Capitulo 13- Un Momento

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Sentía que alguien me sacudía pero estaba tan cansada que no quería abrir los ojos, solo quería volverme a dormirme un rato mas pero cuando mi olfato sintió un olor a quemado los abrí inmediatamente por temor, los recuerdos del incendio de mi casa a veces me atormentaban por eso mi reacción fue inmediata y para mi sorpresa me encontré en esta mañana tan calurosa a Gabriel encima mío agarrando mis hombros de una forma molesta

- huele a quemado- dije ignorando su mirada divertida

- los huevos- dijo exaltándose y salió corriendo, yo quería seguir durmiendo así que me volví a acostar y a descansar en la dulce almohada que se me hacía tan cómoda pero el volvió a saltar en la cama, yo voltee los ojos con ganas de matarlo por no dejarme dormir y busque con mis ojos algo para tirárselo en la cabeza y que no me moleste mas pero no encontré nada a mano

- despierta Emily, es tarde, quiero ir a la playa, además el desayuno ya está listo- yo mire el reloj y su tarde era las 8 am, cuando él duerme yo trato de no molestarlo así que no entiendo porque me molesta a mi

-es temprano ¿qué pasa no pudiste dormir?- le pregunte

- Eres una cara dura, no pude dormir por tu culpa, te aferraste a mi como una piraña, me tenías agarrada del cuello con mucha fuerza mientas dormías como si estuvieras amarrándote a un árbol y yo bondadoso para no despertarte te deje

- Perdón pero no te desquites conmigo y déjame dormir- me di la vuelta para que no me molestara mas pero sentí una nalgada en mi cola que me hizo ver hasta los dioses, mi cola descubierta estaba roja, lo único que tenía era mi bragas rosas, de inmediato la tape y lo mire con mala cara

- ¿estás loco?- le grite, él me sonrió

-¿ahora te vas a levantar?- yo negué y me tape con la sabana- entonces después no te quejes- el me destapo y llevo sus labios a mi cuello jugando con su lengua

-¿ qué haces?- le pregunte sacándolo pero en mi rostro estaba escrita la palabra "seguí" porque al instante que sentí su lengua una electricidad paso por mi cuerpo- Basta- dije mientras sonreía por el placer que me producía sentir sus labios en mi cuello y creo que al yo no oponerme el comenzó a expandirlo, llevo sus labios a mi oreja y yo ya me comenzaba a mover debajo de las sabanas con el lívido subido hasta el cielo, quería más y mi sonrisa lo demostraba, sentía una sensación extraña de la pelvis hasta un poco más abajo casi en mi punto sensible, era la primera vez que lo sentía, no podía ver su rostro pero lo busque para poder besarlo, lo agarre del cuello y estampe sus labios contra los míos y no tarde en meter mi lengua para saborearlo más y más para sentirme unida a él, cuando sentí su bulto en mi vientre mordí mis labios y él también lo noto

-¿ qué pasa Emily te despertaste atrevida?-dijo susurrando en mi oído, yo negué- no lo niegues sé que te encanta- dijo mordiendo mi oreja, yo lo rodee con mis piernas y al sentir su bulto en mi vientre gemí, un sonido nunca producido por mi boca salió, respiraba entre cortadamente y pude sentir de nuevo un olor a quemado, el me alzo de las piernas para pegar su erección contra mi vientre y los dos gemimos al mismo tiempo al sentir esa sensación que recorrió todo mi cuerpo, hacía mucho calor pero yo me quería hundir en el

-¿dejaste algo más al fuego?- le pregunte mordiendo sus labios, él lo pensó

- mierda los tostados- dijo alejándose de mis labios y corriendo hacia la cocina, yo me comencé a reír y lo seguí, el humo negro que salía de la tostadora me daba gracia, el trataba de sacar las tostadas negras de la tostadora

- eres todo un chef- dije con sarcasmo y burla

- cállate que fue tu culpa-me recrimino

-¿mía?-reí- la tuya por...- antes de que pueda hablar me agarro de la cintura

Hasta llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora