Detrás de puertas cerradas se esconde un pequeño secreto, un príncipe de Slytherin enamorado de una princesa de Gryffindor. Dicen que la gente se enamora en maneras misteriosas, que todo es parte de un plan. Hace una vez, un ángel y un demonio se en...
Era ya tarde en la noche, y una vez más Annora y yo nos dirigíamos a nuestras respectivas Salas Comunes después de una entretenida reunión. Esta vez habíamos decidido caminar juntos hasta que tuviéramos que partir caminos, y nos dedicamos a contar historias y reír hasta que fuera momento de aquello. Todo últimamente había estado yendo muy bien en nuestra 'amistad' a decir la verdad, y no podía estar más perdido en la hermosa forma en que se emocionaba contando sus chistes malos e historias embarazosas, hasta que miré hacia abajo y mi corazón paró en seco.
Frente a mí, estaba ella. Llevaba ya casi dos años sin verla o saber de su existencia pero ahí estaba. Rápidamente todos los momentos que compartimos juntos en tercer año fueron llegando a mi mente y me bombardeaban los recuerdos. Mi respiración se agitó pero intenté ocultarlo para que Annora no se diera cuenta, pero ya era muy tarde, ella había seguido caminando sin darse cuenta de mi extraño cambio de actitud hacia lo que había encontrando frente a mi. Y ese algo era nada más y nada menos que mi manzana.
-¿Draco, estás bien? -dijo la morena con una risita juguetona mientras me miraba un poco confundida, sin haber notado qué estaba viendo yo.-
-Yo... yo tengo que irme Annora, lo lamento -hablé de forma muy rápida y tomé la manzana para salir corriendo a las mazmorras sin dar más explicación.-
Pude escuchar a lo lejos como Annora hacía preguntas al aire sin recibir respuesta alguna de mi parte. Sabía que haber salido de aquella situación de tal manera la dejaría confundida pero no tenía opción, tenía que salir de ahí antes de que ella se diera cuenta.
Cuando finalmente pude estar en la paz de mi cuarto, me tuve que asegurar que Theo y Blaise estuvieran completamente dormidos, lo cual fue confirmado por sus ronquidos. Siendo cuidadoso de no hacer ningún movimiento brusco cerré las cortinas y cuando estuve seguro de que no había peligro, saqué la manzana y la coloqué con delicadeza sobre mi almohada, y la admiré. Admiré su gran belleza, y como su corteza verde brillaba con la poca luz de luna que entraba por la ventana y se colaba por las cortinas. No puedo recordar la última vez que me sentí así, tan lleno, tan feliz. Y así, después de unos cuántos minutos, decidí guardarla en un lugar seguro hasta la mañana siguiente; estando completamente consciente de que no iba a lograr conciliar el sueño fácilmente.
(...)
En la mañana, me paré como un resorte de la cama y me arreglé en menos de 10 minutos. Al darme cuenta de que estaba completamente solo en la habitación, saqué a la manzana de donde la había puesto la noche anterior y una sonrisa involuntaria se formó en mi rostro. Y con toda la delicadeza posible deposité un suave beso en su parte de arriba. La guardé con cuidado en mi túnica y baje a tomar el desayuno.
Annora's POV
El extraño cambio de parecer de Draco la noche anterior me dejó muy confundida, y hasta me dolió si soy sincera. Cuando finalmente llegue a la torre donde está ubicada la Sala Común de Gryffindor y entré a mi habitación, me tumbé la cama y me quedé contemplando el techo mientras varios pensamientos invadían mi mente. Lentamente, fui quedando dormida pero la pregunta de qué fue lo que hizo que Draco se comportara así siguió resonando en mi cabeza.
A la mañana siguiente, mientras me cepillaba los dientes, finalmente la respuesta llegó a mi. Mis ojos se abrieron ampliamente y lo primero que sentí fue una gran sorpresa. Rápidamente, ese sentimiento fue remplazado por el de tristeza y seguidamente por rabia. En menos de lo que me pude dar cuenta, ya estaba vestida y en camino a el Gran Comedor. Mis pies se movían casi por sí mismos y mis manos habían formado puños involuntarios mientras que con un paso acelerado estaba buscando al rubio serpiente. Cuando finalmente lo visualize a lo lejos, no pude controlar lo que salía de mi boca más.
-¡¿CUÁL ES TU MALDITO PROBLEMA MALFOY?! -podía sentir como el calor subía por mi cara mientras involuntariamente tomaba al rubio y lo arrastraba dentro de un salón vacío.
No me había importado en lo absoluto que los demás estudiantes me hubieran visto con cara de loca ni pensaran desgracias de mi en aquel momento. Podía notar el miedo de Draco en sus ojos y en la forma que su pecho subía y bajaba rápidamente, y estaba segura de que él podía ver el disgusto en los míos y en mis acciones también.
-¡¿Cuál es tu problema?! -repetí mi pregunta anterior ahora mientras lo empujaba y una lágrima de rabia bajaba por mi rostro.-
-¡¿De qué hablas Annora?¡ -dijo mientras su cara se retorcía en miedo.-
-¡Oh, sabes perfectamente de qué estoy hablando! -sequé rápidamente la lágrima de mi mejilla.- ¡Es que no entiendo! ¿Qué tiene ella que no tenga yo? -hablé en desesperación a la misma vez que caminaba de un lado a otro jalando de mi cabello.-
- N-No sé a q-que te refieres Annora... -pude notar en su voz que me ocultaba algo y eso solo hizo que me molestara más.-
-¡LA MANZANA DRACO, LA MALDITA MANZANA! -estallé en dolor y disgusto, las lágrimas ya no podían ser controladas.- ¡Es un insignificante pedazo de materia y-
No pude terminar de hablar ya que podía escuchar la respiración pesada de Draco por encima de mis palabras, y me detuve a observarlo. Su rostro había cambiado completamente, y ahora estaba mirando al suelo con la varita en mano.
Narrators' POV
-No te atrevas a hablar así de ella -dijo cada palabra entre dientes, pero lo suficientemente fuerte para que la bruja lo escuchara.
Una lágrima de rabia se deslizó por su mejilla y en menos de lo que se pudo dar cuenta, un Petrificus Totalus salió de sus labios al mismo tiempo que apuntó a la morena con su varita, para así dejar a una ilesa Annora en el suelo mientras limpiaba y guardaba su varita nuevamente.
Con paso acelerado, Draco salió de ahí cuidándose de que ningún estudiante ni profesor lo viera. Cuando llegó a la mesa junto a sus compañeros serpientes dejó la manzana frente a su plato y dio gracias a Merlín que nadie preguntó por ella ni por su comportamiento.
Pero todo cambió de un momento a otro. La desesperación me invadió cuando por accidente mi manzana cae al suelo y mi mundo se paró. Todo comenzó a pasar en cámara lenta y mi cuerpo no tuvo la fuerza para reaccionar. Y cuando lo hizo, ya era demasiado tarde. En menos de un segundo ya Blaise la había llevado a su boca y la había mordido. Pude sentir como mi corazón se achicaba y partía con cada mordisco que le daba y no supe que hacer.
(...)
-Idiota, se come mi manzana y piensa que saldrá ileso... Por su culpa nunca podré ser el mismo. -susurraba Draco para él mismo antes de salir del Gran Comedor, en donde varios Slytherins rodeaban como una manada de lobos hambrientos a Blaise, quien estaba ensangrentado y sollozando por su vida en el suelo. En el fondo también se podía escuchar a los miembros de las otras tres casas abucheando al moreno muchacho y alentando a los que lo rodeaban; ya que Draco no se la dejó tan fácil.
Tenía que hacerlo, y no me arrepiento el lo absoluto. Mi parabatai y yo pensamos en esto y no me pude resistir y digo, ¿cómo hacerlo con un amor tan hermoso y verdadero como el de Draco y su manzana? #Drapple4life
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