Capítulo 19

228 2 0
                                    

Trato de normalizar mi respiración, me siento como atrapada en mi cuerpo, mi mente quiere estar lejos de aquí, viajar lo más lejos que puede mientras que mi cuerpo no quiere reaccionar. Mis brazos están cansados como si hubiera hecho horas de gimnasio y en realidad lo que creo es que hace días que no duermo como debería, días que intento ver su cara y la verdad hubiera preferido no hacerlo.

Escucho fuera de mi pieza a mi familia moverse y no quiero ver a ninguno de ellos, como le explico a mamá que el hombre que ama es un monstruo, al igual que Pía. Tampoco sé qué debo hacer con esto que se, a quien contarle y a quien no, lo único que quiero es estar lejos de él y nada más. Hace unos días llamé a Pía y Las para contarles lo que me había pasado en la charla, pero no pude, no pude estando mi hermana allí, no pude decirle a Las que la persona que siempre creí y la sociedad creyó me amaba me hacía tal cosa.

Es como si de un momento a otro mi vida se hubiera convertido en un caos del que no quiero formar parte, ¿cómo hago para escapar?

Mi celular comienza a sonar, pero no quiero ver quién es, no quiero hablar con nadie. No quiero formar parte de ningún grupo, siento que todo el mundo podría traicionarme como él lo hizo. Ni siquiera sé si puedo o quiero ver a Las, lo que me duele todavía más porque él es tan perfecto a mi punto de vista. El teléfono vuelve a sonar, en realidad es como la tercera vez que lo hace, pero no quiero atender, aunque pensándolo bien si atiendo ahora mismo ya no seguirá sonando.

L: ¿Hola?

Luna: Hola amiga ¿estás bien? Hace días no vienes a clases, nadie sabe nada ni siquiera Las, me dijo que hace días no le respondes los mensajes también. ¿Qué está pasando?

Solo suspiro porque no me gustaría explicarle esto a nadie, no puedo ponerlo en palabras.

L: No hace tanto que no voy, desde la charla, así que hará unos dos días.

Luna: Em no, hace dos semanas no te presentas a clases, ¿qué está pasando? No voy a volver a preguntar, si no respondes voy a ir a tu casa hasta que me recibas y me digas que carajos pasa.

L: No grites que mi cabeza duele, no hace tanto, estoy totalmente segura de que hace dos días no voy a clases. No pasa nada, solo me siento mal por algunas cosas que mi cabeza me dejo ver.

Luna: Mierda Lola, ¡ya no te aguanto en tu faceta misterio! Prepárate porque estoy saliendo para allá, con las chicas y Las. Está desesperado.

No me dio tiempo a decir que no, tan solo corto luego de confesar lo que Las había comentado. Busco la fecha en mi celular y no lo puedo creer, ¿estoy volviéndome loca o qué? Perdí totalmente la noción del tiempo, hace dos semanas que no asisto al colegio y que no salgo de la habitación. ¿Nadie se dio cuenta en casa de la situación? No recuerdo bajar a comer o aunque sea tomar agua.

Me doy cuenta que también huelo terriblemente mal, asique me levanto en dirección al baño, pero en ese instante algo cae de mi mesita de luz, no le doy importancia hasta que siento los gritos de Pía detrás de la puerta avisando de mi movimiento. Cambio de rumbo acercándome a la puerta, abro el pestillo y me encuentro con su cara de horror, no puedo permitir a que mi padre entre aquí así que la agarró del brazo y la meto a mi habitación y cerrando con cerradura detrás de mí.

Lo ¿qué pasa? Hace días estoy tratando de entrar a tu habitación, hace una semana no comes y veo que tampoco te bañas.

Ya te voy a explicar, ahora quiero bañarme Doy media vuelta retomando mi camino hacia el baño, pero ella me toma de la muñeca, no entiendo que el pasa a la gente.

No Lola, ¡después no! ¡Ahora! No sabes el miedo que tenía estaba a punto de llamar a nuestros padres, tenés demasiada suerte de que estén en su viaje de renovación de votos.

UnconsciousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora