-Me pregunto en que estará pensando esta vez.
-A mi no me cuestiones. Tu padre nunca ha sido muy claro con respecto a lo que hace.
-Siempre ha sido así, pero sin duda alguna esto ha sido muy repentino, incluso para él -respondió sin despegar los ojos de los papeles que sostenía entre las manos.
Continuó leyendo y Romina optó por no distraer la lectura. Caminaron por el largo pasillo que conectaba los dormitorios con el vestíbulo antes de llegar a la entrada principal.
- ¿Qué hora es? ¿Es tarde? -preguntó sin despegarse de los papeles, solo para matar el incómodo silencio que tanto la molestaba.
-Aún faltan veinte minutos.
- ¿Cómo dices? -miró a Romina rápidamente solo para reprocharle con la mirada- aún no es la hora y ¿Te molestas porque no me levanté tres horas antes?
-No sé porque te quejas, de cualquier forma no lo hiciste.
Miró a su acompañante con fingida indignación y continuó leyendo.
-Oye Cam -interrumpió Romina luego de un rato.
- ¿Ahora que? -respondió sin prestarle mucha atención.
- ¿Qué es lo que dice?
-No mucho -contestó con el mismo desinterés- no es un informe tan detallado, solo el nombre y alguna que otra pequeñez. Tú sabes, nada más que simples formalidades tan comunes en estas personas. -Ojeó los papeles con fastidio. Comenzaban a parecerle aburridos-, por lo menos podrían haber añadido algo interesante ¿No? Siquiera una pequeña fotografía. Ahora que recuerdo -dejó de leer- ¿No deberías tú conocerlo también?
-No realmente -respondió ella limpiando sus largas y decoradas uñas plateadas. Tenía unas manos muy hermosas- solo sé que es pariente de un amigo de la infancia, a quien trata de ayudar en esta ocasión. Aunque no sé mucho sobre eso. Como ya sabes, es muy raro que tu padre proporcione detalles sobre algún asunto en específico.
-Para ser tu esposo nunca sabes nada -le dijo Camil en tono de burla.
-Si claro -la miró con descontento- ¿Y bien?
- ¿Qué?
-Dice muy poco, pero ¿Qué es lo que dice?
-Pues es alto para su edad.
- ¿Alto?
-Es lo que dice aquí -retomó la lectura para refrescar la información- tiene 24 años, complexión delgada, 1.87 de estatura, -soltó una pequeña carcajada-, tal parece que finalmente Rivera logró su sueño de encontrar a pie grande.
-Camil, por Dios. No seas grosera.
-Sí, si -continuó- veamos. Complexión delgada, ya lo dije, cabello negro, fecha de nacimiento, no importa; tipo de sangre, no importa; color de ojos, no... -miró nuevamente- ¿Ámbar? -Exclamó sorprendida- ¿Existe algo así de verdad? Eso sí que es una sorpresa.
-Sí, es verdad. Es muy poco usual.
-Escucha esto-, aclaró con exageración -aquí dice que tiene muy buenas recomendaciones. Alto grado de estudios, con excelentes calificaciones y aparentemente se graduó con honores en más de tres instituciones de alta distinción.
- ¿Enserio dice todo eso?
-Sí, básicamente este hombre es un prodigio -gruñó-, estoy segura de que solo es una forma para fastidiarme. Romina esto lo puedo garantizar.
-No digas eso. A-además tu padre no haría tal cosa.
Llegaron al vestíbulo y se sentaron juntas sobre uno de los sillones color gris sin interrumpir su ruidosa conversación.
-Roma -la miró con incredulidad- ¿En verdad crees eso? Sí esta persona realmente tiene todas estas virtudes no debería estar trabajando aquí, mi papá ya lo habría asignado en otra área acorde a sus capacidades ¿No lo crees?
-Bueno... -esquivó la pregunta- ¿Y qué hay de su nombre?
-Su nombre -regresó a la hoja principal y las repasó de nuevo- no lo encuentro.
-Déjame ver -le arrebató la carpeta y comenzó a leer- aquí está. Dice Te...
- ¿Te?
-Déjame terminar, es solo que se me dificultó entenderlo, no sé como se debe pronunciar. Dice Therrance Santorelli.
- ¿Santorelli? -preguntó escéptica y comenzó a reír- ¿Es extranjero o algo así?
-No exactamente -regresó la carpeta con indiferencia rebuscando entre sus memorias-, recuerdo que tu padre mencionó algo acerca de que es nuevo en la ciudad pero no dijo nada de que fuese extranjero.
-Supongo que eso debe ser.
-Tal vez. Pero no te engañes, quizá estemos equivocadas.
-Sabes, esto será más interesante de lo que creí -exclamó con una cínica sonrisa de lado— por lo menos mi padre ya varió en el menú.
-Mira Camil- la miró con desaprobación- te conozco perfectamente y te prohíbo que te acerques solo para arruinarlo. Tu padre tiene expectativas muy altas sobre éste asunto y no quiero que lo arruines.
Con una estruendosa carcajada cerró la carpeta y se recostó apoyando la cabeza sobre las piernas de Romina.
-¿Ni si quiera para matar el tiempo?
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Al Diablo Tu Recuerdo (EDITANDO)
RomanceCamil trata de reajustar su vida luego de un trauma amoroso en su pasado del que se esfuerza por olvidar haciendo lo que está a su alcance. Recibiendo todo el apoyo de su entorno, cree ver la luz al final del túnel sin embargo un ayudante inesperado...