Sweet Baby Boy [Jalonso Villalnela]

Chapter thirteen: "Kiss me, daddy"

"¡No te acerques!"

"Alonso..."

"¡No!"

Jos suspiró rendido, alejándose del pequeño cuerpo en la gran cómoda mientras trataba de buscar las palabras correctas.

Y es que después de aquella repentina noticia, Alison se despidió prometiendo volver antes de la noche, Jos decidió que necesitaba al menos un poco de consuelo por su bebé de azúcar.

Sin embargo, eso no parecía caber en los planes de Alonso, ya que en cuanto adentro un pie en la habitación el pequeño comenzó a gritarle que se alejara.

Nunca había estado más confundido que en ese preciso momento, tratando de recordar alguna situación que afectara a Alonso.

"¿Qué ocurre contigo?" cuestiona el mayor "Esta mañana tu comportamiento es completamente diferente a como lo imaginé"

"¡Pensé que era especial!" chilla el pequeño "Creí que los mimitos eran solo entre los dos" susurra, un puchero instalado en sus labios.

Jos no puede resistirse ante tierna escena, pero aun así continúa cuestionando sobre qué está mal.

Supone que el pequeño está ocultándole algo importante, así que inmediatamente las reglas vuelan a su mente.

"¿Cuál es la regla número diez, Alonso?"

"La mentira está totalmente prohibida a papi" contesta en seguida, el puchero intacto en sus labios mientras sus ojos se cristalizan

En sí, Jos no obligó de alguna forma en particular al pequeño blondo a memorizar cada una de las reglas, si no que él mismo comenzó a leerlas y tratar de no sacarlas de su mente.

Al principio Jos pensó que le serviría para entretenerse, pero cuando escuchaba los susurros bajos de Alonso reprendiéndose por no memorizar alguna regla, él se preocupaba.

"Entonces le dirás a papi, ¿Qué sucede?"

El ojiazul lo observó detenidamente, debatiéndose mentalmente entre decir o no decir al mayor su tormento. Y ahora que lo piensa, puede que sea un muy tonto tormento porque qué tal si aquella mujer no es nada de su papi y él solo malinterpreto las cosas.

"Es que..." murmuró. Su pequeño dedito trazando líneas invisibles sobre las sábanas "Papi le hizo mimitos a ella"

Jos, que estaba recostado en el marco de la puerta, frunció el ceño.

"¿A ella...?" lo noto asentir "Te refieres a Alison, ¿cierto?"

"No me importa su nombre" farfulló entre dientes "No quiero ver a papi"

El hombre suspiró, miró a su pequeño dar media vuelta y acomodarse entre las cómodas frazadas. Sus pequeños brazos abrazaban el felpudo oso marrón.

Trato de no sonreír ante eso, ideó alguna forma de hacer cambiar de parecer al pequeño.

Psicología inversa.

Sí, eso podría funcionar.

"Bien" dijo al final ". Iré con ella a Rusia si tanto te molesta" hablo en broma ". Visitare junto a Alison Rusia, ¿te parece bien, Alonso?"

"No puedo negarle que hacer, Señor Canela"

Jos se preguntaba a qué se debían esos diversos cambios de actitud en el pequeño adolescente, pues parecía que en algún momento todo su pasado se esfumara y fuera solo un chico normal de diecisiete años.

Pero esos pensamientos desaparecen cuando nota su infantil actitud, junto con su pura inocencia. Y Jos no podría estar más encantado cuando Alonso le preguntaba qué significaban ciertas palabras ó a que se referían ciertos lugares, sus palabras cargadas de curiosidad lo hacían volver a la realidad.