①⑨Me haces falta

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Luna POV:

Estaba rendida me dolía todo mi cuerpo de la noche anterior pero valió la pena tan solo recordar el placer que me causo me hacia sonreír inconscientemente sin duda estaba completamente enamorada de Matteo y el de mi la manera de tocarme de alagarme cuando hacemos el amor es única solo el provoca ese sentimiento es mi que me vuelve completamente loca,note unos labios que besaron mi frente suavemente haciendo que abriera mis ojos lentamente dejandome ver a esos ojos negros que tanto me enamoran.

—Buenos días ¿Dormiste bien?—
dijo Matteo sentado en el filo de la cama de mi lado.

—Casi no dormí anoche.—dijo divertida mientras me incorporaba en la cama.

—Mmm yo tampoco.—dijo riendo mientras besaba mis labios dulcemente,pero yo divise las maletas en la puerta y corte nuestro beso al instante.

—¿Te vas ya?—dije triste observando las maletas de la puerta el chico miro las maletas y volvió a mirarme esta vez asintiendo tristemente.

—Mi vuelo sale ya.—dijo apenado yo solo suspire y lo abrace al instante.

—Te voy a extrañar.—dije sincera no soportaba dejar de verlo durante cuatro dias enteros.

—Yo tambien.—dijo observando mis ojos intensamente,yo junte sus labios con los mios,cerré mis ojos al instante no sabe cuanto voy a extrañar sus labios pero una maldita llamada interrumpió nuestra despedida.
—Siempre tienen que interrumpir.—dijo gruñendo haciendo que una pequeña risa se escapara de mis labios,lo cogió y por el tono de su voz supe que estaba molesto pero se calmo un poco al ver de quien se trataba y era nada mas y nada menos que su hermanito Gaston.

—Vas a perder el avión.—dije levantándome de la cama haciendo que me observará al instante,llevaba el camisón de ayer.

—No sabes cuanto desearía quedarme aquí contigo y repetir lo de anoche.—dijo formando una sonrisa en su hermoso rostro mientras colocaba sus manos en mi cintura.

—Cuando vengas lo repetiremos todas las veces que quieras.—dije acariciando mi nariz con la suya haciendo que cerrara sus ojos sonriendo por mi gesto.—Ven te acompaño a la entrada.—dije señalando con mi cabeza la puerta,cogí una bata y salimos los dos de habitación,el cargando su maleta por supuesto,llegamos a la entrada de la casa y al abrirla pude observar un coche y apoyado en este culpable de nuestras interrupciones Gaston.

—Luna.—dijo saludandome con una sonrisa,yo corespondi su gesto saludándole de la misma forma.

—¿Cuidamelo si?—dije observando al castaño haciendo que riera por mis palabras y asintiera divertido.

—Mas bien creo que el que le va a acabar cuidando soy yo.—dijo mi amado esposo observando a su hermano el cual se coloco una mano en su pecho haciéndose el ofendido provocando una risa en mi por la situación.

—Ya lo veremos...—dijo Gaston burlándose de su hermano el cual estaba guardando la maleta en el maletero,lo cerro y se dirigió hacia la puerta apenado.

—Te amo,no lo olvides.—dijo observando mi rostro triste,yo solo coloque mis manos en su cuello y comencé a acariciar su cabello tiernamente.

—Nunca.—dije juntando nuestros labios de nuevo en un tierno y apasionado beso,sin duda le hiba a extrañar demasiado,pero una tos incomoda hizo que miraramos hacia el culpable.

—Me encanta que os améis tanto pero el avión va a salir.—dijo Gaston sonriendo nervioso ya que Matteo lo mataba con su mirada.

—Bueno preciosa me voy.—dijo dándome un corto beso en los labios para darse la vuelta dejandome apollada en la puerta,
acto seguido se metió en el coche y se fue,yo me quede unos minutos mas observando la salida y decidí entrar a la casa,cerré la puerta y me deslice por esta,se acaba de ir y ya me hace falta.

(...)

Daba paseos por la casa y así aprovechaba y la conocía un poco mas ya que este va a ser mi hogar por siempre junto con el hombre que tanto amo,mis pies dolían creo que había andado por la casa toda la tarde, mi aburrimiento se notaba mucho ya que Nina no estaba disponible hoy así que no sabía que hacer para entretenerme.

—Señora tiene una llamada.—
dijo una muchacha del servicio amablemente,yo me levante del banco inmediatamente y cogí el aparato que me estaba ofreciendo y conteste.

—¿Es usted Luna Valente hija de Diana Fernández Valente?—dijo un hombre extraño que hizo que frunciera el ceño por su pregunta ¿De que me conocía?.

—Si,soy yo.—dije confundida.

—Llamamos desde el hospital su hermano Ramiro nos dijo que la avisaramos,su madre esta muy grave y la vamos a operar.—dijo desde el otro lado de la linea,yo quede impactada y mi garganta formo un nudo,mi mama no puede irse,no puede dejarme.

—Voy para ya.—dije aguantando las lágrimas que amenazaban por salir,colgué y no pude evitar que un sollozo se escapara de mi boca.

—¿Señora esta bien?—dijo la muchacha preocupada,yo negué lentamente con mi cabeza aun con mi mirada posada en el aparato.

—Si llama Matteo dile que se comunique conmigo de inmediato.—dije limpiando las lágrimas con mis muñecas,la chica asintió y me dirigí hacia la puerta,pediría un taxi

Ramiro POV:

Esperaba a mi hermana en un asiento del pasillo de la sala de espera esperando a que llegara la verdad nunca pensé que llegaría a tanto con este tema pero se que es lo mejor para mi hermana, ese hombre no la hará nunca feliz sin embargo Simón si,el es bueno conmigo,el fue el que me aviso lo de mi mama y se lo agradezco según los doctores fue el quien la trajo al hospital y el que le salvo la vida creando una deuda infinita entre el y yo.

—¿Estas seguro que vendrá?—
dijo Simón observando el largo pasillo de la zona de espera.

—Si,Luna a pesar de todo ama a mi mama con locura.—dije asintiendo,la vi derrepente venia angustiada y cuando me vio se dirigió rápidamente hacia a mi y me abrazo.

—¿Donde esta mama?—dijo sollozando con sus ojos rojos lo que hizo que se me partiera el alma,ni se percato de la presencia de Simón.

—Estan operandola.—dijo Simon acercándose a nosotros,mi hermana lo miro seria y con cierto horror.

—¿Tu que haces aquí?—dijo señalando al chico con odio,según Simón su primer encuentro no fue muy agradable.

—¡Luna no le hables así!Gracias a el mama aun vive.—dije riñiendo la actitud de mi hermana,ella quedo impactada por mis palabras.

—¡¿Como?!—dijo dirigiendo su mirada llena de sorpresa hacia a mi,el chico sonrió agradecido.

—El le salvo la vida a mama.—dije dirigiendome hacia Simón colocándome a su lado y apoyando mi mano en su hombro,mi hermana sin embargo no entendía absolutamente nada.

NO TODO ES MALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora