En busca de tu perdón (Finalizada)

EPÍLOGO

Era una hermosa mañana de sábado en un blanco departamento tan impecable como si apenas lo estuvieran hospedando, la pareja dormía plácidamente en la cama King Size, abrazada, durmiendo con una sonrisa cálida en ambos rostros ilusionados.

La paz era atesorable, hasta que a su habitación entró una personita aventurera que ansiosa corrió hacía la cama y de un salto comenzó a brincar en la misma para despertar a la pareja.

     - ¡Despierten! ¡Despierten! ¡Hoy es el gran día! – Exclamaba el ser de doce años con emoción.

La relación se despertó medio adormilada pero contenta por la dicha y júbilo de la persona más pequeña.

     - Gracias por ser nuestro despertador el día de hoy. – Dijo uno de ellos.

     - Realmente fue una noche alocada. – Comenta el otro sin pensarlo.

     - ¡De eso no me cabe duda! – Se reía el individuo más joven. – ¡Y lo podrán disfrutar de nuevo si se apuran! ¡Rápido! – Y salió de la habitación para terminar de arreglarse.

La pareja terminó de levantarse de la cama no sin antes regalarse un exquisito beso que les recordaba lo que vivieron anoche; sucio y baboso, como los disfrutaban desde hacía casi cuatro o cinco años, de esos que sólo se daban en sus momentos más íntimos y especiales, tan magníficos, que el tiempo se detenía cada vez que lo repetían, pero el semejante más pequeño golpeó a la puerta y grito con diversión:

*¡Qué eso ya lo repiten después, se hace tarde!*

     - ¡Ya vamos mamá! – Contestó uno de ellos en broma pero sí se disponían a alistarse para el día más importante de sus vidas.

Uno de ellos tomó el control de la radio para no estar en silencio total, y la primera canción que se produjo en el programa los dejó maravillados.

     - ¡Oh por Dios! ¡Cómo amo esa canción!

     - Yo también. La canción que lo inició todo.

     - La que marcó nuestro destino.

     - La que nos ha unido para siempre.

     - La que se volvió tan importante para mí luego de todo lo que me dio. – Y abrazó a su pareja por atrás para luego comenzar a besar su hombro y cuello con pasión, haciendo al otro soltar suspiros de placer. – Finalmente puedo tener la certeza de que por siempre vamos a estar juntos.

     - Si yo nunca me alejaría de tu lado.

     - Aah, pero hoy, todos van a presenciar como nos unimos para toda la eternidad.

     - Hasta que la muerte nos separe.

     - No, ni eso borrará todo el amor que siento por tí. Es una promesa.

El individuo abrazado reía con ternura mientras la canción continuaba con su melodía sin letra, la pareja se dejaba llevar al pasado donde su canción fue el inicio de su tan hermosa historia de amor llena de retos, oportunidades y el regalo más hermoso que les llegó de una manera muy temprana pero fue el impulso perfecto para lograr sus sueños de libertad y triunfo.

Una historia en la cual el esfuerzo y dedicación hacía ese amor logró lo que parecía imposible, pero fue realidad, donde los obstáculos se superaron y ambas partes de la relación se volvieron más fuertes gracias a la influencia de uno sobre el otro para ser mejor que en el ayer.

Un amor que dio inicio a partir de su primer duelo de guitarristas.