Sweet Baby Boy [Jalonso Villalnela]

Chapter Five: "Pasado"

7 de Enero 2014.
Nuevo Laredo, Tamaulipas, México
3:18 p.m.
Corporation Cinnamon

Jos siempre ha pensado que es muy afortunado.

Terminando Administración de empresas, y lenguas, con honores. El primero en su clase.

Ingles, francés, japonés, ruso e italiano.

Independiente desde temprana edad, recibiendo mimos por cualquier lugar, sin embargo, siempre luciendo un semblante serio. Era extraña la vez que escuchabas la risa del ojimiel.

Presidente, y fundador, de Corporation JC.

O como muchos lo llamaban Corporation Cinnamon. Claro que ello solo pasaba cuando regresaba a Estados Unidos.

Es feliz, claro, porque toda persona es feliz con mucho dinero y amigos por debajo de las rocas. ¿Cierto?

Mentira.

Jos necesitaba alguien que le entregue amor. Alguien al cual poder prestar su atención, salir de su rutina y darle mucho amor. Su nana se lo reprochaba constantemente.

El problema era que, Jos tiene gustos... extravagantes.

Sin embargo, esa no es razón para lo que su amigo acababa de pronunciar.

"Deberías practicar el ser un sugar daddy" Su mejor amigo, y socio, Andrew hablo tan despreocupado del tema, que Jos intento no tomar enserio la propuesta. "Ya sabes, en México hacen muchas subastas. Lindos sumisos, y tú, mi amigo, necesitas alguien con quien follar"

"No podría meterme con chicuelos de dieciséis años" el ojimiel frunció el ceño "No quiero un adolescente que le gusta ser azotado"

"¡Pero tienes todo lo que un Sugar Daddy necesita!"

"No cambiaras mi opinión"

"Pe-ero..."

"No"

"Uhg, solo piénsalo, un pequeño con el cual podrás practicar cualquier acto sexual que se te ocurra"

Él sabía muy bien acerca del tema, pues siempre escuchaba ciertas conversaciones de sus trabajadores sobre ello; y, tal vez, tener un sumiso no es tan mala idea.

Pero, vamos, está completamente seguro que a esas subastas solo las habitaban grandes cantidades de hombres viejos, adinerados, y sobre todo, solteros. Y podría catalogarse como uno, excepto por lo viejo, pero tal vez un sumiso sea ir demasiado lejos.

Además, escuchaba que esas personas eran aisladas de la sociedad, siempre permanecían encerrados como animales, aprendiendo todas las reglas que deben seguir. Y lo peor de todo, es que algunos de ellos no estaban ahí por sí mismos. Sino que fueron llevados ahí, secuestrados, o por su propia familia.

Jos no debería pensar esto, pero agradece que su padre, malditamente homofóbico, este muerto. Cree que su padre fue el único que no acepto su orientación, y la verdad, no es como que le importe del todo.

Volviendo al asunto del sumiso, no pierde nada en intentarlo.

Tal vez se lleve una gran sorpresa.

"Bien, iré contigo a esa subasta" termino cediendo.

"¡Sí!" el castaño sonrió, y sin más se levanto de su silla "Iré a recogerte, ve con traje y lleva tu chequera" asintió.

Libero un suspiro cuando Andrew se retiro de su oficina. La placa de Presidente y fundador de su empresa reposaba en su escritorio de cristal.