Pequeño Secreto | Draco Malfoy

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Annora's POV

Con ojos soñolientos y casi que arrastrando los pies, salí del salón del profesor Binns luego de una larga clase de Historia de la Magia.
Siendo nacida de muggles, y al haber pasado la mayor parte de mi vida en el mundo muggle a este punto, me parece increíble poder aprender sobre la historia mágica... pero eso no lo hace menos tedioso.

Estaba más dormida que despierta cuando de repente se me cruzan dos muchachos que casi doblan mi estatura, uno peli negro y otro pelirrojo.

- Nos quieres explicar que tan perdido estaba ese gorro anoche que regresaste a la torre... ¿¡nunca!? -dijo Ron seriamente pero tampoco de una manera molesta, sonaba más bien a una combinación de intriga y amargura.

- Estuvimos esperándote en la Sala Común hasta más allá de media noche. ¿Estás bien? -Harry esta vez utilizó más bien un tono de preocupación, mientras me miraba de arriba a abajo.

- Bueno aquí estoy, ¿no?

- Claro estúpida pero en serio ¿dónde estabas ? -Ron esta vez tomó un tono más parecido al de su mejor amigo.

Suspiré profundamente y miré a un tiernamente preocupado Harry, que seguía esperando que una respuesta concreta saliera de mi boca. Tomé a ambos chicos de la mano y comenzamos a caminar hacia las mazmorras, pues ahora teníamos Pociones juntos.

- Estoy completamente bien. Estoy sana, estoy feliz; simplemente me quedé en la lechucería escribiéndole cartas a Isobelle. Aproveché que la noche estaba agradable y decidí estar afuera escribiéndole a mi mejor amiga en vez de adentro de un cuarto con chicas chismosas. ¿Mejor? -dije mirando a ambos de mis amigos, pero dando un aprentón suave a la mano que sostenía la de mi amigo pelinegro.

Éste me miro con ojos entrecerrados, casi viendo en los míos que lo que decía no era verdad. Yo simplemente le sonreí levemente a lo cual el correspondió y seguimos adelante, aunque podía sentir que no me creyó del todo.

Por el otro lado, Ron no paró de hacerme preguntas sobre Isobelle en el resto del camino. Desde que Beauxbatons vino a la escuela el año pasado y Ron puso sus ojos en Isobelle, casi que se le caía la baba. Yo reía y las contestaba alegremente, siguiéndole el juego y haciendo comentarios que si Isobelle escuchase me arrancaría los pelos.

Llegamos a las mazmorras y nos acomodamos en las mesas tranquilamente. Me mantuve en una charla amigable con mis mejores amigos hasta que el profesor Snape entró, y arrastrando su negra capa se paró en mitad del salón. Nos informó que el día de hoy estaríamos trabajando en parejas, pero debían de ser de otra casa, y que él las escogería.

Maldecí internamente las instrucciones del día de hoy. Aparte que las pociones no se me dan, ahora tendría que pasar 3 horas fabricándolas con alguien nuevo.
Ron en voz alta comenzó a quejarse mientras buscaba a Pansy Parkinson pues fue su pareja asignada, y al voltearme a ver a las serpientes pude sentir la mirada de Draco sobre mi.

Intercambiamos miradas por lo que se sintieron minutos, ninguno haciendo nada más que mantener la mirada. Pero en pocos segundos aparté mis ojos de los suyos. Necesitaba concentrarme y encontrar a mi compañero.

Moviéndome por el salón de clases, pude ver a un chico pálido y castaño haciéndome señas a los lejos. Sonreí levemente y acelerando el paso llegué a una de las mesas de la parte de atrás.

- Theodore Nott, un placer -dijo éste extendiendo su mano, la cual tomé y me introduje de la misma manera.

La clase se pasó más rápido de lo que me esperaba. A Theo se le daban bien las pociones, y me tuvo mucha paciencia e incluso se tomaba el tiempo de explicarme por qué habían que hacer las cosas de cierta manera y cuál era su propósito, pues cada vez que venía el siguiente paso en la fabricación de la poción podía ver mi pequeña cara de confusión mientras leía el libro que mantuvimos en el medio de la mesa.
Reíamos por lo bajo de vez en cuando, y al final de la clase nuestra poción fue de las mejores en ser presentadas a Snape.