9: SANANDO LAS DEMÁS HERIDAS

32 3 0
                                    

Bon estaba más que feliz, la euforia no cabía en su ser, tenía ganas de que lloviera para seguir lo que decía la letra de una ya vieja canción sobre bailar con quien amas bajo la lluvia, quería que algo cerrara la escuela para que se decidieran en volver sobre sus pasos hasta el desvío que lleva a la casa de Bonnie, tomase su guitarra y así ambos se encaminaran lo más pronto posible al parque y tocar hasta el atardecer sin que nada los vaya a separar nunca más, a eso se propondría de ahora en adelante...

¿¡Pero qué...!? ¡¡Oh no!! ¡¡No!! ¡¡NO!! ¡¡ESTO NO PODÍA SER VERDAD!! ¡¡La historia no podía repetirse de ninguna manera!! ¡¡Mucho menos ahora que todo estaba por quedar en el pasado!!

Bon estaba petrificado.

La escuela finalmente estaba cerca y esto le dio al chico el chance de divisar a Mangle en la entrada como todos los días; ¡Esperándolo! ¡¡Y ÉL VENÍA ACOMPAÑADO POR EL ENEMIGO DE LA BANDA!!

Sus pasos finalmente se detuvieron a causa del pavor, sus ojos eran el mismo reflejo del miedo, su piel palidecía, y el tiempo se detuvo en su cabeza; de alguna u otra forma tenía que impedir reiniciar la escena que tanto daño le ha causado por herir a quien más ama, pero era inútil, las palabras no bastarían para evadir las dudas de Bonnie y el ímpetu de Mangle ante Los Animatrónicos a pesar de formar un trío musical temporal con dos de ellos, no podía decir que se decidieron en ensayar, Bonnie no traía guitarra y ella estaba consciente de que Bonnie no se había decidido en aceptar el dúo, decir que aceptó pero sin que trajera el instrumento para practicar seria muy sospechoso y Bonnie lo podría arruinar por algún comentario; no quedaba de otra, tenía que evitar estar con ambos en el mismo lugar y al mismo tiempo, ¿Pero cómo?

Bingo.

     - ¿Maestro? ¿Estás bien? – El llamado de Bonnie lo devolvió a la realidad en un segundo luego de ideárselas para evitar el encuentro.

     - ¿Eh? ¡Ah! ¡Sí! ¡Estoy bien! No te preocupes mí, sólo me llegó un presentimiento. – Le mintió para evitarle la situación por completo, no le podía decir nada de sus sentimientos aún, seguro que Queen le arreglaría una velada perfecta, para que la ocasión fuera más que especial y así ambos pudieran recordar el momento con lágrimas de felicidad. – Pero ya se me pasó, podemos continuar.

     - Emm... Ok... – Lo dudaba a medias, pero prefirió creer en las palabras de su maestro pues se les estaba haciendo algo.

     - Oh oh... – Interrumpió Bon la marcha con el lamento.

     - ¿Qué pasa? – Se giro Bonnie en vista de haberse adelantado ya tres pasos.

     - Se desató mi cordón. – Y elevó el pié para dar veracidad a sus palabras con un intento de risa inocente; pues con toda la intención del mundo pisó el acetato para desatar el nudo al intentar avanzar. – Oh bueno, vete adelantando, yo mejoro el nudo.

     - ¿Seguro?

     - Sí, sí, no te preocupes, es muy normal que me tarde. – Y se hincó para cumplir con su labor.

     - Pues bien. – Bonnie tomó la palabra de Bon para ingresar al colegio.

¡Fiu! La calamidad fue evitada, Bon se quedó en esa posición sobre su rodilla por otro momento en lo que contemplaba el ingreso de Bonnie a la escuela; pasando a Mangle como si nada mientras ella lo analizaba con la mirada extrañada, seguro que le preguntaría por qué venían juntos, pero bueno, para eso sí podía decir que se toparon en el camino, y todo en paz.

Así que se amarró las agujetas y corrió apresurado a la escuela.

     - ¿Se puede saber qué hacían ustedes dos caminando juntos a la escuela? – Fue lo primero que preguntó Mangle una vez que Bon la alcanzó en la entrada.

En busca de tu perdón (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora