrando una mueca cansada.

-No pensemos en cosas tristes porque te borran esa sonrisa que me encanta,mas bien,¿Porque no vamos a comer?Tengo hambre y ya es hora.-dije cambiando de tema,ella sonrió divertida y Sonreí profundamente me alegraba que formará una sonrisa y mas si yo la causaba.

-Bueno,esta bien.-dijo encogiendo sus hombros mientras comenzábamos a caminar hacia el salon,donde ya estaba puesta la comida,ventajas de tener servicio,cuando llegas ya esta todo hecho,nos sentamos y como ya dije comimos,claro que no mucho ya que le echaba tanto de menos que como mínimo le daba un beso cada un minuto.

-Amore mio.-dije tomando un poco de vino de mi baso,capte su atención de inmediato y una dulce sonrisa se formo en su rostro.

-Debo admitir que me encanta que me llames en Italiano.-dijo divertida mientras mordía su labio tras sus palabras.-Dime.-
dijo entrelazando sus dedos encima de la mesa ya que hace un rato habíamos acabado de comer.

-Me voy a Italia la semana que viene.-dije muy intranquilo ya que observe que su sonrisa se deshizo rápidamente y me observo muy seria.

-Matteo apenas vuelves de este viaje y ahora ¿Otro?-dijo muy molesta,cruzo sus brazos y me dedico un suspiro mientras giraba ligeramente su cabeza.

-Si,pero este es completamente diferente.-dije haciendo que al instante se confundiera demasiado y me observará mientras fruncía el ceño.

-¿Diferente?A que te refieres.-
dijo prestándome mucha mas atención,yo me levante de mi asiento y me coloque de rodillas ante ella,agarre su mano.

-Porque en este viaje tu te vienes conmigo.-dije elevando mis cejas,vi su cara la cual se quedo muy sorprendida,feliz y muy sorprendida.

-¿No es de negocios?-dijo sonriendo un poco,se muy bien que a ella todo ese mundo le aburre,pero ya sabéis que no es precisamente a esa razón por la cual quiero que venga conmigo a Italia.

-Es una sorpresa.-dije sonriendo,ella sonrió ampliamente,le encantan las sorpresas pero os aseguro que esta no se la espera.-Asique señorita no le puedo decir nada, le toca esperar.-dije mientras me levantaba del suelo,en el cual me había arrodillado.

-¿Ni un adelantito?-dijo riendo provocando que yo me uniera y también riera con ella, yo negué divertidamente y eso hizo que se enfadara como una niña pequeña y gruñero por ello.

-Esta bien.-dije rendido,no puedo negarme a ninguna de sus peticiones,simplemente no me dejo.-Nina y Gaston se vienen con nosotros ya que el también le tiene una gran sorpresa a Nina.-
dije encogiendo mis hombros.

-Me pregunto que sera¿Porque tanto misterio?-dijo ella muy emocionada, yo bese su frente y luego su nariz,me encanta besar todo de ella.


Daniela POV:

Aterrice y por fin pise tierra esos estúpidos aviones me ponen los pelos de punta,las turbulencias son simplemente odiosas y muy aterradoras,pedí un taxi ya que no tengo coche,nunca me hizo falta,mi viaje simplemente fue un maldito desastre,Simón me va a matar,no cumplí con su petición mantener alejado a Matteo todo el tiempo posible para que el pudiera acercarse a Luna,pero que demonios quiere que haga si fue por mi curiosidad que acabe preguntándole a la recepcionista del hotel y acabo diciéndome que ya había dejado el hotel junto con Gaston y ya habían regresado,maldita seas Luna.

-¿Que desea?-dijo una de las sirvientas de la enorme casa de la casa de Simón.

-¿Esta el señor?-dije muy indiferente,es una simple criada no merece mi respeto y menos esta que se nota que es una gata que lo único que quiere es subir puestos.

-Si,pero no creo que quiera ver a nadie.-dijo de la misma forma que yo,me contuve no se como pero lo hice a mi una estúpida sirvienta no me habla así.

-Oh,creeme a mi si querrá.- dije ignorando completamente a esa estupida y pasando por la puerta,me gritaba la muy inútil pero la ignore,es muy insignificante,finalmente llegue a su despacho y lo abrí encontrándome a un Simón no muy feliz.-Vaya¿Y ese golpe?- dije señalando a la marca la cual se situaba en su mejilla.

-No te importa.-dijo muy enfadado,giro en su silla y me dio la espalda,yo solo me tranquilizaba mentalmente.-No se que cojones haces aquí,no hiciste nada bien.-dijo molesto.

-Mira lo intente de verdad pero esa estúpida lo tiene embobado y no se porque.-dije suspirando, es decir yo soy mucho más que ella,siempre me he denominado como una mujer deseada y nunca me han arrebatado mi puesto.

-Yo si lo se,porque esa estúpida como tu le dices también me ha atrapado a mi.-dijo girando en su silla poniendose como estaba inicialmente,me quede muy impresionada.-¿Ves esto?-dijo señalando su mejilla,yo asenti.
-Pues esto,me lo hizo ella y si soy sincero me agrado mucho saber que tiene carácter ademas de ser una diosa.-dijo mordiendo su labio,yo le dedique una mueca de asco,ella una diosa por favor.-Y ahora más que nunca estoy dispuesto a tenerla entre mis brazos cueste lo que me cueste.-dijo seguro.

NO TODO ES MALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora