Romina se había desecho de todo rastro de nerviosismo e inseguridad ganando la batalla con la tensión furtiva entre ella y su taciturno compañero. Luego de la llamada que la apartó por segunda vez de la habitación, Romina regresó para proporcionar las indicaciones que le habían transmitido en ese momento.
Camil se había marchado ya y Clara estaba ocupada con su ya conocida rutina de inspección por los pasillos y habitaciones de la casa. Malhumorada por tan evidente abandono no pudo hacer mas que continuar con su labor.
—Pasa por aquí —indicó— al tiempo que entraba y con una mano detenía una puerta blanca y brillante— esta es la cocina. Ya conoces a la señora Clara, ella es la encargada de la cocina y la ama de llaves, puedes consultar con ella también, cualquier duda que tengas con respecto a las habitaciones, la comida y todo lo relacionado con esos asuntos.
El joven avanzó solo unos cuantos pasos hasta que la mujer se adelantó nuevamente dejando solo detrás de si el sonido de la puerta, similar a un abanico, abriendo y cerrando hasta que la fricción la hizo detenerse poco a poco.
—Mi esposo me dijo que tu te encargarías de supervisar el desayuno.
—Así es —respondió él rápidamente— el desayuno, sus horarios y todo lo demás.
—No estoy muy segura de hasta que punto estarás involucrado pero si los dos han acordado algo debe de ser para una solución razonable.
—No debe preocuparse por el tiempo, como usted ha mencionado solo buscamos una solución satisfactoria por lo que mi rutina comenzará temprano por la mañana.
—En ese caso es ahí donde comenzará lo divertido de tu día —exclamó con una sonrisa nerviosa.
No respondió.
—Por cierto —añadió intrigada— ¿Mi esposo te ha indicado un horario especifico?
—Me dio la libertad de ser yo quien establezca el horario de inicio. No debe preocuparse por ello, lo haré de forma en que ella cumpla de forma eficiente con sus asignaciones.
—El problema es que... bueno...
—¿Pasa algo? El señor Rivera me indicó que el horario yo podía establecerlo. Comenzará lo más temprano posible para que aproveche todo el tiempo que sea necesario y no se atrase como es habitual en ella, no habrá problema con eso si ella comienza lo más temprano posible.
—En realidad ese es el problema. Las mañanas son el verdadero problema.
—Créame que no debe preocuparse por ese detalle. Me aseguraré de no perjudicar su desempeño.
—Esta bien, esta bien —exclamó Romina tratando de alejar la preocupación que turbaba su mente.
Romina avanzó unos pasos más para continuar con las indicaciones mientras que el joven sacaba una pequeña libreta azul del bolsillo de su saco y deslizaba fuera de los arillos un bolígrafo delgado y plateado para comenzar a escribir.
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Al Diablo Tu Recuerdo (EDITANDO)
RomanceCamil trata de reajustar su vida luego de un trauma amoroso en su pasado del que se esfuerza por olvidar haciendo lo que está a su alcance. Recibiendo todo el apoyo de su entorno, cree ver la luz al final del túnel sin embargo un ayudante inesperado...