Capitulo 10- Reconfirmación

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Sola en mi cuarto rebotando una pequeña pelota contra la pared no puede haber una escena más deprimente, realmente soy un fracaso, Samuel no contestaba mis llamadas y no sé dónde estaba mi mejor amiga, si se la podía llamar así. Una semana paso desde la cachetada, Gabriel me ha ignorado por una semana y yo hice lo mismo porque no puedo tolerar que me rebajen, no no no , toda mi vida no construí esta personalidad para que ahora la derrumben con sus encantos formados por su ego, toda mi vida  busque la posición que ahora tengo para ¿dejarme tratar así? y lo peor que ahora estoy más enojada que antes porque el idiota me ha hechizado, no sé como pero lo hizo estoy segura, todavía no puedo creer que con cada sonrisa yo me derritiera y lo deje hacer lo que quiera. Lo peor de todo es que no sé a quién culpar, ¿mi corazón? no no puede ser, lo he pensado en estos días y me di cuenta que fui una estúpida ¿por qué?, bueno comienzo, lo he dejado besarme como se le canto la gana, ¿quién soy yo para besar a un chico que no es nada como una puta? no entiendo, mi lógica no lo entiende y lo peor de todo es que si no nos hubiéramos peleado estoy segura que estaríamos en las mismas condiciones, que si el me hubiera dicho que el cielo es rojo yo hubiera asentido y hubiera dicho "si Gabriel", eso me indigna realmente

-Emily podes salir ahora- grito mi madre por el otro lado de la puerta, ella había notado mi enemistad con Gabriel y me culpaba, ¿por qué mierda me culpaba a mí? yo no hice nada, ella decía que estamos en su casa y no le podía negar el saludo pero yo no se lo negué él no me saludo así que yo tampoco lo hice, cada vez que el o yo nos mirábamos desviábamos la vista y cada tanto me tiraba un palito. Y lo peor de todo pero de todo es que aprobó las exámenes que yo le ayude a estudiar, esto es terrible así que lo tengo que ver todas la vacaciones- Emily no querrás que entre ¿no?- me volvió a gritar, que insoportable esta mujer que me esta presionando para que vayamos a comer todos juntos como si fuéramos una familia pero no somos familia así que no entiendo

- ya voy- me levante de mala gana y salí de la habitación. Ahí estaba mi mama con los ojos de demonio y el pelo desordenado, puse cara de póker y la seguí para encontrarme con Gabriel sentado en la mesa con no un buen humor pero Julio se estaba poniendo una chaqueta y agarrando una maleta. Mi mama se sorprendió a verlo

 -¿pasa algo?-pregunto decepcionada

-los  japoneses llegan antes- miro su reloj- precisamente en dos horas. Hay que movernos ya- mi madre toco su pelo y sacudió la cabeza

-bien. Estoy lista en cinco minutos. Voy a llamar a maría para que haga los informes y a Carlos para que prepare el hotel- mi mama se veía nerviosa y apurada, ni siquiera me miro y se fue para el cuarto. Julio la siguió, note que Gabriel bajo la cabeza y me miro de abajo

 - siempre lo mismo- dijo en un susurro que solamente pude escuchar yo. Trate de no mirarlo si lo veía así no se porque mi cuerpo me impulsaba para que lo vaya abrazar y no lo iba ser

Me sorprendió mucho que mi mamá realmente esté lista en cinco minutos suponía el oficio, se fuero como un cohete ninguno se despidió de ninguno de los dos pero bueno no se podía hacer nada, aunque antes de salir julio dijo que Gabriel no le cause ningún alboroto o algo así. Estuve aburrida toda esta semana y hoy no era mi excepción me fui a mi cuarto y vi un poco tele y luego escuche música, lo único que podía ser un poco entretenido, las empleadas que siempre estaban cuchicheando me contaron que frente de nosotros vivían mafiosos y que unas amigas de ellas que trabajan ahí dijeron que estaban peleando con otra banda de mafiosos, bueno eso es lo que creo. Me levante hacia la ventana y observe la casa realmente no parecía una casa de mafioso pero bueno me daba intriga, cuando me acerque veo a un hombre en la puerta, realmente veo una sombra no lo puedo distinguir, abrí mis pupilas para poder ver más de cerca pero al escuchar el sonido de un disparo salte de la impresión, solo en ese momento pude ver a un hombre caer fuera de la sombra y aquel hombre que llevaba un sombrero y que me estaba intrigando alzar hasta donde estaba mi ventana

Hasta llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora