Capítulo 4
Gabriel
Realmente era muy estúpida, creía que con esa manera tan brusca de tratarme conseguiría algo pero no esa manera tan infantil no me iba a hacer ceder, tenía que ser mujer para ser así, tan histérica e insoportable, doble el auto, regresaría por ella aunque supongo que estaría muy enojada, tal vez mejor, estaría llorando y suplicando por mami, que gracioso seria verla así, volví a la venida y me estacione al frente, ¿Dónde estaba?, saque mi cabeza y ella ya no estaba, ¿tal vez fue tan estúpida para irse caminando?, Salí del auto y me dirigí a la entrada, había unas chicas chismoseando, realmente las mujeres no se cansan de hablar de las personas
-¿disculpen hermosas?- dije con un tono seductor, ellas voltearon a verme y se deslumbraron con mi apariencia, realmente tenía que darle gracias a dios por ser hombre y ser tan buen mozo
- ¿sí?- dijeron con nerviosismo
- había una chica recién acá, estatura media, pelo negro y lacio con puntas abiertas, piel aperlada ni muy oscura ni muy blanca, fea ni con sentido de la moda y con unos ojos lindos- ¿se me olvidaba algo?- Ahhh y muy gritona y gruñona
- sí, la que estaba con el chico del pircing que daba miedo- dijo una pelirroja abiertamente y yo sentía una puntada
-¿pircing?- repetí
- sí, los vi un minutos y desaparecieron para ese sentido- me indico un camino, mierda esto era una tragedia, ¿por qué mierda se fue con ellos? Es muy peligroso, me eche a correr esperando que no sucediera nada malo.
Emily
Deje de llorar, era un signo de debilidad y eso era lo menos que podía demostrar, malditos bastardos, me tenía aprisionada con sus sucias manos, si no fuera porque me tenían los tres juntos le daría su merecido. Me llevaron a un callejón con techo, sucio y con olor a alcohol, me tiraron al piso repugnante del lugar
-¿ya no chillas?- me dijo acercándose a mí, yo retrocedí
- vete al infierno bastardo- dije y lo escupí
-muy valiente la nena, a ver que valiente vas a ser cuando te atemos- me agarraron de nuevo y me ataron sin delicadeza alguna, uno tenía una pistola en el bolsillo así que ni intente gritar, tal vez si lo hacía se ponía loco y me disparaba, uno de ellos se puso al lado mío y se puso a respirarme en la oreja
- realmente eres muy sexi, la niñas de ahora cada vez se ven más como mujer- lamio sus labios y me dio tanto asco que casi vómito, se alejó y yo vi a una poco distancia una piedra, pero no era cualquier piedra, tenía una filosa punta, genial, cortaría las sogas y me iría corriendo, me acerque a la piedra y sin que se den cuenta y con mucha dificultas comencé a cortar la soga, aquéllos hombre hablaban entre ellos, no sé qué estaban planeando. Cuando finalmente rompí la soga me sentí aliviada, ahora solo tenía que esperar el momento para echarme a correr
-¿Qué hacen bastardos?- escuche una voz conocida, mire a la entrada del callejón y vi a Gabriel, maldita sea porque justo ahora que casi estoy liberada, me miro y abrió los ojos
- mira quien esta acá- dijo uno y los otros dos se quedaron atrás riéndose- perfecto la fiesta esta armada- le tira un puñetazo a la cara de Gabriel, él no sabe cómo comportarse y cae al piso solo con un golpe, realmente era inútil, el asqueroso que me rapto le estaba dando buenos golpes a Gabriel en el piso, tenía una perfecta oportunidad para escapar pero por ese inútil no podría, a lo lejos me fije en una botella de vino, no tendría más opción que usar la violencia, si eran tres era muy complicado pero con uno me manejaba, ahora agradezco los tres años que mi mama me obligo a tomar de defensa personal, salte las cuerdas y Salí corriendo hacia ellos, agarre rápidamente la botella y se la estampe al tipo, el cayó al piso con sangre en la cabeza, los dos otros se pusieron alerta pero con unos golpes los deje de la misma manera, me sentía tan orgullosa de mi misma, ya era toda una mujer pero ahora tenía un problema, tenía cuatro hombres tirados en el piso de manera inconsciente esto incluía a Gabriel que parecía inconsciente, fui hacia el
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Hasta llegar a ti
Non-FictionEl amor es un camino peligroso y que tiene varias puertas que lleva a distintos destinos. Las personas eligen su camino y no siempre terminan con un final de cuentos y tampoco termina como un cuento de terror. Emily Elizabeth va a saber muy bien eso...